El 16 de Marzo de 2017 Rebeca y yo (Dani) salimos de viaje al sureste asiático a recorrer sin un plan muy definido algunos de los países de la zona. Entrar en cuevas estaba dentro de las actividades deseadas aunque desconocíamos que nos podíamos encontrar y que podríamos hacer en ausencia de material e información adecuada. Éramos conscientes en cualquier caso que la región alberga cuevas míticas para el mundo espeleológico y que tarde o temprano tendríamos la posibilidad de probar la inmensidad de alguna de ellas.
Entrada a la cueva-templo de Bayint Nyi Naung en Hpa-an |
Nuestro viaje comenzó en Singapur, donde después de una breve parada nos dirigimos a Myanmar (antigua Birmania). Ya al final del viaje por el país (finales de marzo) y justo antes de pasar a Tailandia pudimos conocer una de las zonas de interés espeleológico de Myanmar, en la región de Kayin State, al sureste del país. Allí, desde su capital Hpa-an, fue la primera vez que observamos el característico paisaje kárstico de zonas tropicales y subtropicales en forma de empinados peñones y que volveríamos a ver más adelante en Laos y Vietnam.
Sala principal de la cueva de Bayint Nyi Naung |
Allí, sobre la marcha, nos enteramos de varias cuevas sagradas muy conocidas por ser zonas de peregrinación budista. La más conocida es la Sadan Cave., Esta cueva repleta de budas, estupas y pequeñas pagodas es una de las más grandes de la zona. Evitamos dicha cueva que nos esperábamos muy turística e intentamos enterarnos de algo bastante menos visitado y más interesante. Preguntado un conocedor de la zona, éste nos recomendó visitar la cueva de Bayint Nyi Naung con la promesa de “no budas no tourists” y de una zona de baño. Después de un trayecto de 30’ en el clásico motocarro local, llegamos a una explanada donde encontramos un montón de puestos de comida y un aparcamiento con autobuses. Parecía claro que nuestra pretensión de experiencia espeleológica se iba a alejar de lo deseado. Aunque me mostré reticente a entrar, decidí finalmente seguir a Rebeca que sí se había atrevido a seguir a los “peregrinos”. Había que subir una escalinata pero antes dejar el calzado y seguir descalzo como era habitual en los templos budistas. A unos 30 m de altura se encontraba la boca principal de la cueva. La sala principal de la cueva estaba repleta de budas de diferentes tamaños mayoritariamente sentados en posición de loto aunque también se encontraba alguno en posición tumbada. La cueva se había pavimentado con cemento o baldosas, situando budas en cualquier hueco apropiado. Igualmente la cueva se encontraba iluminada hasta el buda final, a unos 200 m de la entrada.
Buda y estupa en la sala final
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En cualquier caso, lejos de encontrarnos un ambiente silencioso y de cierta meditación, la cueva era un continuo de gente yendo por todas partes de la cueva, haciendo fotos y selfies y tocando las formaciones sin ninguna preocupación. Además había varias zonas con grafitis, en birmano eso sí. Tampoco nos sorprendía. La cueva contenía algunas formaciones de cierto interés en cualquier caso.
Vista de budas desde una de las ramas exploradas |
Visto lo visto, se nos ocurrió explorar algunas de las ramificaciones que se veían detrás de los budas. Estas no tenían más de unas decenas de metros y en algún caso llegaban a conectar con la galería principal más adelante. Aquí pudimos encontrar una pequeña colonia de murciélagos y una araña de gran tamaño (genero Heteropoda?). Esta pequeña excursión alternativa nos quitó algo del mal sabor de boca con lo que habíamos empezado y además probamos como era eso de hacer cuevas descalzos.
Rebeca y su primea experiencia espeleológica “barefoot” |
Araña de unos 10 cm del probable genero Heteropoda |
Lo que vimos en esta cueva de Bayint Nyi Naung es muy habitual en Myanmar y otros países con tradición budista, donde las cuevas son lugares habituales para situar budas, estupas y templetes, cuestión que sabemos no es exclusivamente budista. No existe por lo general mucho control ni criterios de conversación en este tipo de cuevas y el estado de las mismas se aleja de lo deseable para cuevas de tipo turístico. En Bayint Nyi Naung al menos había un par de paneles explicando los valores naturales de la cueva. En cualquier caso no hay que obviar los valores culturales y estéticos de estas cuevas, una experiencia recomendable.
Paneles explicativos en birmano e inglés |
Esa misma tarde, estuvimos explorando otra zona kárstica en busca de cavidades. En una de ellas nos encontramos un monje meditando que amablemente nos ayudó a buscar un acceso a una intricada y afilada zona que observamos de gran interés. Allí tras hacer unas trepadas y destrepadas muy divertidas utilizando ramas y raíces cuando era necesario, pudimos observar algunas simas de boca estrecha. Terminada esta excursión, nos fuimos a la llamada Cueva de los murciélagos, donde al anochecer es posible observar la salida de miles quirópteros, una experiencia bastante
impresionante.
Esta fue nuestra breve experiencia espeleológica-religiosa en Myanmar, un simple aperitivo a lo que estaba por venir. A posteriori vimos que Myanmar tiene zonas de interés en las que se está trabajando actualmente con grupos de trabajo internacionales (ver referencia).
Referencias:
-Myanmar Cave Documentation Project. Group of experienced cavers organized in national caving societies with a large speleological expertise. The project was established in 2009 and is open to serious cavers worldwide. www.myanmarcaves.com
Dani Fernández
¡Qué interesante! Es cierto que en todas partes las cuevas han sido utilizadas con fines religiosos, sea como santuarios, templos o lugares sagrados para enterramientos... el hombre ha asociado lo espiritual a ellas desde el principio. Ya estamos esperando nuevos capítulos, compis.
ResponderEliminar¿como es un descendedor para raíces?
ResponderEliminarBienvenido de nuevo a las crónicas, se te echaba en falta. Tus relatos siempre son muy interesantes.
ResponderEliminarComo dice Javi, impacientes por ver la segunda entrega.
Paco Cuesta