El pasado sábado 10 de noviembre había quedado con Isabel Grande, una amiga del Camino de Santiago, para hacer alguna caminata por el campo. Por fin nos habíamos decidimos por la Ruta de Carlos V, entre Tornavacas y Jarandilla de la Vera, en Cáceres.
Dicha ruta surgió hace 451 años, cuando el emperador Carlos (I en España, que no V) iba hacia su retiro en el monasterio de Yuste, y en vez de dar la vuelta por Plasencia durante 6 jornadas se decició a atravesar la sierra de Tormantos en una sola, conectando el valle del Jerte con el de La Vera. Gran parte del camino estaba empedrado con grandes bloques poco uniformes, difícil andadura tendría la comitiva real.
Nosotros comenzamos a las 11:30, algo tarde pero a muy buen ritmo. Fue un día de mucho sol de noviembre, no pica pero que se hace sentir cuesta arriba, y con una previsión inicial de 8 horas aún llegamos de día.
Desde los 874 ms. de Tornavacas íbamos bajando entre huertos y prados por el valle del Jerte hasta encontrarnos con un enorme bosque de robles y castaños. Subimos al Collado de las Losas, bajamos al Puente romano en un par de horas, y volvimos a subir hacia el Collado de las Yeguas hasta los casi 1.500 metros, desde donde se otea toda la comarca de La Vera. A esas horas ya habíamos hecho uso de casi todas las vituallas de nuestros morrales. Bajamos por una ladera muy empinada al principio y muy suave y entre bosques más tarde, hasta los 585 ms. de Jarandilla.
Al emperador ya sólo le quedaban 10 kilómetros hasta Yuste, los demás ya habíamos llegado a destino. Carlos llegó a decir tras terminarlo “no volveré a franquear otro puerto más que el de la muerte”. Y eso que él iba a hombros, en una silla portada por los lugareños de la zona.
En definitiva, un día estupendo junto a un grupo de amigos: Julio, Julio, Ana, Carmen, Carlos, Enrique, Rafa, y por supuesto Maribel. Y lo que hablamos sobre los efectos beneficiosos del zumo de cebada (científicamente hablando) está en outdoor.es noviembre pag 36 y ss.
Fotos de Maribel G. Hidalgo
Dicha ruta surgió hace 451 años, cuando el emperador Carlos (I en España, que no V) iba hacia su retiro en el monasterio de Yuste, y en vez de dar la vuelta por Plasencia durante 6 jornadas se decició a atravesar la sierra de Tormantos en una sola, conectando el valle del Jerte con el de La Vera. Gran parte del camino estaba empedrado con grandes bloques poco uniformes, difícil andadura tendría la comitiva real.
Nosotros comenzamos a las 11:30, algo tarde pero a muy buen ritmo. Fue un día de mucho sol de noviembre, no pica pero que se hace sentir cuesta arriba, y con una previsión inicial de 8 horas aún llegamos de día.
Desde los 874 ms. de Tornavacas íbamos bajando entre huertos y prados por el valle del Jerte hasta encontrarnos con un enorme bosque de robles y castaños. Subimos al Collado de las Losas, bajamos al Puente romano en un par de horas, y volvimos a subir hacia el Collado de las Yeguas hasta los casi 1.500 metros, desde donde se otea toda la comarca de La Vera. A esas horas ya habíamos hecho uso de casi todas las vituallas de nuestros morrales. Bajamos por una ladera muy empinada al principio y muy suave y entre bosques más tarde, hasta los 585 ms. de Jarandilla.
Al emperador ya sólo le quedaban 10 kilómetros hasta Yuste, los demás ya habíamos llegado a destino. Carlos llegó a decir tras terminarlo “no volveré a franquear otro puerto más que el de la muerte”. Y eso que él iba a hombros, en una silla portada por los lugareños de la zona.
En definitiva, un día estupendo junto a un grupo de amigos: Julio, Julio, Ana, Carmen, Carlos, Enrique, Rafa, y por supuesto Maribel. Y lo que hablamos sobre los efectos beneficiosos del zumo de cebada (científicamente hablando) está en outdoor.es noviembre pag 36 y ss.
Fotos de Maribel G. Hidalgo
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