Improvisada salida con uno de nuestros miembros infantiles, Rafa, aprovechando una vueltecita que dimos por Soria.
Desde el 30 de abril la Junta ha prohibido la entrada durante la temporada de verano para la protección de la fauna de quirópteros. Nosotros en esta fecha próxima solo encontramos un grupo grande pero muy concentrado en una zona de la cavidad. En el resto de la misma no vimos murciélagos.
Por falta de tiempo solo visitamos la galería a la que se accede desde la entrada, recorriendo el Paseo de las Hormigas, sorteando la sima del Perro (justo tras ella es donde estaban los murciélagos) llegando al Confesionario. Disfrutamos de las formaciones, aunque reconocimos lo deteriorada que está la cavidad por las pintadas de la gente.
Algunas fotos del interior.
Finalmente llegamos a la primera de las ventanas que dan al cañón del Duero y salimos al exterior.
A continuación, enlazamos con la galería paralela, o galería del Alto Duero, pero decidimos no recorrerla, pues era tarde. Llegamos a la zona de la estrechez donde vimos el cartel de peligro por falta de oxígeno. En esta zona ya se empezaba a sentir algo enrarecido el aire, pero al meter el oxímetro en la estrechez, el nivel bajó a 18 (no me acuerdo bien), por lo que, aunque atravesé hace muchos años este paso, en esta ocasión nos quedamos aquí.
Decidimos volver por una ruta alternativa, buscando la segunda ventana del cañón, lo que nos permitió airearnos por segunda vez y disfrutar de las vistas.
Para no volver sobre nuestros pasos, esta vez conectamos con la primera ventana realizando la trepada de acceso gracias a una cuerda de apoyo instalada con nudos para agarrarse. Hay que decir que no resulta cómoda si no estás ágil y acostumbrado a estas cosas, por lo que, si no se ve uno seguro, es mejor retroceder.
Finalmente recorremos el camino de vuelta a la salida procurando no molestar al grupete de murciélagos y salimos al exterior.