Del 2 al 5 de noviembre de 2018
Por fin he podido visitar un tubo
volcánico. Llevaba tiempo con la idea en la cabeza, pero el tema de desplazarse
con el equipo de espeleo a Canarias, con lo que supone el tema aeropuertos y
peso en el equipaje hizo que fuese posponiendo esta visita.

Las jornadas se inauguraron el 2
de noviembre con la presentación del libro Legados
de Fuego, aunque ya por la mañana habíamos estado de excursión por las
faldas del volcán en el Parque Nacional del Teide, donde nos dieron a conocer
los contenidos de este impresionante paraje. Os dejo este enlace de un libro guía para
visitar el Parque Nacional.
El 3 de noviembre, en el Centro
de Visitantes de Telesforo Bravo comenzaron las conferencias.
·
¿Afecta el cambio climático al ecosistema
subterráneo volcánico? José Luis Martín Esquivel, nos dio a conocer los datos de
su estudio en una cavidad volcánica con un registro de mucho tiempo y buscando
la relación entre los cambios detectados en la cavidad y el cambio climático.
- · Alfredo Lainez Concepción explicó la formación de los tubos volcánicos a partir del modelo de la Cueva del Viento.
- · El investigador Nemesio Pérez Rodríguez nos explicó los controles realizados del gas radón en cuevas, particularmente en la Cueva del Viento. También nos habló sobre la importancia de la Geotermia como potencial de poder convertirse en un recurso energético.
- · La arqueología canaria y su historia, corrió a cargo de Matilde Arnay de la Rosa que nos trasladó en el tiempo para darnos a conocer la importancia que tuvieron las cuevas para los primeros pobladores de las islas.
- · Pedro Oromí Masoliver , explicó con detalle el mecanismo y los procesos que permiten la aparición de nuevas especies en el medio subterráneo de los terrenos volcánicos.
Este mismo día por la tarde
tuvimos una mesa redonda, donde se habló y debatió sobre los diferentes aspectos de la espeleología y de los problemas
para la exploración de cavidades, debidos al aumento de las prohibiciones por
tema de conservación y el exceso de normas y permisos.
Un numeroso grupo de
participantes en estas jornadas visitaron la Cueva del Viento, pero unos cuantos
nos fuimos a visitar la Cueva de San Marcos.
Este tubo volcánico se sitúa en el acantilado
que se eleva sobre la ensenada de la Playa de San Marcos, ubicada entre la
Punta de las Coloradas y la Punta del Callejón, en el municipio de Icod de los
Vinos.
Es la segunda cueva más
interesante de Tenerife, después de la Cueva del Viento. Este tubo volcánico
pertenece al mismo sistema que la Cueva del Viento y la de San Felipe. Está
compuesta por tubos superpuestos, grandes galerías que la recorren, llegando a
una longitud aproximada de 1.800 metros y cuenta con dos bocas de entrada que
se encuentran a distintos niveles.
La entrada es baja pero el
desarrollo interior contiene amplias bóvedas y salas pero también algunas
gateras.
Hacia 1968 se descubrió el primer
troglobio terrestre del archipiélago, Loboptera subterranea. No presenta ningún
inconveniente para que en su interior pueda desarrollarse especies adaptadas a
la vida subterránea. Sin embargo la realidad es que cuenta con pocas especies y
casi ningún troglobio. De las 21 especies de invertebrados censados, no todos
colonizan por igual el tubo volcánico, habiendo algunas que se limitan a la
zona de entrada, y otras que profundizan, más hacia el interior.
La cavidad está formada por tubos
superpuestos de hasta tres niveles distintos, salas desde donde parten varios
tubos en diferentes direcciones y contiene galerías con cuatro y cinco ramales
paralelos. La formación de un canal de lava por donde el fluido circula como si
se tratara de un río. El proceso de techado del canal es posterior a una
creación de placas desde los bordes hacia el centro o por el acumulo de una
capa superficial de escoria o por la unión de plastas suben por los dos lados
hasta acabar fusionadas entre sí.
Según el mapa geológico de IGM,
las lavas del acantilado de San Marcos son de la serie de basaltos antiguos,
estimando una antigüedad entre 1 y 1,5 millones de años.
En nuestro recorrido prácticamente
vimos toda la cavidad llegando hasta el final de estos conductos. Es fácil
caminar por estos tubos menos en algunas zonas donde restos de piedras volcánicas
hacen un poco más complicada la visita. Hay galerías con grandes alturas en sus
techos y también hay que pasar por pasos estrechos que no conllevan gran
dificultad.
La verdad es que si tenéis
ocasión de visitar algún tubo volcánico, no dejéis pasar la ocasión.
Por último agradecer a los espeleólogos
de la Federación Canaria que nos guiaron por esta magnífica cueva de San Marcos.
Y a la participación y organización de las jornadas de su presidente Jaime
Álvarez Aguiar, que estuvo en todo momento pendiente de las necesidades que
iban surgiendo.
El 5 de noviembre, último día de
las jornadas, visitamos La Atalaya, una galería de agua donde recibimos una
completa explicación sobre los aspectos de la Hidrogeología de Tenerife.
Fotos: Antonio González y Paco Cuesta
Paco Cuesta
Paco Cuesta
Les falto la otra ramificación de la cueva
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