De cuevas por el Sureste Asiático. Cap. 3. Espeleología en Laos. Parte 1ª

El viaje continuaba y el paso desde el norte de Tailandia a Laos vía río Mekong era de las pocas cosas seguras que queríamos hacer en nuestro periplo asiático. Y por supuesto Laos olía a cuevas y muy muy grandes. A Laos llegábamos más preparados que a Myanmar y Tailandia de forma que un par de semanas antes habíamos podido contactar con gente metida en el proyecto de exploración Explo-Laos. Este proyecto es llevado mayoritariamente por espeleólogos franceses aunque a día de hoy la participación internacional es amplísima (pero sin representación española de momento). La exploración del año 2017 había terminado justo unos días antes de que pisáramos tierras laosianas, así que por desgracia no pudimos acoplarnos a la exploración de este año y conocer al grupo. Por fortuna sí pudimos ponernos en contacto con un espeleólogo estadounidense implicado en el proyecto y residente en el país. Mientras nos poníamos de acuerdo con él sobre algunas cuevas que podríamos visitar por el centro del país nuestros pasos se dirigieron al norte del país del millón de elefantes. 

Navegando por el Nam Ou

Nuestra primera experiencia espeleológica se iba a producir de una forma totalmente desconocida e inesperada. En una decisión de última hora nos fuimos a la zona de Nong Khiaw a orillas del río Nam Ou, afluente del Mekong, y desde el cual navegamos a Muang Ngoy. Toda esta zona es cada vez más conocida en el mundo mochilero por sus paisajes kársticos-selváticos y las actividades de multiaventura que se pueden realizar.

Paisaje del río Nam Ou en el norte de Laos


Al día siguiente de nuestra llegada alquilamos un kayak y en un mal plano vimos que cerca del río, aguas arriba, se anotaba la existencia de una cueva. Algún lugareño nos comentó su ubicación indicando que era probable que la entrada estuviera inundada e inaccesible. Sin mucha esperanza de encontrar la cueva nos pusimos en marcha y tiramos aguas arriba a disfrutar de una simple actividad piragüista. Superados 2 tramos de rápidos que tuvimos que remontar por la orilla, y unas 3 horas después de la salida (5 km aprox.), observamos con atención ambas orillas en la zona candidata. Paredes calizas se elevaban a ambos lados y empezaban a observarse cavidades. Después de un intento fallido en la margen izquierda nos dirigimos en diagonal al otro margen donde observamos una cavidad que encajaba mejor con la información que teníamos y de la que parecía surgir agua. Después de unas maniobras de amarre nos encaramamos un par de metros por encima del nivel agua y verificamos el afluente subterráneo.

Primera experiencia espeleokayak

Por desgracia nos habíamos olvidado de nuestro único frontal con lo que la única fuente de luz era un teléfono. Con el riesgo que suponía nos dispusimos a explorar unas decenas de metros. Se trataba de una cueva totalmente activa, con una galería de unos 10 m ancho y una altura entre 2 y 5 m. El río tomaba un recorrido meandriforme con pequeñas zonas de rápidos y bancos de cantos, que en su parte superior se cubrían de sedimentos más finos. Era claro por las marcas que nos encontrábamos en la época de aguas bajas. Remontábamos el río alternando vadeos hasta la rodilla con tramos por las orillas. Pasados unos 200 metros la morfología se mantenía.

Entrada de la cueva activa que localizamos desde el río. Chalecos adaptados a la actividad.

No nos encontramos espeleotemas reseñables pero sí unas formaciones nuevas para nosotros. Se trataban de unos hilos blancos que colgaban en algunas partes del techo y que nos dejaron maravillados. Rebeca señaló que era probable que se tratará de larvas de insecto, posiblemente alguna especie de díptero (mosca, mosquito..) de forma parecida a como lo hacen los luminiscentes “glow worms” de las cuevas de Australia y Nueva Zelanda.


Larvas de insecto en forma de hilos colgantes (como los glow worms pero sin ser fluorescentes).


Pasados unos 500 m de nuestra incursión, aunque el cuerpo pedía continuar, decidimos volver ante la precariedad de medios y el recorrido en kayak pendiente. Deshicimos el camino y nos embarcamos de nuevo. Ya a favor de corriente pudimos disfrutar de un paisaje espectacular hasta la llegada de nuevo a Muang Ngoy.
Al día siguiente consideramos volver a la cueva explorada en el río, ya con frontales y tiempo. Finalmente preferimos explorar tierra adentro. En primer lugar echamos un vistazo a la más o menos turista cueva de Tham Kang, que aunque sucia y pisoteada en su entrada, al carecer de iluminación artificial, iba mostrando un mayor interés a medida que avanzabas en la incursión. Varios niveles interconectados, coladas, banderas y un río activo abajo que no nos atrevimos a explorar. Después de esta cueva avanzamos por fuera por la misma pared en busca de otras cuevas. Primero, echamos vistazo a una gatera por la que avanzamos unos 100 m antes de renunciar a continuar dado nuestro escaso equipamiento. Seguimos avanzando por la misma pared y practicamos un poco de escalada para trepar a un par de cavidades colgadas a unos 5-10 m de altura. Estas cavidades eran de escaso desarrollo (10-20 m). Presentaban signos de haberse sido utilizadas por los locales en momentos puntuales como abrigo o vivienda incluso.

Rebeca trepando para explorar una de las muchas cavidades de la zona.



Dani arrastrándose en otra de las cuevas exploradas


Refugios de guerra en Viang Xai



Fotografías de la vida diaria en los refugios de Viang Xai. A la izquierda la escuela.

Dos días después, con mucha pena, dejamos Muang Ngoy para dirigirnos a noreste del país, concretamente a Viang Xay. La Lonely Planet nos dió la pista sobre este misterioso lugar. Aunque todos nos hemos hecho una ligera idea de la Guerra de Vietnam, desconocemos en general la relevancia de Laos como centro del conflicto entre EEUU y los movimientos comunistas de Indochina. Antes de que comenzará la guerra de Vietnam, en 1964, EEUU, en el marco de la segunda guerra de Indochina, empezó de forma sistemática a bombardear Laos para frenar la expansión de los grupos comunistas, concretamente del partido Pathet Lao. Ante los bombardeos, los dirigentes de Pathet Lao decidieron buscar refugio y establecer sus cuarteles hacia el este del país, concretamente en Viang Xai.


Paisaje de Viang Xai desde una de las posiciones antiareas 

Allí, bajo sus colinas calizas, las cuevas existentes posibilitaron el establecimiento de una ciudad subterránea que sirvió de refugio antiaéreo durante 9 años Se estima que hasta 20.000 personas fueron protegidas en estas cuevas. Para hacerse una idea del ataque, se estima que en Laos cayeron más de 2 millones de toneladas bombas. Estas bombas dispersaron hasta 270 millones de submunición de la que alrededor de un 30% no llegó a explotar en el momento, causando miles de muertes y mutilados hasta nuestros días. 
La visita fue una de las grandes sorpresas de nuestro viaje. A través de una magnífica audioguía, la visita por algunas de las cuevas te sumerge plenamente en el conflicto bélico y en el día a día de los habitantes de los refugios. Visitamos la cuevas que servían de cuartel general, hospital, almacenes, imprenta, anfiteatro o refugio nuclear. Hasta China disponía de una cueva-embajada en la zona. Muchos de los objetos utilizados permanecen lo que da un mayor grado de realismo. Aunque estas cuevas fueron ampliadas artificialmente para generar más espacios y conexiones entre ellas, es posible observar salas naturales y algunos espeleotemas. El paisaje exterior es igualmente espectacular. Todavía es posible observar algunos cráteres de las bombas caídas.


Uno de los pasillos de conexión por cueva natural




Una de las habitaciones de máxima seguridad para protección de los mandos.


El espectacular anfiteatro que servía de cine, teatro, sala de conferencias, y como no, zona de refugio en momentos de bombardeo.

Después de la visita a Viang Xai, cambiamos de rumbo y nos dirigimos al centro del país, concretamente a Konglor. Pero esto será otra historia.

Referencias:
Sobre Viang Xai:
-Laos es el país mundo con la mayor cantidad de bombas recibidas per capita! La organización MAG se encarga desde hace varias décadas de labores de limpieza y desactivación, apoyo a los afectados e información. Los riesgos de pisar munición sin explotar continúa.

Capítulos anteriores



Daniel F. Orgaz

Comentarios

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  2. Toda esta parte de la guerra de Vietnam que se llevó a cabo en Laos se llama The Secret War, la guerra secreta, y poco se ha dicho sobre ella. Entre 1964 y 1973 Estados Unidos lanzó una bomba cada 8 minutos sobre un país del tamaño de Italia. Día y noche durante 9 años . 1 tonelada de bombas por persona.

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