XVI Curso de Iniciación Espeleológica 2018 – Prácticas en Cavidades


21 y 22 de abril de 2018
Bosque de Valsalobre

La prueba de fuego para los cursillistas, enfrentarse a las cavidades verticales por primera vez en su vida. Pero la historia comienza un día antes, con los instaladores luchando por conseguir llegar a las bocas de las simas. Las recientes nevadas y el viento que debió de hacer, habían provocado un cataclismo en este bosque, no había visto nada igual en mi vida. Tuvieron que lidiar con los arboles cruzados en el camino, unos los apartaban como podían y otros a cortarlos en dos partes para poder despejar el camino.

A las 9 del atardecer consiguieron empezar a montar las vías de cuerdas necesarias para bajar a las simas. Cuando salieron de las instalaciones sobre las 12 de la noche, al refugio que está a más de diez kilómetros. De nuevo a cortar árboles a tutiplén para poder llegar. Esta noche con tanto trajín en los caminos, Luis V. que iba en moto se calló haciéndose un esguince, una baja de uno de los monitores del curso.
El sábado a las ocho de la mañana salían el resto del grupo, cursillistas y monitores, hacia el bosque de Valsalobre. Sobre las diez y media de la mañana ya estaban preparados con los equipos puestos. Se formaron los grupos para cada una de las cavidades que teníamos previstas. No fue rápido eso de entrar en las cavidades, teníamos overbooking. La Escuela de la Federación Madrileña, también estaban de curso de iniciación, con lo que nos tuvimos que poner de acuerdo. Como ellos estaban preparados antes que nosotros, empezaron antes en dos de las cavidades y eso retrasó a nuestros grupos que entraron más tarde de lo planeado.
Sima Alfa – 2
Por suerte está sima la teníamos libre a primera hora (once y cuarto), así que el grupo de chicas capitaneado por Montse, Marta y Esthela llevaron a Ana y Paz.
En la boca de entrada tuvieron que usar los antirroces, un primer reto que ya les habíamos enseñado en las prácticas en exteriores.
Un pozo de entrada de veinte metros que da acceso a un pequeño meandro, lo bajaron sin dificultad.

Otro pozo en el que tuvieron que utilizar la técnica del péndulo, pues el pozo se desfonda llegando a los 27 metros.
Otro meandro con pasamanos que da acceso a un pozo de unos 8 metros. No se montó el último, pues hay que mejorar esa instalación para que sea más segura. Según la topografía de que disponemos bajaron a unos - 60 m. Habría que volver a topografiar esta sima para comprobar estas medidas.
Al igual que la bajada, subieron con mucha soltura, estando todas fuera a las tres y cuarto de la tarde.
Cuatro horas que les llevó esta primera sima.

Sima Z- 3
El grupo de instaladores, Toño, Canfran y Rafi, comienzan a las once y media. A las tres y media de la tarde ya habían terminado todo la instalación. En 4 horas dejaron esta sima preparada para el curso.


Sima Juan Herranz II
Este grupo comenzó a entrar a las once y media, pero llevaban delante a los del otro curso. La cosa se retrasaba demasiado. 
El grupo Comandado por Sergio E. y ayudado por Nacho G. y Alberto, bajaron alternados con Carmen, Ivan y Juanma. En la cabecera del pozo de 36 m. decidieron salir y dejar que avanzase el otro grupo.
Sima Juan Herranz I
Este grupo tuvo que esperar a que dejasen libres las vías los del otro curso y empezaron a entrar a las 12. El grupo de monitores, Santi, Sergio B., Carmen, Parri y Pablo, bajaron en paralelo al estar esta sima instalada en doble vía. Los monitores fueron Sergio J., Isma, Juan Antonio y Juan Carlos.
Además de la visita obligada a la Sala del Lago, Santi les llevó hasta los pasamanos. Conocieron lo que es pringarse de barro.

Dedicaron bastante tiempo en visitar esta cavidad, saliendo a las seis menos cuarto. Cinco horitas de nada.

Los que iban saliendo, aprovechaban para comer y reponer fuerzas para su siguiente reto.

Sima Juan Herranz I
A las seis de la tarde el grupo de monitores, Montse, Esthela, Alberto, Nacho G. y Arturo, se encargaron de Paz, Ivan y Ana. Visitaron la Sala del Lago y a las nueve, ya de noche terminó de subir la última pareja de monitor y cursillista.
Sima Z- 3
El primer grupo que bajaba después de los instaladores, a las seis y cuarto de la tarde, estaba compuesto por Sergio E. y Marta que llevaron hasta los -96 a Juanma y Carmen. Este fue el grupo de cursillistas que consiguieron la cota más baja. A las nueve y media ya estaban cambiándose en los coches.
Sima Alfa – 2
De nuevo se repetía esta sima a las 6 y media de la tarde. Canfran, Parri y Segio B. acompañaron a Sergio Jaraba. Tres monitores para un solo cursillista, lo llevaron arropadito.
A las ocho y veinte de la tarde ya estaban todos fuera.

Nos dirigimos al refugio, no sin antes sortear un porrón de arboles medio cruzados por los caminos. Cenita, charla y a dormir.
El Domingo costo un poco salir del refugio, algunos holgazanearon un poco, pero más o menos todos estábamos en el lugar de las simas casi a la hora prevista. A vestirse de nuevo, algunos con los monos un poco húmedos por culpa del agua que les cayó en las simas el día anterior.
 Sima Juan Herranz II
Este grupo comenzó a entrar a las once. El grupo Comandado por Sergio E. y ayudado por Rafi, Carmen y Montse, bajaron alternados con Carmen (cursillista) y Juanma. Solo les dio tiempo a bajar hasta la base del pozo de 36 m. En cuatro horas estaban todos fuera, incluyendo a los desinstaladores.
Sima Z- 3
A las once comenzaban a bajar primero los instaladores, Pablo, Parri y Esthela, hasta los -96 m.
A continuación entró Sergio Bravo, seguido de Ana, Paco, Nacho G., Ivan cerrando grupo. Los tres primeros llegaron hasta la repisa que da acceso al último pozo, los demás en fraccionamientos intermedios. Los desinstaladores empiezan a subir y nos obligan a dar a todos marcha atrás y empezar a subir. 
A las dos y media todos fuera.

Sima Alfa – 2
Nacho y Arturo montaron equipo con Juan Carlos, Juan Antonio y Sergio J. Otra vez se nos adelantaron los del otro Curso. Tardaron una barbaridad, con lo que solo Juan Carlos bajó el pozo de entrada.

Comida, entrega de los diplomas y cierre de curso.

A algunos aún nos quedó esperar casi toda la tarde hasta que los de Club Ara que también andaban de curso, nos desinstalaron la Juana I.


Ahora queda una salida aún no programada para el varano a las grandes cavidades cántabras.


Paco Cuesta

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