CUEVA DE LA AUTOPISTA Y AVEC AMPLE
Participantes: Carmen, Irene, Rafa, Arturo, Toño, Miguel y Esthela
Fecha Actividad: 5 y 6 Febrero de 2022
Una de las bocas de entrada... o salida
Irene tenía muchas ganas de enseñarnos en Gandía la Cueva de la Autopista, así que finalmente pudimos poner fecha para coincidir unos cuantos y allá que fuimos. Miguel, se unió por la tarde para disfrutar de la actividad del día siguiente.
A las 10 ya estábamos en el aparcamiento donde nos equipamos
con ropa más ligera de lo habitual (pues la cavidad es bastante cálida), rodilleras y sacas con bastante agua
Tras la aproximación de unos 10 – 15min, llegamos a la boca
de la cueva, así que, con la topo en mano, nos dispusimos a entrar.
Nuestros guías de lujo
Irene encabeza la marcha. Un aspecto característico de esta cavidad es su laberíntica morfología, lo fuimos comprobando una y otra vez durante la visita. Nuestro primer objetivo era el P50, donde nos esperaba Bart Simpson y el punto topográfico nº50 ;) . Durante esta primera parte de la cueva, podemos observar principalmente galerías fósiles y polvorientas, que distan bastante de lo que nos espera más adelante.
Continuamos y nos dirigimos al Pozo del Alucine y la Sala de
las Maravillas. Irene y Rafi a la cabeza, brújula y topo en mano, poniendo a
prueba constantemente el sentido de la orientación.
Brújula en mano, comprobando el rumbo
Llegamos primero al Pozo del Alucine, realmente hace honor a
su nombre, que preciosidad, las paredes están repletas de bellas formaciones,
con prudencia nos asomamos al pozo, con ganas de descenderlo, pero lo dejamos
pendiente de bajar para la próxima visita.
Salimos del pozo del Alucine y ponemos rumbo hacia nuestro siguiente objetivo “El jardín”, cuando ya casi lo estamos “oliendo” nos damos cuenta que volvemos a pasar por el mismo punto, paramos, Irene y Rafi se reorientan en seguida, y tras varias bifurcaciones llegamos a esta maravilla de sala.
Irene y Arturo que ya han estado en otra ocasión en la
cavidad, comenta que el color blanco de las formaciones se está deteriorando.
Una auténtica joya por la
cantidad y calidad de formaciones de aragonito, la blancura de los aragonitos
se ve mermada por el polvo que se va levantando con los años en cada visita.
Seguimos avanzando y nos dirigimos a la Sala Blanca. Según la topo debería estar al lado, pero tardamos un poco en encontrarla. Si hasta ahora
todo nos había impresionado, en esta sala sobran lugares para fotografiar. De
hecho entre risas y fotos, Toño nos tiene que avisar que todavía nos queda
mucho que ver. Venga, Toño una foto más ;) Delicadas formaciones por todas las
paredes nos obligan a movernos con mucha delicadeza para no estropear nada.
Aquí tenemos que decidir si visitar el Mar de Coral o poner rumbo a la salida. Irene y Arturo no lo conocían de la anterior visita, y el resto estuvimos de acuerdo. Llegamos mucho antes de lo esperado, de repente Irene y Rafi empezaron a conectar rápidamente salas y bifurcaciones.
En esta zona de la cueva se aprecian numerosos espeleotemas
formados en medio acuático en agua remansada, con agrupaciones de cristales
de calcita y hermosa morfología.
Mar de Coral
Tras unas cuantas horas en la cueva, cansados pero con la sensación de haber disfrutado de éstos rincones tan maravillosos, ponemos dirección a la salida. Hasta el final, la cueva nos estuvo poniendo a prueba con sus laberínticos pasadizos. Muy agradecidos a Irene y Rafi porque gracias a ellos pudimos conocer toda esta cavidad.