Domingo 11 de marzo de 2007.
Carlos, Alicia, Montse, Ángel y Paco Toquero.
Lo que en un principio iba a ser la sima de Manuel Mozo, aplazada la semana pasada, se cambió por la de La Raja ya que se adaptaba mejor a los componentes del grupo.
Tras quedar en el club a las 8 de la mañana del domingo para coger el material salimos para la sima, recogimos a Montse que nos esperaba en el 103 con el pan de pueblo que siempre se agradece. En Villanueva de Alcorón nos encontramos con Ángel como habíamos quedado y ya todos hacia la sima. Serían las 11.15 cuando empezamos a bajar, Carlos se encargó de la instalación que sin ser una cueva muy exigente, nos obligó a instalar dos nudos de dos gazas en cabecera y en un pozo intermedio, así como un romano al final del pasamanos que daba acceso al pozo final. Serían las dos cuando estábamos todos en la cota máxima. Picamos algo y para arriba. Alicia se empeñó en desinstalar y para que discutir. Estábamos todos fuera a las 5 de la tarde.
Ya de vuelta hicimos parada para relajarnos un poco en el entorno del balneario de Trillo.
Paco Toquero
Carlos, Alicia, Montse, Ángel y Paco Toquero.
Lo que en un principio iba a ser la sima de Manuel Mozo, aplazada la semana pasada, se cambió por la de La Raja ya que se adaptaba mejor a los componentes del grupo.
Tras quedar en el club a las 8 de la mañana del domingo para coger el material salimos para la sima, recogimos a Montse que nos esperaba en el 103 con el pan de pueblo que siempre se agradece. En Villanueva de Alcorón nos encontramos con Ángel como habíamos quedado y ya todos hacia la sima. Serían las 11.15 cuando empezamos a bajar, Carlos se encargó de la instalación que sin ser una cueva muy exigente, nos obligó a instalar dos nudos de dos gazas en cabecera y en un pozo intermedio, así como un romano al final del pasamanos que daba acceso al pozo final. Serían las dos cuando estábamos todos en la cota máxima. Picamos algo y para arriba. Alicia se empeñó en desinstalar y para que discutir. Estábamos todos fuera a las 5 de la tarde.
Ya de vuelta hicimos parada para relajarnos un poco en el entorno del balneario de Trillo.
Paco Toquero