TRAVESÍA TONIO-CAÑUELA (23-Nov-2025

Marta, Israel, Roberto, Juan Manuel, César, Jesús

 


Cuando oyes Tonio-Cañuela es sinónimo de un mito de la espeleología cántabra. El paso de los años le han quitado épica, pero mantiene su majestuosidad. Llevaba muchos años queriéndola hacer. Así que cuando Sergio (Presi) me preguntó qué proponía para esta salida, no lo dudé: si me das la oportunidad me gustaría hacer “El Tonio”.

Tras desayunar, vestirnos ya con el traje de exploración, nos dirigimos a Cañuela a dejar uno de los coches. De ahí a las cabañas de Buzulucueva. Para mí, fue una sorpresa saber que ya se podía ascender en coche, ahorrándonos la calcetinada desde Socueva.

Hace muchísimo viento, aunque la temperatura es muy superior a la esperada en esta temporada. Nos refugiamos tras una de las cabañas para terminar de equiparnos y nos dirigimos a buscar la boca. Vamos un poco despistados siguiendo el track y el propietario de una de las cabañas nos indica el camino correcto por señas desde la distancia.

Un grupo de personas de pie sobre pasto

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Israel, “Jota”, Marta, César y Rafa, justo antes de iniciar la travesía. Foto: Jesús Guinea

La planificación y el liderazgo de la actividad lo va a llevar Marta, que por cierto lo hizo fantásticamente bien. Por otro lado, contamos con la espléndida información de Pepe Serrano (Viana)

Ya en la entrada, “Jota” y Marta van instalando la cuerda, en medio van Israel y Rafa y cerrando César y yo desmontando y recogiendo cuerdas.

Un hombre acostado en una roca

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Israel bajando el P15 de entrada. Foto: Jesús Guinea

 

Una vez dentro se van sucediendo los pozos y pasamanos sin olvidarnos de la Diaclasa Vertical que es el punto que a mí al menos, es el que más me preocupa. Vamos tranquilos, pero sin perder tiempo. Vamos instalando y recogiendo en el orden establecido. Tenemos que reservar la cuerda de 60 para el P13 (-55 m).

 

Ave parada en la rama de un árbol

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Rober iniciando el descenso de la “diaclasa vertical” Foto: Jesús Guinea

 

En el P7 (-13 m) nos despistamos y la cuerda sube con el nudo final. Nos damos cuenta de inmediato y con una pequeña trepada recuperamos la cuerda sin problemas. Tomamos nota para que no nos vuelva a suceder.

Ya en la diaclasa, “Jota” la supera el primero y Marta nos va indicando a los demás como pasarla sin dificultad. En mi caso, con eso que confundo la derecha y la izquierda, me quedo bloqueado en un punto que no me deja respirar. No me queda otra que volver subir para arriba y volverlo a intentar siguiendo las indicaciones de mis compañeros.

Ascendemos el pequeño resalte que pasa y descendemos dos pequeños pozos que nos dejan en la cabecera el P13 (-55 m) Para recuperar la cuerda nos quedamos sobre el caballete “Jota” y yo que desmontamos sin problema.

Imagen que contiene exterior, pasto, hombre, esquiando

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Acceso al P16(-33m). Foto: Jesús Guinea

 

Se suceden los pozos y llegamos al P16 (33 m) sabemos que es difícil de recuperar la cuerda pero en vez de fraccionarlo a -20, seguimos descendiendo hasta el final. Se nos rizan un poco las cuerdas y pasamos un mal rato, hasta que conseguimos recuperarla.

Se suceden una serie de pequeños resaltes y el P19 (-22 m) que nos deja sobre el Meandro de la Borrasca. Aquí cambiamos el orden pues Marta me lo ha reservado para que lo instale y tenga el privilegio de ser el primero en descender a la sala Olivier Gillaume. Es espectacular el rappel desde el techo y contemplar una sala tan inmensa.

 

César descendiendo desde la Sima de Tonio a la sala Oliver Guillaume. Foto: Jesús Guinea

 

Tras descender todos nosotros el último pozo, desmontamos y ensacamos la cuerda. Ya se ha acabado la verticalidad, ahora el paisaje cambia por completo y nos recorremos la cueva de Cañuela buscando su salida de la forma más cómoda posible. Antes de proseguir, hacemos parada a comer algo y beber agua.

Desde arriba se divisa perfectamente la sucesión de catadióptricos que indican el descenso y salida de la sala hacia la Antesala. En algunos momentos tenemos que parar para consultar la reseña y comprobar que vamos por el camino correcto. En la Sala de la Encrucijada, no somos capaces de encontrar la galería de bulevar, así que nos dirigimos a la salida por los conductos inferiores que nos lleva por fin a la Galería Oeste, muy cerca de El Puente.

Esta galería ya me resulta familiar de una visita anterior, por lo que la recorremos hasta alcanzar el pasamanos, de ahí en pocos minutos alcanzamos la salida de la cueva.

 

Imagen rotada de una roca

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César contemplando las magníficas formaciones de Cañuela. Foto: Jesús Guinea

 

Ya en el exterior notamos el calor bochornoso que hace en el valle. Al descender nos pasamos de largo el camino que conduce al puente lo que nos obliga a rectificar y volver sobre nuestros pasos. Por fin llegamos a la carretera. Los conductores van a buscar los coches, mientras Marta, Israel y yo hacemos amistad con perro del lugar.

Un grupo de personas sentadas en el suelo

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Marta e Israel con nuestro amigo perruno esperando a los coches para volver al albergue. Foto: Jesús Guinea

 

Una actividad muy gratificante, de las que hacen afición. Esperemos que pronto salga alguna más para seguir disfrutando del mundo subterráneo.

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