De simas y mosquitos por el Alto Tajo
Vídeo montado por Paco Cuesta, ilustra muy bien el por qué del título:
Exploraciones en el Alto Tajo, junio 2017
Ese fin de semana nos fuimos un buen puñado de abismeros a las parameras del Alto Tajo, con la intención de avanzar cositas en el entorno más cercano a la sima de Alcorón, pues queremos terminar esa parte para publicar un monográfico con todo lo que hay allí, lo histórico y lo nuevo. Ya sabemos que hay bastante gente deseando que se publiquen datos precisos sobre ciertas cavidades que hay por allí, pero esta es nuestra forma de trabajar y tendrán que esperar a que nuestros objetivos se hayan cumplido.
Al final fuimos 13 los que nos juntamos, desde el viernes noche al domingo, en distintos turnos como suele pasar, cada uno cuando pudo.
El sábado acudimos varios grupos desde distintos sitios y por varias rutas, logrando reunirnos 10 de nosotros en el refugio de la sima, y sin mucho retraso. Habían dormido en la zona Pablo, Iván y Luis Valero, y además Oscar que venía con la familia, Marimar y Carlos. De Guadalajara venía sólo yo, cargado el coche de material hasta las ventanillas, y Paco Cuesta desde la Sierra por la ruta de Trillo, mientras que Jesús Canfrán y Carmen venían de un pueblecito junto al embalse de Entrepeñas.
A patear
Al avisar Dani y Rebeca que llegaban después y nos localizarían sobre el terreno, nos fuimos caminando hacia el área elegida para la prospección. Ya sabéis, pasadas y pasadas delimitando los extremos con cintas de color, y mirando cualquier indicio, madriguera o lo que sea que haya que pueda parecer o indicar una entrada al subsuelo.
Pasamos así toda la mañana recorriendo al detalle un buen trocito. Hay que decir que simas, lo que se dice simas, sólo encontramos una que ya teníamos catalogada y que es poco importante (provisionalmente, ABI-080). Además, numerosos indicios fueron revisados y descartados, especialmente en algunas partes donde la roca aflora en superficie repleta de fisuras cruzadas, auténticos lapiaces colmatados parcialmente por tierra, donde cada grieta podría dar acceso a alguna cavidad.
Tan sólo una potencial entrada se marcó como "posibilidad", sabiendo que algún día habrá que volver a ver si moviendo los "cantos" que la circundan podemos colarnos hacia algún lugar... de estas "posi" hay ya en la zona más de 40 que quedan pendientes para cuando acabemos otros trabajos...
Esto se debe sobre todo a que estos colegas míos no desechan nada que pudiera ofrecer la más mínima probabilidad de acceso, y les encanta cavar, mover bloques, dar martillazos... Y no es descabellado, son varias las cavidades nacidas de "posis" que yo hubiera desechado a la primera, así que me descubro ante nuestros maestros desobstructores.
En fin, acabado el trocito prospectado, nos volvemos todos a comer a las mesas de la sima de Alcorón, donde replantearemos el trabajo para la tarde. Viandas, alguna cervecita, y hasta un rato de sesteo a la sombra de los pinos.
Avanzando con simitas y ñapas varias
Planteamos lo que podemos hacer por la tarde. Como somos muchos, optamos por destinar tres exploradores a una simita, una que llaman "JR", que mantiene algo de material en fijo, pues está pendiente de topo y alguna cosilla más. La idea es mejorar su instalación, imperfecta, limpiar lo que se pueda el pozo (tiene piedras, peligro...) y sacar el material que hay en ella para limpiarlo, pues por lo que dicen hay barro para aburrir. De este modo quedará preparada para una futura visita en la que la documentaremos y topografiamos, y otra al saco. Irían Jesús Canfrán, Rebeca y Dani, buen equipo.
Cabe decir que el intento fue fallido debido a problemas técnicos: Parabolt que no entra y finalmente se rompe, otro parte la roca al meterlo, burilador que tras expandir un spit se queda "gripado" y allí se quedó clavado en el pozo... cosillas que pasan. Al final, los compañeros se volvieron muy decepcionados, no habían llegado ni a encender la luz.
No es la primera vez que se nos atasca un parabolt de 10 mm... es una maldita broca defectuosa que no taladra a diámetro 10 y que siempre acaba junto al taladro, esta vez no volverá ya al cajón de las brocas...
Otros tuvimos mejor suerte. Pablo, Iván, Luis Valero y Óscar equiparían y descenderían una vez más a la sima Gurri, donde alguien había vuelto a poner un gran tocón de madera en la boca. Su misión aquí era confirmar el rumbo correcto en la topografía... esto porque esta simita histórica ha sido topografiada por tres grupos distintos, CAP, COMANDO (la catalogaron como C-16, pero es ésta), y ABISMO... y nuestra topo presenta el norte invertido respecto a las otras dos, lo cual es misterioso (¿estará mi brújula invertida?).
Duda resuelta, tras bajar y tomar las medidas con otra brújula, resulta que el norte "bueno" es el de la última topo y, sorprendentemente, en las dos topos preexistentes se presenta invertido... más adelante escribiremos alguna cosa al respecto en este mismo blog, pues no es el único caso que conocemos.
Finalmente Paco, Carmen y yo nos fuimos a la sima Rápida, instalándola hasta abajo con la intención de salir topografiando. Aunque hay una topo histórica, es algo imprecisa y, además, creemos que también la línea de norte es incorrecta (¿habrá algo en la zona que altera el magnetismo de las brújulas?).
Instalo yo, a ver si no se me ha olvidado, que últimamente no me dejan... Qué bien trabaja la cabecera sobre la vertical (buen trabajo hicieron los compañeros). Bajo hasta el fondo del primer pozo, repisa con gigantescos troncos y repleta de grava medio suelta que acaba cayendo a los dos pozos, uno a cada lado, que dan acceso al fondo.
Allí un spit en pared, acceso a nueva cabecera en inicio de resalte (otro spit y columna como natural) y luego rampa. Al final de la rampa el último pozo, otro spit, y abajo. Abajo, a esconderse al final deltodo lejos de los cantos que inevitablemente tiramos al transitar entre pozos, a algo más de 40 m.
Hacemos fondo todos, e iniciamos la toma de datos topográficos. Al rato baja Óscar procedente de la Gurri, mientras los demás se van a mirar por ahí alguna otra ñapa pendiente.
Vamos saliendo despacio tomando medidas, la planta del fondo hasta la conexión de los dos pozos, luego las verticales, la repisa entre pozos, cierre de poligonal con el otro pozo, y pozo principal hasta la cabecera. Ya es tarde y ahí dejamos la topo, pero lo que queda es el embudo de la entrada y lo topografiaremos mañana en un rato y desde el exterior, pues son ya más de las 22 h.
En esta sima, y en las demás, destacable es la densidad de mosquitos... hay miles y miles de bichos volando cuando bajamos, abajo, en todas partes. Agotamos el agua sólo para hacer que pasaran garganta abajo... algunos salimos ya cenados de las simas. Increible.
Diré que los compañeros fueron más listos que yo. Les había comentado que el grupo Comando indicaba la conveniencia de llevar un pañuelo cubriendo boca y nariz en ciertas simas y estas fechas, y varios se lo apuntaron y allí bajaban embozados como bandoleros... yo no me lo tomé en serio y creo que algún bicho de esos todavía revolotea por mis conductos nasales, auditivos, pulmones... en otros no gracias al mono. No os lo podéis imaginar, de verdad.
La "ñapa" misteriosa
Como decía, mientras masticábamos y escupíamos mosquitos en la sima Rápida, Pablo, Iván y Luis se acercaron a algunas de las "ñapitas" pendientes, es decir, esas cositas a fotografiar y tomar dos medidas por su escaso desarrollo e interés espeleológico, aunque sí tienen su merecido interés científico.
Remiran por allí y encuentran un agujero descendente, se cuelan y ven que amplía en rampa, con algunas formaciones y todo, y que se hunde al final, verticalmente, en una estrecha grieta de unos 3-4 m, que dejan para otro día.
También se cuelan por una gaterita lateral que rápidamente permite ponerse de pie a favor de una diaclasa, una diaclasa que finalmente se desfonda en un pozo estrecho, bastante estrecho, pero profundo, bastante profundo. Al menos 30 y las piedras siguen rebotando bastante rato. Hay spits y alguna marca de pintura, alguien estuvo aquí y bajó, es evidente. La inscripción dice "STD 1978", grupo histórico en la zona, habrá que buscar datos al respecto.
Se reúnen con nosotros y nos cuentan lo que han encontrado... ese agujerucho que pensábamos no daría para más que un rato, dos medidas y ya está, y resulta que vamos a tener que reequiparlo, bajar, revisarlo... en fin, tendremos que divertirnos un rato, que para eso estamos.
Ya reunidos en el refugio de la sima, tras esperar a un grupillo de rezagados que se habían despistado por las pistas, se marchan Carmen y Jesús, y los demás nos preparamos para la pernocta, a cenar, charlar un rato y descansar, pensando en lo que toca mañana.
Domingo, otro día de lucha con los mosquitos
Rehacemos el plan. Dani y Rebeca volverán a la JR a quitar ese maldito burilador, lo cual se logra gracias a un destornillador fino que penetra por el agujero del eje y así, finalmente, se puede desenroscar.
Se quedan allí a ver qué pueden mejorar, con el objetivo principal de bajar y sacar el material que hay, que está hecho una guarrería. Parece ser que este agujero posee paredes embarradas, en muchísimos sitios con un dedo de barro... imaginad cómo estará la cuerda. Según cuenta Dani, hasta los bloquedadores de ascenso le patinaban de vez en cuando, algo que resulta muy, muy molesto, lo sé por experiencia.
Finalmente saldrían con las sacas de material, indistinguibles unas de otras al margen de su color... misión cumplida, dentro de lo que cabe, y ya volveremos a rematar.
Revisando ñapas para acabar el día
Los demás, mientras tanto, hemos estado liadillos. Jorge llega por la mañana y con él nos dirigimos a acabar la topo de la sima Rápida, que ya presentaremos el resultado definitivo.
Luego hacemos dos grupos. Pablo y Luis Valero se dedicarán a resolver incógnitas en ABI-080, María I (Chica III) y Chica IV, y los demás (Jorge, Iván, Paco y Javi) iremos a la ñapita esa con diaclasa a ver si podemos bajar algo.
En ABI-080, agujero de 2,5 m y postencial continuidad a otro pozo pero tapada por restos y sedimentos, Luis y Pablo hacen su labor... anclados por si acaso eso se desfonda, quitan como un metro de tierra, restos y piedras, hasta mover una gran laja de roca. No hay manera, no hay conexión alguna por esa grieta que parecía podía tirar... trabajo acabado.
Se van a la sima María I (Chica III ) y revisan un agujerucho a su lado. Ya lo habíamos mirado, pero por asegurarnos... nada, una grieta de unos metros que se hace impenetrable totalmente. Y finalmente, la pequeña Chica IV, que son seis metros pero no habíamos bajado a mirar. Bajan, comprueban por debajo y demás, y nada de nada, trabajo acabado.
La diaclasa de la ñapa
Para allá que arreamos los demás. Paco finalmente opta por quedarse fuera, si hay que reequipar asume que se va a quedar helado esperando y no tiene muchas ganas. Ya bajará cuando esté preparada bien, si le apetece.
Nos ponemos monos y hierros, maldito calor que da el mono. Bajamos a la torca y arrastras por el agujero... y qué bonito es el interior, hay bastante coladas y concreciones en las paredes, un poco secas pero bien majas. Eso sí, los mosquitos zumban y nos comen, o mejor dicho, nos los comemos (no son de los que pican, por fortuna)... y eso que la gran mayoría se concentran en los techos formando piñas de bichos que parecen manchas, pero son realmente miles y miles de mosquitos reunidos en masas negras.
Vemos la grieta final, ya bajaremos. A la gatera huyendo de los mosquitos, y a ver cómo podemos instalar.
En efecto, el conducto se desfonda "pero bien". Natural y spit preexistente, y abajo. Es una diaclasa estrecha, casi siempre tienes a mano las dos paredes, y con salientes, por lo que la cuerda rozará pronto. Debido a ello, a unos 8-10 m hay que anclar otra vez, recurrimos a los Multi Monti de 10. La roca es buena, por fortuna, canta muy bien, aunque hay muchos sitios calcificacos, de colada, que hay que evitar.
Abajo y abajo hasta un bloque grandote, anclamos una cinta a un puente como reaseguro y nos reunimos allí los tres, más que nada para que Iván y Jorge puedan ver cómo se montan los anclajes, es un buen sitio para dar una clase práctica. Allí optamos por descencer por lo más estrecho, no es masoquismo, es que es donde la roca ofrece buenas posibilidades, y además proporciona mejor vertical que el otro lado.
Otro monti y prolongación con cinta de un palmo para evitar que el ocho roce la roca (a modo de exprés), y abajo, un poco fastidiado bajar los primeros metros debido a mi tamaño, la saca, taladro, bolsa de burilar... pero luego muy cómodo hasta el siguiente anclaje.
Así alcanzamos otro sitio de roce, hay un spit decente, pero está puesto en un saliente de roca, dura pero es un saliente no muy ancho. No se ha abierto pero no nos parece demasiado fiable. Lo utilizamos, pero montamos una cinta alrededor de todo el saliente que hay encima como reaseguro, trabajando ambas cosas bastante bien, y abajo. Apreciamos suelo allá abajo y podremos alcanzarlo sin más anclajes.
Es una repisa, se abre otro pozo, quizá 8-10 m, y se ve suelo de nuevo. Hay un spit dentro del pozo, y habría que equipar en la repisa para aproximarnos sin roces, pero la cuerda ya escasea. La dejamos caer y vemos que alcanza bastante justa el fondo, si reequipamos montando aproximación nos vamos a quedar a dos metros del fondo. Optamos por un antirroce y un descenso y ascenso cuidadoso para evitar los roces. Así, desde este último fraccionamiento hacemos fondo, sobrando 2-3 m de la cuerda de 65.
Hay agua, un hilillo corre por el fondo. El fondo será de unos 8-10 m, en la diaclasa, por un lado sale al agua en un gour pequeño, blanco níveo, y se fuga por el otro, dejando también calcificaciones. Sobre nuestras cabezas la diaclasa asciende entre salientes, es evidente que podíamos haber bajado por otros sitios, pero hemos acertado la vía por la que bajaron anteriormente, suponemos que STD, pues asumimos que la equipación original es suya. Estimamos que hemos bajado unos 50 desde la cabecera del primer pozo.
Bueno, ya sabemos lo que habrá que hacer, completar la instalación, documentar y topografiar. Nos vamos, Iván desmontará con Javi por encima, Jorge nos precede a corta distancia. Aunque estrecho, es un pozo muy cómodo, vas apoyando en todas partes, casi se podría subir trepando a oposición y agarrando salientes. Ojo que hay piedras sueltas en repisas, a veces de buen tamaño... hay que seguir limpiando cuando volvamos.
Salimos todos desmontando. Ha sido divertida y entretenida. Yo, que hacía mucho que no equipaba colgado, la he disfrutado mucho.
Arriba nos reunimos con los demás, nos vamos al punto de encuentro en el refugio de la sima, donde compartimos impresiones sobre los trabajos y cosillas del fin de semana.
Finalmente nos separamos y nos marchamos a dejar el material en el local, hay trastos y cordada sucios para aburrir...
En fin, todo esto es lo que hicimos el fin de semana, hemos acabado algunas ñapas pendientes, resuelto incógnitas, pateado un trocito considerable, hecho nuevos hallazgos... y sobre todo echamos un fin de semana muy agradable con los compañeros, que es lo que cuenta.
De los resultados, topos e informes, más adelante publicaremos un avance en el blog, y fichas nuevas de cavidades en la web de abismo.
Javier Rejos
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