24-enero-2016
PARTICIPANTES: Rafa (Ciudad Real), Marta, Paco, Nacho, Ricardo Valdehíta, Luis e Israel
Aprovechando la oportunidad de que la cueva del Gorgocil se puede visitar y hay nuevos socios del club, decidimos empezar bien el año y juntarnos para pasar la primera cueva del año juntos.
Quedamos a las 9:15 en el bar de Tamajón. Tras unas primeras presentaciones y saludos nos dirigimos a Muriel donde nos vestimos de cazafantasmas para ir camino a la cueva. Una mezcla de nervios e ilusión se palpaba en el ambiente. Sobre todo para Ricardo y Luis, que aunque habían hecho un par de cuevas, hacía tiempo que no se metían en ninguna. Rafa ya llevaba unas horitas levantado ya que el pobre venía de Ciudad Real de un tirón. Una pequeña clase teórica de arnés y aparatos y palante.
Seguimos la senda del río hacia arriba hasta llegar a la boca, situada a unos 2 km o menos del pueblo (11:15 de la mañana). El primero en entrar fue Ricardo (Ahí estamos valiente!!!). Pasamos la primera mini-gatera y estuvimos con las luces apagadas un par de minutos para habituar las pupilas. Un poco de relax antes del comienzo. Pensando que tardaríamos poco, le dije a Ricardo que sobre las 14:00 estaríamos en casa, que era una cueva pequeña y que no se preocupara que llegaría a casa pronto.
Llegamos a la rampa y Paco subió el primero para quedarse arriba ayudando a los que iban más verdes. Sin ningún problema nos encontramos en la sala que esta pasada la gatera. Decir que a la entrada de la gatera sale otra gatera a la izquierda que te evita el arrastrarte los 6 o 7 metros que tiene la otra gatera, cosa que hicieron Nacho y Paco, los veteranos del club (como saben los jodíos).
Nos “perdimos” por todas las pequeñas salas y gateras que tiene el Gorgocil antes de dirigirnos hacia la rampa que da a la sala del órgano. Fuimos poco a poco por todos los agujeros, gateras, rampas,etc para no perdernos detalle de los rincones de la cueva hasta llegar a la entrada de la gatera de 90 metros. ¿Quién fue capaz de hacerla entera? Solo de verla te entra claustrofobia. Aunque Paco nos invitó a pasarla ninguno decidimos probar. Rafa creo que ni siquiera cabía de lo grande que es. “Si pasa él, pasamos todos” dijimos entre risas.
Volvimos de nuevo para dirigirnos al órgano, quedamos asombrados de la gran columna que se formó allí hace ya xxxx años. Se aprecia como caía el agua en cascada haciendo esa formación maravillosa (por desgracia inactiva). Nos echamos la foto y para delante. La pared era digna de ver, paredes con colores negros y amarillos de los diferentes metales que corrían por ella te hacían parar cada metro a mirarlos.
Llegando al final decidimos montar una cuerda para bajar la última rampa hacia las maravillas. Una doble cinta a dos columnas que están estratégicamente situadas. Menos mal que estaba Nacho para dar seguridad a la instalación. Aunque es una rampa, al final tiene un pequeño volado de 3 metros que hace que te pegues un pequeño vuelo que te acelera el corazón. Ya que éramos 7, se hizo un poco larga la espera abajo y mientras unos bajaban, otros visitamos ya la galería. Así que cuando bajó el último ya empezamos a subir los primeros.
Yo (Israel) subí el primero y Marta después. Yo decidí subir por un lateral, donde hay una pequeña rampa, asegurado con la cuerda y Marta subió por el volado, cosa que le costó Dios y ayuda ya que el corte que hace la cuerda hace difícil pasar el puño hacia arriba. Un poco de esfuerzo y el frío que tenía abajo se transformó en calor intenso del esfuerzo que tuvo que hacer.
Después de Marta subió Ricardo como una exhalación ya que eran las 14:45 y estaba nervioso por si su mujer llamaba a la Guardia Civil por las horas que eran (lo siento Ricardo, se nos hizo larga la mañana y ¡¡¡No hay cobertura!!!). Una vez subió Ricardo salimos él y yo rápidamente hacia el pueblo a llamar a la mujer con un poco de miedo por si ya estaba la G.C. de camino. Por suerte estaba más tranquila que él. Es curioso como tardamos casi 4 horas en recorrer la cueva y tan sólo unos 10 minutos en salir. De hecho en lo que tarde en pasar la gatera que da a la rampa de entrada, Ricardo ya estaba saliendo de la cueva.
Allí dejamos a los compañeros mientras les esperamos en el pueblo. A las 16.00 ya estábamos todos juntos y tras un pequeño picoteo y unas largas despedidas nos fuimos todos para casa.
La verdad que me sorprendió gratamente la cueva dado los pocos metros que tiene de desarrollo (unos 500m). Bonita y entretenida. Repetiremos.
Israel Camacho
Guapa la cronica y guapa la cueva, tambien me sorprendio gratamente, y aunque estuvimos más tiempo del previsto, merecio la pena sin duda.
ResponderEliminarRicardo
Richar, ya sabes, a la familia hay que decirles que vas a tardar mas de cuatro horas de lo que se tarda en realidad, así si hay algún contratiempo y se tarda un poco más, no avisan a los rescatadores.
ResponderEliminarIsra, por fin! Enhorabuena, cuanto me alegro que la hayas hecho. Enhorabuena también al resto y me alegro de las nuevas incorporaciones.
ResponderEliminarY ya sabes que cuando andas dentro de un bujero las horas se te pasan sin enterarte, o es que no recuerdas esa espera de media hora en majadillas? A algunos os parecieron unas dos horas, jejeje