Otro año más fuimos al "Asalto al Castillo de Sigüenza" dentro de los actos de sus ya X Jornadas Medievales. Llegamos al medio día del sábado y tras las habituales presentaciones con el nutrido grupo de conocidos espeleólogo-asaltantes nos preparábamos para el primer plato fuerte de la jornada, que no era otro que la suculenta paella que Jaime y sus esbirros empezaban a preparar a modo de bienvenida. Tras la digestión y el reposo bien merecido por tal agasajo gastronómico nos dirigimos al palenque a presenciar uno de los espectáculos del apretado programa que no era otro que las justas y juegos medievales a caballo así como los combates a espada muy real, por cierto, que hacía saltar las chispas en cada envite.
No dimos tiempo a terminar el evento, en parte debido al fuerte calor que hacía este año en Sigüenza y por otra porque había que irse preparando para el "asalto". Reclutamos a toda la tropa de Abismo que en esta ocasión la componíamos Jesús, Paco "pintor", Ángel, Miguel, Jordi, Miguel Ángel y yo, Paco T. y nos dirigimos hacia el castillo en un deambualar callejero rodeado de puestos con viandas y abalorios de todo tipo. Ya a los pies del castillo nos volvimos a encontrar con Jaime para recoger la indumentaria para meternos en el papel de rescatar a la Reina Dª Blanca de Borbón y con los demás miembros que también participaban en el asalto.
Sobre las nueve y media de la noche empezaban a sonar los tambores de guerra y tras terminar la exibición de cetrería que se ofreció a los pies del castillo llegó nuestro momento con una enorme expectación (la mayor de todas las ediciones celebradas). Para los que participaban por primera vez les explicamos lo que había que hacer y algunas otras cosillas, fruto de la experiencia de asaltos anteriores, para que todo saliera perfecto y sobre todo no descuidar la seguridad y aunque al público le parezca sencillo nos subimos a casi 30 metros de altura y hacemos de actores-extras a la vez colgados de una cuerda.
Paco Toquero
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