16 y 17 de junio.
Alquezar o Bierge en Huesca.
Bastante seco, pero muy vistoso y excavado en conglomerado, un rapelito de 40 m. La verdad estaba bien solo faltaba algo de agua.La segunda parte fue descender los estrechos del Balced, la toma de decisiones para ver si remontábamos de subida otro barranco y posterior pateada "pá arriba" o continuábamos por el río hasta llegar al coche que habíamos dejado. No salió mal la jugada y salimos por el puente donde estaba el coche, e intentar que Pichi llegara con su coche a donde estaba el de Manolo (me consta que lo paso mal, por los grandes agujeros y baches que había en la pista), pero lo consiguió.
Después una buena cena, regada con vino de las Viñas del Vero y paseito por Alquezar.Al día siguiente, fuimos a ver la entrada del Cueva Cabrito e intentar visitar un monasterio en los Monegros, visita frustrada.
Salvador Calvo

A las 7 de la mañana del sábado 16 habíamos quedado en la sede del club en Guadalajara con los cursillistas y a las once se empezó a realizar las entradas a todas las simas. Se organizaron 4 grupos en total dos monitores y de cuatro cursillistas.
Lo malo de esta jornada fue la lluvia, no paro en todo el día, y hubo que montar una lona para poder tomar un bocado debajo de ella.
En la Juana II se bajó hasta los 120 metros, y pasando las gateras se visito el pozo con lago incluido que Abismo había estado explorando durante más de cinco años.
A las 8 de la tarde se dio por finalizado el curso, a la espera de organizar una salida para este verano a Cantabria con los cursillistas que se animen.


Después de la cena en el albergue de El Molino, se presentó el VIII Curso de Iniciación a la Espeleología, dando más adelante paso a una proyección de Introducción al Medio, de Técnica y de Material. 
El sábado día 9 después del desayuno, tuvimos Taller de Material Personal. Sobre las 11 de la mañana comenzaron las practicas en exteriores durante toda la mañana y parte de la tarde en El Barrancazo. Se trabajó con los cursillistas el paso de fraccionamientos, repitiéndolos una y otra vez tanto de subida como de bajada. Se practicó también un largo pasamanos que terminaba en una pequeña bajada en volado.


A las siete de la tarde y después de desinstalar unos 1000 metros de cuerda dimos por concluidas las prácticas en exteriores, dando a los cursillistas consejos del equipo necesario para realizar las simas el próximo fin de semana.