Cueva de Fuentemolinos. Burgos

El sábado 12 de marzo visitamos la cueva de Fuentemolinos con un guía de excepción, Roberto García, “Rupo” de espeleofoto, uno de los exploradores de esa cueva allá por los años 70.
Fuimos Roberto García y Sergio Laburu de espeleofoto, Ainara Rodríguez, Javier Buselo, Giorgio Estuder, del club Félix Ugarte Elkartea y el que narra, Luis Jordá del ABISMO, de Guadalajara.
La cueva de Fuentemolinos se encuentra en la pedanía de Puras de Villafranca, en Belorado, Burgos. Es una de las mayores cuevas del mundo desarrolladas en conglomerado, una rareza de la naturaleza. La verdad es que sinceramente es una maravilla.
Preparándonos para entrar en acción
Boca de la Cueva: una estrecha gatera
Primero visitamos el primer nivel, que  es un rio que ha horadado un cañón subterráneo en conglomerados. La entrada a la cueva es por una estrecha gatera que desemboca en el paso de la concejala. Hay una parte un poco agónica, con bastante agua a los pies, debemos de servirnos de los pequeños resaltes y bolos para no pisar agua y el petate nos estorba, por lo que casi hay que llevarlo colgando de los dientes.
Foto: primer nivel, el del rio subterráneo, hay bastantes formaciones, aunque nada que ver con lo que nos espera arriba
En el río nos entretuvimos bastante con las fotos. Se aprecian algunas coladas y espeleotemas formados sobre el conglomerado, a modo de gotas de vela, como decía Ainara. Todo este precipitado viene de niveles superiores, supongo que del lavado del cemento calcáreo de la pudinga.
Aquí nos cruzamos en dos ocasiones con la gente de la visita aventura, el último grupo guiados por el famoso Sergio de Beloaventura, persona entrañable siempre dispuesta a echar una mano, a pesar de lo ocupado que esta con las actividades en la zona.
Llegados al final casi del cañón, remontamos al nivel superior por unos fáciles pasos aunque algo expuestos, por lo que equipamos algún paso, este nivel ya es verdaderamente orgásmico, pero aun no hemos llegado a las joyas, al sumum. Aun hay que subir un nivel más, esta vez lo escala Sergio en oposición e instala la cuerda. Subimos los demás con los equipos de verticales.
Foto: una parada para comer, después de la trepada y antes de entrar en la zona más espectacular de la cueva
Aquí si que ya hemos dejado el material de fotografía aparcado. Este nivel ya es indescriptible, accedemos a la zona de las formaciones por una estrechez y un pequeño tobogán. Una de las salas más espectaculares es la del lago, en la cual se aprecian formaciones laminares que marcan diferentes niveles de la película de agua, hay formaciones subacuáticas, drusas de cristalizaciones y gran profusión de excéntricas tapizando el conglomerado que parece "turrón".
En el extremo de este nivel se abre una galería de forma ojival que finaliza en una zona de bloques, muy próxima a la entrada.
Volvemos a la zona donde hemos comido y regresamos al cañón por un rapel de unos 20 metros, parte en volado y en colada.

Foto: Rupo y Sergio bajo el rapel
Extasiados salimos, con la impresión  de haber visto algo realmente interesante.
Me ha dado vergüenza poner estas horribles fotos mías, así que aquí abajo os pongo un enlace con la galería de espeleofoto, con las estupendas fotos de Rupo, para disfrutar
Para saber más de la cueva aquí os dejo unos enlaces con la web del grupo Niphargus, de Burgos:
Plano de Fuentemolinos
Información de la cueva 
Luis Jordá

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