El día amanece despejado en Alcaucín,
donde hemos pasado la noche los integrantes del Club Abismo que vamos a
realizar la actividad: Amparo, César, Aran, Irene, Vir y Txomin. Ha sido un mes
excepcionalmente lluvioso y es prácticamente el primer día soleado tras varias
semanas de precipitación casi ininterrumpida. Parece que tenemos una breve
ventana de buen tiempo para nuestra actividad, así que vamos a aprovecharla.
Eso sí, como la caliza de los sistemas kársticos es “una esponja”, damos por
hecho que en la cavidad nos caerá todo el agua retenida por la roca las semanas
anteriores.
El acceso por la pista hasta el lugar
donde dejaremos los vehículos se presenta mucho mejor de lo esperado, sin
apenas barro. Llegamos poco después de las 9:30 am, y comenzamos a preparar el
material y a ponernos el equipo necesario. Nos desplazamos a pie hasta la
entrada de la cavidad “Aguadero II” o PR-9, donde nos llama la atención que
justo en la boca, que está un poco por debajo del nivel el suelo, el aire es
bastante más cálido que el del exterior.
La cavidad es visitada con cierta
frecuencia por espeleólogos, y tiene ya chapas instaladas. La instalación de
las cuerdas la realiza Aran, que además ya conocía la sima, e Irene la ayuda a revisar un spit que
parecía no entrar bien en la cabecera. La primera parte de la cavidad es una
diaclasa estrecha. No puedo evitar observar que en las paredes de la zona
superficial de esta entrada corretean varios grillos del género Petaloptila,
un habitante frecuente en cavidades del sur y del litoral ibérico. Avanzamos
poco a poco descendiendo por la diaclasa, observando los espeleotemas de las
paredes, bajo el goteo incesante del agua en nuestros cascos. El descenso se
realiza en varios fraccionamientos y algún pasamanos corto, hasta la zona más
profunda de la cavidad (a unos -60 m). Aquí, la diaclasa se abre en una sala no
muy amplia, pero bastante alta, y con un suelo constituido por bloques caídos.
De aquí pasamos a la siguiente sala, pero para llegar a ella hay que realizar
una última bajada de unos tres metros. En esta zona profunda cabe destacar la
impresionante cantidad de espeleotemas (banderas, coladas y estalagmitas, entre
otras), además de una de las formaciones más emblemáticas de la cavidad, una
columna inclinada como resultado de un fractura sufrida en un terremoto datado
en 1884.
Realizamos una parada en la actividad
para comer, hidratarnos y reponer fuerzas en la zona de los bloques caídos. Por
un descuido, cayó parte de nuestra comida y otro material importante
(cantimplora, botiquín y un frontal de repuesto) en un hueco entre los bloques,
lo que nos obligó a invertir cierta cantidad de tiempo en mover, y levantar
algunos bloques para poder recuperarlas. Tras no poco esfuerzo por parte de
todos los miembros del equipo, finalmente pudimos recuperarlo todo, pero la
demora con respecto a la planificación inicial nos impidió realizar la segunda
cavidad planificada para el día, la sima “Aguadero I”. Al salir de nuevo a la
superficie, empapados por todo el goteo, el frío del exterior hizo que nos
refugiáramos en la entrada hasta que todos los miembros del equipo estuvieran
fuera, y comenzamos la vuelta a los coches sin demora.
La valoración del estado de la
instalación y la conservación de la cavidad es muy positiva. No encontramos
basura ni otros restos de actividad humana reseñables y, además de los grillos
antes mencionados, se pudieron observar otros invertebrados en la cueva como un
himenóptero (posiblemente un bracónido), un coleóptero leiódido, varios
colémbolos, y varias arañas posiblemente de la familia Linyphiidae. Los
espeleotemas encontrados no parecían sufrir más degradación que la sufrida por
causas naturales como la actividad sísmica de la zona y el paso del tiempo.
Imágenes de la salida a la Sima Aguadero II (PR-9): 1) Equipo completo antes de la entrada en la sima, al fondo: Txomin, Aran, Vir e Irene; abajo: Amparo; derecha: César. 2) Irene repasando el anclaje para asegurar que el spit entrara bien. 3) Vir tras la columna caida. 4) De izquierda a derecha: Irene, César, Amparo, Vir y Txomin. 5) Aran, Irene y Amparo. 6-8) Diversos espeleotemas observados