Aterrizamos en primer lugar en la Sima de Alcorón o de la Zapatilla, situada a la izquierda de la carretera hacia Peñalén, más o menos a 5 km desde el cruce hacia Zaorejas. El acceso se ve bien, es una pista con un indicador fabricado en piedra, que da acceso a un refugio, junto al que se abre la sima.
La sima está acondicionada para bajar, pues se construyeron escaleras (algo más de 200 escalones, y bien altos), con pasamanos de cuerda, hasta alcanzar un gran pilón donde se represa el agua que mana sobre una magnífica colada. Bastará un frontal o alguna linterna para bajar al agua, pues aún llega claridad desde la boca.
El pilón se ubica a unos 65 m bajo la superficie, pero en contra de lo que parece, la cavidad se continúa a través de un estrecho orificio junto al pilón, alcanzando entre estrecheces y grietas verticales los 88 m de profundidad.
Nosotros bajamos hasta el agua, disfrutando del bello color que proporcionan a la cueva los musgos y algas, muy abundantes porque entra bastante luz. Aprovechamos además para ir tirando unas cuantas fotografías de recuerdo, alguna de las cuales podéis ver aquí.
Más tarde nos dirigimos hacia Poveda de La Sierra, y ascendemos a los altos, donde hace unos años dedicamos bastantes esfuerzos a la localización y exploración de simas verticales.
Cantera de caolín en Poveda de la Sierra. Sobre ella, los llanos de los altos, nuestra antigua zona de trabajo. |
Subimos por la pista que asciende desde el Tajo, pues en primer lugar deseamos desviarnos por el camino de la ladera a ver si encontramos la Cueva de los Tamboriles, con objeto de visitarla y explorarla, si no ofrece mucha dificultad. Sin embargo, el camino no estaba en buen estado y finalmente tuvimos que darnos la vuelta, a riesgo de quedar atascados en algún barrizal.
De acuerdo con la bibliografía, alcanza los 200 m de recorrido, y destaca en su topografía la gran amplitud en ciertos tramos, casi de 50 m. Esta cueva no la hemos visitado nunca, y los datos que comentamos proceden de 1975, por lo que no estaría de más echarle una ojeada y tomar algunos datos y fotografías.
Tras dar la vuelta, subimos definitivamente a los altos, deteniéndonos en el entorno de las simas PSI-4 y PSI-5, cuyas bocas deseamos fotografiar, y alguna más si nos da tiempo.
Nada más detenernos y comenzar a andar surgen las sorpresas: encontramos tres cavidades que no conocíamos, verticales y muy sugerentes. Una de ellas, especialmente, se abre en un hundimiento reciente. Las paredes son de tierra en su comienzo, indicando que hace poco que se abrió su boca. Las otras dos son más antiguas, pero bien aparentes. El sondeo inicial arrojando piedras indica que el pozo inicial no es demasiado profundo, ni tampoco amplio, pero podría alcanzar los 10-15 m. Se confirma que nuestra antigua zona de Poveda sigue poseyendo grandes posibilidades, estando todavía inexplorada en su mayor parte. Tomamos buena nota de estos datos.
Entrada a una de las tres nuevas simas, con una pinta... |
Buscamos y localizamos varias de nuestras PSI, fotografiando las entradas para el archivo fotográfico del club, y al ir haciéndose tarde decidimos volvernos, pues el viaje de vuelta es largo.
Nos quedamos pues con las ganas de explorar la Cueva de los Tamboriles, y con los dientes largos pensando en que quizá alguna de las tres nuevas simas se acerque a nuestro tan buscado “-100” en aquella zona (lo máximo hallado se dató en -70).
Entrada a la sima PSI-4 (-55 m) |
Dejamos aquí la propuesta de efectuar una salida para cumplir esos objetivos, y hacemos el propósito de volver por allá no tardando demasiado. Una salida de un día, hierros, iluminación y equipo topográfico en ristre, y a la vuelta tendremos la satisfacción de incorporar varias nuevas cavidades al catálogo provincial.
Pero ojalá no vengamos con el trabajo acabado, porque querrá decir que hemos encontrado algo más grande de lo acostumbrado por allá...
Interesados, contactad con Javi (coelocaulon@hotmail.com).
F. Javier Rejos y J. Rejos
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