Los Ojos de la Higuera (Vindel, Cuenca): Abril vs diciembre de 2022

Los Ojos de la Higuera: Abril vs diciembre 2022



Ojos

"Ojos", un término asociado a cierto tipo de manantiales que los espeleólogos relacionamos rápidamente con las surgencias cársticas, aunque no siempre permiten el acceso al subsuelo.

Entre las múltiples acepciones que ofrece el DRAE, la que más se acerca es: "manantial que surge en un  llano", aunque es frecuente que las surgencias que llamamos "ojos" no sean en un llano, e incluso, a veces, reciben el nombre de "ojos" agujeros que reciben el agua, sumideros y no surgencias.

Por poner algunos ejemplos muy conocidos, pensemos en los Ojos del Guadiana, que era el punto de surgencia principal de tal río, fuente de caudal continuo y permanente.

Otro caso es el de Ojo Guareña, enorme complejo kárstico con más de 100 km de galerías, y que, en este caso, recibe su nombre del "ojo" por el que se sume el río Guareña. Parece pues que aquí no se trata de una surgencia o manantial.

Ya más cerca de nuestro entorno, incluso de las zonas clásicas de exploración, están los Ojos de la Carquima, espectacular surgencia intermitente en Armallones que es difícil de contemplar en plenitud, o la que queremos tratar aquí, los Ojos de la Higuera, en Vindel.


Los Ojos de la Higuera

Descubrí esta surgencia azarosamente hace ya muchos años, mientras fotointerpretaba un par de fotografías aéreas bajo el estereoscopio con objeto de dibujar el mapa de vegetación de ese territorio.

La fotografía “cantaba” al presentar los que parecían una serie de caminos blancos anastomosados que descendían a saltos desde lo alto de la ladera hasta el río Vindel.


Captura de pantalla desde Google Earth, se aprecian las lineas claras de tobas (más blancas) por donde discurre el agua ladera abajo

Una maravillosa secuencia de cauces, en general secos, repletos de tobas a veces de un blanco níveo, y con la interesantísima vegetación asociada a las aguas cársticas. Tras subir toda la ladera a la busca del origen, superando algunos resaltes tobáceos bastante grandes, lo encontraría ya casi en el llano superior en forma de una entrada penetrable en forma de laminador.

De esas grietas a favor de los estratos sale el agua cuando surge, en el interior la cavidad es un laminador bajo


El paisaje desde la zona de surgencia

La presencia de musgos, secos pero latentes, indicaba que allí corría el agua de vez en cuando.


Cuando no hay actividad hídrica, los musgos permanecen latentes, calcificados, a la espera de su oportunidad en el futuro

El paso inmediato, la búsqueda de bibliografía y dato, y efectivamente, una rápida consulta al catálogo de cavidades de Cuenca despejó mis dudas, aquello estaba catalogado. Los datos procedían de la memoria de 1975 del grupo conquense ONZA.

Captura desde el Catálogo de Cavidades de Cuenca

Sin embargo, no se proporciona topografía ni más datos.

Pero en mi recuerdo también está la imagen de su interior, cómo no… Y gracias a aquello de que Verba volant, scripta manent (1) y esa manía mía de dejar notas de casi todo lo que hago, por si a algún chiflao le puede interesar en el futuro, pues resulta que en mi archivo encontré referencia a ciertos trabajillos que estuvimos haciendo por allí Quique Gutiérrez y yo allá por 1993…

1) La cita es del senador romano Cayo Tito (siglo I), pero al parecer en su discurso quiso hacer ver que la palabra es más veloz que el escrito a la hora de transmitir, un sentido muy distinto al que hoy se le suele aplicar en Derecho y coloquialmente, y que es el de la permanencia y valor del escrito ante lo inconsistente y etéreo de la palabra, o por decirlo así, eso de "donde dije digo digo Diego"

Tengo el recuerdo de arrastrarnos por aquel laminador hasta alcanzar lo más profundo, a corta distancia, y que dedujimos que el agua debía salir de una grieta ya  impenetrable al fondo del laminador….

Estábamos tan fascinadados con los Ojos de la Higuera, tan interesados en el fenómeno, que estuvimos mirando el territorio a la busca de otros indicadores de manantiales, es decir, presencia de tobas en los barrancos que deberían guiarnos hacia su origen, un manantial kárstico.

Diré que la valoración del territorio era con objeto  de pedirlo como zona de exploración en caso de ver que había suficiente atractivo y potencial espeleológico. 

Y, sí, encontramos varias vaguadas o barranquillos que presentaban calcificaciones tobáceas, y tras el consecuente ascenso, apresurados y ansiosos buscando su origen, encontramos al menos dos manantiales, "ojos" con agua que surgía (intermitentemente) de un conducto cárstico, pero impenetrables por lo angosto de la surgencia, así que al final no fuimos más allá...

Esto que os comento viene de esas notas tomadas y transcritas a limpio allá por 1993, hace ya 30 años...

Transcribo lo encontrado en mi archivo:


CLUB ABISMO / INFORME DE ACTIVIDADES

ACTIVIDAD: Estudio de zonas de trabajo. Primeros recorridos.

LOCALIZACION: Se trata de las laderas del karst Plioceno de la zona de Vindel (Cu.), Castilforte (Gu.), Peralveche (Gu.), etc. Según la cartografía geológica correspondiente al territorio, existen potencias de hasta un centenar de metros de calizas terciarias. Nosotros habíamos observado algunas surgencias intermitentes espectaculares, decidiendo visitar el área.

DIA: 29/VIII/93.

OBJETIVOS: Se trataba de reconocer el área elegida, ver sus características y posibilidades sobre el terreno.

PARTICIPANTES:  Enrique Gutiérrez y Javier Rejos.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD, OBSERVACIONES.

La zona visitada es concretamente el barranco por el que transcurre la pista que enlaza Vindel (Cu-) con la carretera de Peralveche a Castilforte y Salmerón.

Se localizó una surgencia gracias a las abundantes concreciones calcáreas en la ladera (tobas muy jóvenes), y se ascendió en su busca, encontrando una cavidad de unos 15 m., de la que sale el agua cuando mana. Se hace impenetrable en una fisura vertical de unos 20 cm. de ancho donde más.

En la zona existen otras surgencias así como abundantes cavidades en las rocas superiores de las laderas. Sin embargo, no parece poseer potencial adecuado para pedir este terreno como zona, aunque sí pretendemos trabajarlo, pidiendo información a los lugareños y topografiando lo que se vea en las rocas.

Por gente de Castilforte, conocemos la existencia (no localización) de algunas simas. Estas surgencias intermitentes parecen indicar posibilidades de cursos de agua en las calizas, que parecen bastante karstificadas en superficie, en el llano (relieve tabular, sin indicios de hundimientos o torcas, pero con zonas de lapiaz).

La estrategia, así, sería ir a los pueblos y consultar sobre las cavidades conocidas, manantiales y sumideros, etc., localizarlos y explorarlos, topografiándolos y elaborando un pequeño trabajo sobre la zona.

Si se encontrase un buen potencial de trabajo al ir reconociendo el terreno, entonces sería el momento de pedir el territorio como zona de trabajo. Mientras tanto, sería una labor más de exploración por parte del club.

  

Y, en fin, a lo largo de las últimas décadas nunca me olvidé de esa surgencia, siempre que pasaba por allí me detenía a ojear las cascadas de toba, tan hermosas y ricas en interesantes plantas.




Estas fotografías corresponden al lecho del río Vindel, las coladas, gours y cascadas tobáceas son indicativas del origen cárstico de sus aguas

Y además, más recientemente algún compañero de Abismo me habló de ellas, porque en esta época en la que la que todo se graba y difunde digitalmente, no queda casi nada que no haya sido publicado y difundido en alguna web, blog o red social, y efectivamente, había en el éter digital vídeos de la surgencia activa, con sus cascadas y sus musgos en plenitud y no resecos que era como yo los recordaba de arrastrarme sobre ellos hacia el interior de la cueva...

Al respecto, en www.youtube.com encontramos estas dos entradas referentes a esta surgencia en activo:

Ojo de la higuera Vindel Cuenca 2019 Abril, de Javier Villanueva, abril 2019, y

El Ojo de la Higuera Magia Serrana, de Antonio Virtudes, febrero 2014.

Pues bien, hace poco he estado trasteando por esos llanos una vez más, en esta ocasión me interesaban otro tipo de "cavidades" asociadas a la Guerra Civil, pero ya de paso echamos una ojeada a los Ojos de la Higuera.

Fue en abril de 2022 que nos acercamos, hay una buena pista que permite llegar casi a la surgencia. 

Estaba seca, pero la presencia de musgos en estado latente en el lecho, algunos muy indicativos porque se asocian a la presencia más o menos permanente de agua, nos confirmaba que efectivamente por allí seguía saliendo agua de vez en cuando.




La surgencia el pasado mes de abril, secos los ojos y el pequeño lecho por el que las aguas se dirigen al río Vindel


El final del otoño pasado fue lluvioso, al menos hubo ciertos momentos de bastante precipitación concentrada en poco tiempo, y como consecuencia comenzaron a difundirse diversos vídeos y fotos de distintos sumideros cargando agua a torrentes, y de surgencias desbordadas salvajemente.

El Sumidero (Sima del Campo) en el Pozuelo cargando a lo bestia, imagino que el de Mataasnos también, algún otro más modesto que tragando agua que no veas, y no pude acercarme a la sima de Hueva y algún otro que conozco (y que está pendiente de exploración y estudio, aquí lo dejo caer) en La Alcarria, que debieron estar también de miedo.

No digo nada de Los Chorros, en pleno reventón, o del nacimiento del río Cuervo, que me mandaron algún vídeo que aquello parecía el Niágara, vamos...

De los Ojos de la Carquima, en Armallones (que no conozco en persona, por cierto) un buen amigo me mandó algunos documentos gráficos que comparto aquí. Salvaje, también.




La surgencia de los Ojos de la Carquima, en Armallones, en plenitud. Las dos fotografías inferiores corresponden al arroyo que crea ladera abajo, y a la cascada que genera al precipitarse hacia el Tajo.
Fotografías de David Trijueque

Imagino además la resurrección de muchos becerros en el Alto Tajo, que así llaman las gentes del lugar a esos manantiales, esas surgencias ocasionales, que aparecen de tarde en tarde, en años especialmente lluviosos, en las laderas.

Ha de tratarse, creo yo, de puntos de surgencia abandonados por las aguas freáticas cuando la red hídrica subterránea va profundizando en el carst, pero que renacen cuando los conductos ya secos se ven inundados ante eventos de abundante precipitación... vamos, que manantiales secos por décadas pueden reactivarse en un año de excepcional carga del acuífero cárstico.

A esos manantiales que de repente aparecen, les llaman por el Alto Tajo "becerros", según me decían algunos informadores nativos.

No es de extrañar, entonces, que la resurgencia de las aguas que se traga la Sima del Campo (El Sumidero, en El Pozuelo), allá hacia Santa Cristina (ya en el Guadiela) se denomine "Cueva del Becerro", que es cavidad penetrable y bastante singular.

Al respecto, recomiendo que visitéis Magia Serrana, un blog estupendo con multitud de curiosidades, y también datos científicos, sobre la serranía y su entorno. Véase su entrada sobre la Cueva del Becerro.

Bueno, pues dado lo que estaba acontenciendo con el agua y las cavidades, a mediados de diciembre decidimos ir a echar una ojeada a este manantial de Vindel. Ya no estaba lloviendo entonces y conocedores de la rápida dinámica de las redes cársticas, temíamos que íbamos a a llegar tarde.







Y he aquí las fotografías de los Ojos de la Higuera y su cauce tras la surgencia, en diciembre, tras las lluvias.


Pero no, allí estaba el Ojo de la Higuera arrojando sus lágrimas a raudales, los musgos resucitados, sumergidos y apresurados en completar su ciclo biológico, amén de hongos y otras cosas que crecían entre la hojarasca empapada cerca del manantial y el curso de agua.




Mixomicetes. Se trata de protozoos que forma una ameba ("eso" amarillo que forma venitas y que se desplaza sobre los restos vegetrales a la captura de alimentos), y fructifican formando esas bolitas, primero amarillas y luego rojizas, donde se formarán esporas que después se dispersarán.
En este caso es Leocarpus fragilis, si no me equivoco, caracterizado por sus vivos colores. Este mixo a veces lo encontramos en las entradas a las cavidades, donde la humedad le permite prosperar. 

Las cascadas de toba llevaban agua, aunque no era muy impresionante porque el arroyo que parte de la cueva rápidamente se sume entre las tobas y sedimentos, resurgiendo aquí y allá.


El agua precipitándose por las tobas de la ladera

Las cascadas de tobas, en esta fotografía secas (abril)


De hecho hay un interesante resalte tobáceo donde el flujo se descuelga hacia la ladera y está repleto de cavidades, evidentemente formadas por el flujo del agua que a lo largo de milenios ha ido desplazando su cauce a un lado y otro. Son cuevas en tobas, humildes en general, abrigos muchas de ellas, pero siempre con el interés de ser en depósitos de tobas.




Y que esconden ciertos valores etnográficos, y seguramente también arqueológicos.



Y, en fin, otro de esos fenómenos de nuestros karst cercanos que os recomiendo que visitéis, y si tenéis la suerte de que esté vivo y arrojando agua, mejor que mejor.


Agradecimientos:

A David Trijueque, autor de las fotografías de los Ojos de la Carquima y cercanías, por compartirlas y autorizarnos a difundirlas en este blog.  


Javier Rejos

 

NUEVAS EXPLORACIONES EN LA ZONA DE ABISMO EN EL ALTO TAJO – Octubre y noviembre 2022

 Un puñado de simitas exploradas en el término de Zaorejas: FRESAS, FRESI-SUISSE, CERRO SIMA IV y C-13



Primeros trabajos: 20 y 21 de octubre de 2022

Para este grupo de cavidades serían Rafa, Miguel y Kiko los que llevaron a cabo las primeras exploraciones el pasado mes de octubre.

Aprovechando un fin de semana, tras consultar al coordinador sobre posibles trabajos en el territorio, decidieron dirigirse a estas tres que estaban pendientes y bastante cerquita unas de otras.

Así, el primer día atacaron la Sima de las Fresas. Aunque descubrieron que la sima había sido equipada con spits en el pasado, la instalación estaba deteriorada y se decidió reequiparla con tornillos MMS.


Equipando la entrada

Tras estudiar por dónde era mejor descender, resultó que lo aparentemente más adecuado y directo no servía, pues la roca no ofrece garantías suficientes. Finalmente recurrirían a otra vía donde la roca es muchísimo mejor.

Alcanzaron así el fondo, comprobando que no había continuidad más allá de los 20-25 m, a falta de echar una ojeada a las chimeneas del fondo.


Vista del fondo del pozo

Al abandonar la sima se retirarían los tornillos, pero se anotó cuidadosamente su posición cara a la utilización futura de los taladros, pues la cavidad quedó a falta de topografía.

El mismo día, tras acabar la anterior, se dirigieron a la pequeña sima ABI011 (más tarde nombrada Cerro sima IV), que resultó ser de pequeñas dimensiones.

Sin embargo, en esta cavidad existe una fractura impenetrable que, aparentemente, ensancha a cierta distancia, y fue anotada como pendiente de revisión, aunque ya se valoró como prácticamente inviable intentar ensanchar el paso, por tratarse de roca viva y mucha distancia a romper.

Para las dos simas se tomaron abundantes notas y se elaboró un croquis detallado, muy útil para los futuros trabajos de topografía. Además documentaron fotográficamente las cavidades con numerosas fotografías.


Croquis bien detallado, valiosa documentación

El día 21 de octubre permanecen en la zona Miguel y Rafa y se concentran en la cercana sima ABI012 (que acabaría siendo denominada Fresi-Suisse o "Fresisuis".

Triangulando a naturales (árboles) se logra un descenso directo a fondo, a unos 20-25 m.


Entrada a Fresi-suisse, muy hermosa

Se continúa la cavidad en un estrecho meandro cuya entrada fue desobstruida, avanzando y forzando un paso estrecho, hasta llegar al final, donde también se trabajó en la desobstrucción, profundizando 1,5 metros más a base de recolocar bloques y piedras, hasta dejar ver un conducto impenetrable y difícilmente ensanchable, pero que convendrá revisar.


El puñetero meandro del fondo

En la misma sima también explora una ventana con una gran repisa que da acceso a un pozo paralelo. Sería equipado recurriendo a naturales y se descienden unos metros hasta su fondo, que se encuentra colmatado de sedimentos. Es posible ver una continuación, pero es impenetrable y exigiría una laboriosa desobstrucción.


Fondo del pozo paralelo, impenetrable

Se documentó fotográficamente y se elaboró un croquis, tomando notas para futuras exploraciones, pero quedó también pendiente de topografía.

Cabe mencionar, además, que en una roca junto a la entrada hay restos de una inscripción con pintura roja, prácticamente ilegible aunque se intuye algo como "SP", pero podría ser "S1", "ST" o "SI", y debía seguir con más caracteres, pero no se aprecia más.


Inscripción casi ilegible junto a la entrada

Esto indica que con gran probabilidad la cavidad ya fue catalogada y explorada en el pasado, posiblemente por los mismos exploradores que trabajaron en la cercana sima de la Fresas, pero nada hemos encontrado en la biblografía que conocemos.

  

Continuación de los trabajos: 12 de noviembre de 2022


Los diez exploradores ya preparados

Por circunstancias una actividad docente y divulgativa organizada por el club para el 12 de noviembre fue desconvocada, pero como algunos ya teníamos el día reservado, surgió la idea de ir, aunque fuera sólo un día, a la zona de exploración y zascandilear un poco por allí.

Me pincharon sugiriéndome la posibilidad de ir a acabar los trabajos en las simitas que habían visto en octubre Rafa, Kiko y Miguel, y finalmente me tiré al río convocando y organizando la salida.

Casi nadie se imagina el follón que puede haber detrás de la preparación de una de éstas, sobre todo cuando somos muchos, y aquí nos apuntamos 13.

Y menos os imagináis lo que conlleva tras acabar la actividad: Reunir y aclararse con los datos, las fotografías e informes, redactar las descripciones de cavidades, hacer los planos topográficos, y en este caso, hacer la crónica correspondiente… a fecha de hoy, todavía no he acabado.

La idea de partida, pues atacar esas cuantas simitas que están cerca unas de otras, concretamente las tres que habían comenzado a explorar y documentar Rafa, Miguel y Kiko el pasado mes de octubre, que son la sima de las Fresas y dos cercanas que no tenían todavía nombre, y que serían nombradas posteriormente según nuestra costumbre.

Las tres, como digo, habían sido ya equipadas y exploradas, y estaban a falta de completar su documentación y topografiar, y además había que comprobar si era factible continuar en algunos sitios, ya sabéis, mediante desobstrucción intensiva, como suele pasar.

Seríamos César, Esthela, Irene, José Luis, Rafa, Silvia, Txomin, Vir, Rober y Javi Rejos. Santi y Sergio, finalmente, no pudieron venir.

El material, diría que casi todo el que tenemos en el Club, iba repartido en los distintos coches. Unos venían de Guadalajara, otros de más lejos, algunos quedamos en un punto intermedio... en fin, el jaleo típico de cuando somos muchos.

Quedamos más o menos temprano en el refugio de la sima de Alcorón, y allí nos vamos reuniendo, pero al retrasarse algunos, finalmente nos fuimos a la pista donde habíamos decidido dejar los coches, y allí se completó el grupo.

Estrategia: Cargar el equipo en el coche más alto que podría acercarse a las simas por el camino, que es "algo malo" (no mucha distancia, algo menos de un km, por fortuna). El personal, a pie hasta el sitio justo.

 Una vez allí, hay que hacer grupos de trabajo. Se pretende topografiar y completar los trabajos en las dos simas más grandes, con profundidad estimada de unos 25 m, así que lo primero es instalarlas. Se trata de las simas de las Fresas y otra que, por avatares del destino, ha acabado llamándose sima Fresi-suisse (preguntadle a Miguel, Kiko y Rafa...)

Mientras se instalan y comienza el trabajo en ellas por parte de sendos equipos, otro grupo se van a revisar dos simas más pequeñas también muy cercanas, la primera sin nombre y llamada ahora, por el topónimo más cercano, sima de Cerro Sima IV (lo de "IV" es porque en ese territorio ya hemos estudiado y catalogado tres más con ese nombre).


Equipos ya distribuidos, planificando trabajos

La última creemos que es la sima C-13, una de las perdidas de Comando, localizada hace algún tiempo, pero que no tendremos seguridad hasta descender y cotejar sus características con la topografía y descripción dada por Comando en 1993, año en que la descubrieron y exploraron.

 

Sima de las Fresas

Esta sima posee una boca grande y muy hermosa, con muchos helechos y otras plantas en su pozo y repisas bajo la boca. Precisamente su nombre se lo debe a que en una gran repisa a pocos metros bajo la boca hay una población de fresas silvestres.


 Segundo equipo atacando Fresas

La sima fue equipada por Rafa y Miguel con tornillos Multi Monti, que fueron retirados. Con las instrucciones de Rafa para encontrar los agujeros roscados, nos dirigimos a instalarla.

Efectivamente, desde un árbol encontramos la primera cabecera en la roca junto al pozo, y ya en él una segunda desde la que se desciende ya hasta el fondo, con algún fraccionamiento intermedio que logramos ubicar sin muchos problemas.

El fondo posee un "bosque" de troncos podridos, muchos clavados o apoyados en las paredes, debiendo ser cuidadosos porque podrían romperse o caerse sobre alguno de nosotros.


Ya e el fondo

Se continúa en rampa y enseguida alcanzamos el fondo, donde se prolonga un poquito a favor de una grieta, y quizá lo más llamativo son las chimeneas ascendentes, una de las cuales conecta con el pozo principal en una repisa bajo la boca, se ve la luz.

Además, las chimeneas están muy concrecionadas. Se trata de coladas bastante secas, inactivas, pero no por ello carentes de belleza.


Las chimeneas del fondo están muy concrecionadas

Nos entretenemos en mirar si alguna de las chimeneas puede tener alguna continuidad, pero parece algo arriesgado trepar sin asegurarnos.

Cabe destacar en esta sima que ya el primer equipo que vino a explorarla encontró una instalación antigua a base de spits, y abajo existen varios puntos topográficos en rojo. Es evidente que fue explorada en el pasado, pero no concuerda con ninguna de las que Comando publicó, y aunque muy posiblemente existirá una topografía en algún lugar, nada sabemos de ella.

Iniciamos los trabajos de documentación, fotografía y toma de datos para levantar un plano topográfico, mientras ascendemos.


El pozo de entrada, desde los troncos de abajo

Más tarde bajaría un segundo equipo a completar el trabajo, se currarían la escalada de las chimeneas y descartarían definitivamente la presencia de ventanas o continuidades.

Finalmente, saldrían desinstalando la cordada y los anclajes, quedando ya completados los trabajos para esta cavidad.

La sima arroja 25,57 m de profundidad, y lo más destacable es vegetación de la entrada, con bastantes helechos, musgos y tras plantas, y las chimeneas del fondo.



Como habíamos hecho grupos para entrar a las distintas simas, mientras unos cuantos estábamos liados en Fresas, otros grupos fueron instalando Fresi-Suisse, y explorando C-13 y Cerro Sima IV.

 

Sima Cerro Sima IV

Bastante cercana a Fresas, también había sido explorada preliminarmente en la salida previa, pero había una continuidad a valorar, y a eso fueron los compañeros cargados de ánimo.

La sima es muy pequeña, se baja con cuerda desde un árbol, por un lateral, pero por alguna parte prácticamente se puede bajar destrepando.

A pocos metros baja ya en suave rampa metiéndose bajo la roca casi horizontalmente.

Al fondo se encuentra la “posible continuidad”, una diaclasa o fractura que se prolonga bastante distancia, pero de forma impenetrable. Al fondo se aprecia, a 8-10 m, algo de suelo, y tras la estrechez se amplía y se considera que permitiría la progresión, aunque sigue siendo estrecha.


Fondo de la pequeña sima, grieta impenetrable

Sin embargo, ampliar el paso resultaría muy complicado y costoso, habría que romper la roca caja y además bastante distancia, por lo que se desecha y la exploración puede darse por finalizada, a falta de topografiar, trabajo que queda pendientes para otro rato.

 

Sima C-13

También cercana a las demás, se abre en un agujero en el suelo con gran cantidad de musgo. La boca parece más grande en su inicio, pero se hace algo más estrecha justo debajo y el paso es ajustado. Por debajo va desapareciendo el musgo y aflora la roca.

Tras el estrecho la cavidad se acampana, ensanchando. Sus dimensiones son mayores en sentido norte-sur (unos 4 m) y más estrecha en la dirección este-oeste.


C-13, entrada desde el fondo

En la pared oeste hay una concavidad, representada en la topografía original de Comando, donde hay algunas formaciones.


Estudiando las características de la sima


Queda confirmado que se trata de esta cavidad de Comando, pues se ajusta bien a la topografía disponible, por lo que otra de las “perdidas” ya ha podido ser reubicada y completados los datos.

Se documentó y tomaron fotografías, y se da por finalizado el trabajo en ella.


 

Sima Fresi-Suisse


Preparados para iniciar la exploración

Tras la comida un equipo se dirige a esta cavidad para topografiar y documentar, mientras otros irán a Fresas a completar trabajos y desinstalar.

Esta cavidad también debió ser explorada en el pasado, pues hay restos de una inscripción hecha con pintura roja, ininteligible, en un bloque junto a la entrada.

Bajamos rápidamente merced a un desvío a dos árboles. Tras la boca, de un metro de diámetro o así, se amplía bastante y se baja volado hasta el fondo. Se trata de un único pozo de 20 m que posee algunos troncos en la base.


Vista del pozo desde abajo

Abajo se prolonga por un angosto meandro, prácticamente una gatera, que va descendiendo un poco más. Pose un paso bastante complejo por lo estrecho y que en la última ocasión sólo franqueó Rafa.


El maldito paso por el meandrillo

Precisamente nos dice que al fondo interesa valorar el final por si pudiera desobstruirse, y tras acopio de valor y diversos intentos en variadas posturas, logramos colarnos por abajo.

Sin que el recuerdo del paso forzado nos abandone, pues por ahí hay que salir, revisamos el final, donde se desfonda la gatera en un pequeño resalte de un metro o así, y se prolonga el conducto lateralmente, pero claramente impenetrable.


Al final del meandro o gatera, impenetrable

Valoramos que no compensa un intento de desobstrucción, pues no se ve “color”, no parece ampliar, sino más bien una grieta impenetrable rellena casi totalmente de piedras y sedimentos.

Esta idea es la que transmitimos a los compañeros, y coincidimos los que estuvimos dentro, por lo que damos por finalizada la exploración y comenzamos con la topografía desde el fondo, que se sitúa a 20,5 m de profundidad.

Al salir, hay que atravesar el complicado y puñetero paso… sin embargo, se sale mucho más fácilmente que se entró, por lo que seguimos avanzando con la topo a buen ritmo. Tampoco es tanto a topografiar, la verdad.


Coladas parietales en el pozo principal


En ascenso entramos en una repisa y echamos una ojeada a un corto pozo paralelo, ya explorado la última vez, y que se ciega a pocos metros tras el acceso.


Pozo paralelo, vista de la ventana de acceso desde el fondo del mismo

Así, terminamos el trabajo y salimos ya con la noche encima, mientras los compañeros han completado el trabajo en las otras cavidades.



Recogemos todo, al coche, y al punto de encuentro donde están los demás vehículos, donde ya cada cual se dirige a su lugar.

Un buen día de exploración que ha sido productivo en cuanto a trabajo, pero sobre todo hemos disfrutado de un buen día en compañía de los colegas.

Hacía muchísimo que no nos juntábamos un grupo tan numeroso, gracias a todos por estar ahí.

 Rafa Coronado y F. Javier Rejos

 

Entrada destacada

Cambiamos el día de apertura de nuestro local al JUEVES!!

Os comunicamos que, a partir del 13 de febrero, nuestro local pasará a abrirse los jueves de 20:30 a 21:30 , en lugar de los martes como ve...