Crónica de la salida a la Sima PR-9, o Sima de Aguadero II. 15 de Marzo de 2025

 

El día amanece despejado en Alcaucín, donde hemos pasado la noche los integrantes del Club Abismo que vamos a realizar la actividad: Amparo, César, Aran, Irene, Vir y Txomin. Ha sido un mes excepcionalmente lluvioso y es prácticamente el primer día soleado tras varias semanas de precipitación casi ininterrumpida. Parece que tenemos una breve ventana de buen tiempo para nuestra actividad, así que vamos a aprovecharla. Eso sí, como la caliza de los sistemas kársticos es “una esponja”, damos por hecho que en la cavidad nos caerá todo el agua retenida por la roca las semanas anteriores.

El acceso por la pista hasta el lugar donde dejaremos los vehículos se presenta mucho mejor de lo esperado, sin apenas barro. Llegamos poco después de las 9:30 am, y comenzamos a preparar el material y a ponernos el equipo necesario. Nos desplazamos a pie hasta la entrada de la cavidad “Aguadero II” o PR-9, donde nos llama la atención que justo en la boca, que está un poco por debajo del nivel el suelo, el aire es bastante más cálido que el del exterior.

La cavidad es visitada con cierta frecuencia por espeleólogos, y tiene ya chapas instaladas. La instalación de las cuerdas la realiza Aran, que además ya conocía la sima,  e Irene la ayuda a revisar un spit que parecía no entrar bien en la cabecera. La primera parte de la cavidad es una diaclasa estrecha. No puedo evitar observar que en las paredes de la zona superficial de esta entrada corretean varios grillos del género Petaloptila, un habitante frecuente en cavidades del sur y del litoral ibérico. Avanzamos poco a poco descendiendo por la diaclasa, observando los espeleotemas de las paredes, bajo el goteo incesante del agua en nuestros cascos. El descenso se realiza en varios fraccionamientos y algún pasamanos corto, hasta la zona más profunda de la cavidad (a unos -60 m). Aquí, la diaclasa se abre en una sala no muy amplia, pero bastante alta, y con un suelo constituido por bloques caídos. De aquí pasamos a la siguiente sala, pero para llegar a ella hay que realizar una última bajada de unos tres metros. En esta zona profunda cabe destacar la impresionante cantidad de espeleotemas (banderas, coladas y estalagmitas, entre otras), además de una de las formaciones más emblemáticas de la cavidad, una columna inclinada como resultado de un fractura sufrida en un terremoto datado en 1884.

Realizamos una parada en la actividad para comer, hidratarnos y reponer fuerzas en la zona de los bloques caídos. Por un descuido, cayó parte de nuestra comida y otro material importante (cantimplora, botiquín y un frontal de repuesto) en un hueco entre los bloques, lo que nos obligó a invertir cierta cantidad de tiempo en mover, y levantar algunos bloques para poder recuperarlas. Tras no poco esfuerzo por parte de todos los miembros del equipo, finalmente pudimos recuperarlo todo, pero la demora con respecto a la planificación inicial nos impidió realizar la segunda cavidad planificada para el día, la sima “Aguadero I”. Al salir de nuevo a la superficie, empapados por todo el goteo, el frío del exterior hizo que nos refugiáramos en la entrada hasta que todos los miembros del equipo estuvieran fuera, y comenzamos la vuelta a los coches sin demora.

La valoración del estado de la instalación y la conservación de la cavidad es muy positiva. No encontramos basura ni otros restos de actividad humana reseñables y, además de los grillos antes mencionados, se pudieron observar otros invertebrados en la cueva como un himenóptero (posiblemente un bracónido), un coleóptero leiódido, varios colémbolos, y varias arañas posiblemente de la familia Linyphiidae. Los espeleotemas encontrados no parecían sufrir más degradación que la sufrida por causas naturales como la actividad sísmica de la zona y el paso del tiempo.



Imágenes de la salida a la Sima Aguadero II (PR-9): 1) Equipo completo antes de la entrada en la sima, al fondo: Txomin, Aran, Vir e Irene; abajo: Amparo; derecha: César. 2) Irene repasando el anclaje para asegurar que el spit entrara bien. 3) Vir tras la columna caida. 4) De izquierda a derecha: Irene, César, Amparo, Vir y Txomin. 5) Aran, Irene y Amparo. 6-8) Diversos espeleotemas observados 










CURSO DE BARRANCOS (PARTE 1)

     Como cada año en Abismo hacemos curso y este año toca.... CURSO DE BARRANCOS. Este año nos apuntamos como cursillistas Andrea, Alejandro, Carolina y un servidor. A esta primera aventura nos acompañaban Sergio, Marta, Amparo, Olga, Rafa, Carlos, Santi y Toño como veréis muy bien acompañados y aconsejado.

    Todo esto comienza un bonito día de Junio, concretamente el día 6 con unas clases teóricas impartidas entre otros por Sergio (presi de Club) y Santi, en la sede donde nos empiezan a mostrar un poco el terreno por donde nos vamos a mover próximamente...

    

    Fin de semana completo el que íbamos a tener, ya que después de las teóricas vendrían las prácticas en el barranco de Viana donde ya empezaríamos a practicar todo lo aprendido el día anterior.



    Primero una toma de contacto en bajito para ver como se bloquea el 8 y poder comprobar que el nudo Machard no funciona bien para todos lo integrantes del grupo, bien sea por que son un poquito jabalís o porque no sabemos hacer bien el nudo (que será lo mas normal). Hay que darle mucha caña para que nos pueda salir bien. He dicho el Machard pero también estuvimos tocando el Prusik. Son dos tipos de nudos autobloqueantes. Voy a poneros un poco lo que es cada cosa para poneros en contexto...


El Prusik es un nudo autobloqueante bidireccional, esto quiere decir que se bloquea con una tracción que proviene tanto desde arriba como desde abajo y requiere un mínimo de experiencia para su ejecución. Además de su uso para el ascenso en cuerda doble, es utilizado también para las subidas en cuerda estática y para maniobras de rescate. Su efecto bloqueante es tan potente que es más difícil aflojarlo una vez que lo ponemos bajo la tensión del peso de nuestro cuerpo, pero es justo por esto, que es el más seguro.


El Machard es un nudo bloqueante unidireccional y bidireccional, dependiendo de por donde pase el ojal; el Machard unidireccional es también conocido como nudo Klemheist. Como el Prusik, es adecuado para los descensos en doble cuerda, y tiene la ventaja de desbloquearse con más facilidad una vez que entra en tensión; al mismo tiempo es también más fácil y veloz de realizar y de deshacer.

    Pasamos todo el día del sábado, algunos se quedaron a dormir allí y otros nos volvimos a casa para a la mañana siguiente volver a darle caña a las cuerdas. Aun así nos tenían guardada una sorpresita por cortesía de Toño y Rafi: nos pusieron un rapel guiado en el cual a mas de uno se le llevo una pequeña regañina.... RAFAEL POR FAVOR!!!! 



    No puedo dejar pasar que durante estas jornadas tuvimos con nosotros una joven promesa del club, y no lo digo por que sea mi hijo jejeje. Ahí estuvo dándole duro a practicar en pared. Que mayor se me esta haciendo.... Aquí os muestro al equipo Rafa´s

    Bueno hasta aquí os puedo contar lo que fue ese fin de semana. Siempre maravilloso y en muy buena compañía.

    La travesura no ha hecho mas que comenzar.....

Entrada destacada

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