Zona de Abismo en el Alto Tajo, enero 2024 (I)

 Zona de Abismo en el Alto Tajo, enero 2024 (I)

Desobstruyendo y explorando, primera parte (26/01/2024)


Volvemos a coincidir un día de diario de esos que algunos tenemos libres de vez en cuando, y somos José Luis Arias y Javi Rejos los "zumbaos" que nos vamos para la zona.

Objetivos: Pues intentar desobstrir dos cosas de esas que llamamos "posibilidades" ("posis" más cariñosamente), ambas con un asterisco en las libretas de pendientes por su buena pinta. 

De estas "posis", consideradas al margen de las cavidades, sabed que se han marcado ya 74, y sólo hemos trabajado media docena.

Las vamos dejando para el final, porque habiendo agujeros en los que ya se cabe, no es plan invertir tiempo y energía (no poca, creedme) en intentar su desobstrucción, y lo habitual es que tras horas y horas de trabajo, finalmente nada de nada.

Si nos da tiempo, miraremos también algún agujero de los localizados el año pasado por la parte donde deben estar algunas "Ces" de Comando, a ver si son o no esas perdidas que buscamos.


Sima C-10, un estrecho tubo de 5 m, localizada al fin.


A desobstruir a primera hora y con buen ánimo.

Cerca del territorio llamado El Puntal está la primera, codificada como Posabi-073.


Así encontramos la entrada

Es una posible sima tapada con piedras, aparentemente fueron colocadas adrede cubriendo cuidadosamente una entrada evitando así el peligro. Echando alguna piedrecilla entre los resquicios, se oye caer un poco, es decir, hay hueco debajo. 

Dejamos el coche a cierta distancia y nos vamos a quitar cantos, no llevamos material, sólo luz y los "desobstructores" imprescindibles (azada, palanca, etc.).


A la derecha las piedras tal y como estaban

En cuanto levantamos un par de piedras se hace evidente la presencia de un conducto vertical por debajo, y es evidente que las piedras se pusieron para taparlo, pues su colocación fue cuidadosa. Y debió ser hace mucho tiempo, porque estaban cementadas con tierra y habían crecido hierbas y arbustillos que las fijaban más aún.

En poco tiempo tenemos a nuestros pies un pozo vertical de algo más de 3 m de profundidad, desarrollado a partir de una diaclasa orientada de este a oeste (92º N).


Emmpezamos a probar la herramienta...

Tras su limpieza, se abre una entrada de unos 80 x 40 cm, ampliando algo abajo en el sentido de la fractura hasta alcanzar unos 2,5 m, pero manteniéndose estrecha (60 cm máximo abajo).


... y conseguimos abrir una boca penetrable.


Aunque ya vemos lo que hay, nos volvemos al coche a por la escala y algún hierro más, y de nuevo a la nueva sima para bajar y ver si abajo nos ofrece algo interesante.

No es que fuera muy ancha, pero ya se entraba bien.

Jose y la escala, qué le vamos a hacer, somos espeleos antiguos...

Aquí se aprecian algunos de los bloques obstruyendo todavía parte de la entrada


Por desgracia, abajo en los extremos se hace impenetrable rápidamente, así que ahí nos quedamos. La documentamos y tomamos los datos para dibujar un plano, dejando finalizados los trabajos.


Grieta impenetrable en el fondo, nos quedamos aquí...

Al terminar se vuelve a cubrir cuidadosamente con los bloques y piedras de forma que no ofrezca riesgo alguno para los animales o transeúntes.


Así la dejamos, tras acabar de documentarla. Ya no hay riesgo.


En relación con esta pequeña sima, más tarde consultaríamos a  Óscar, nuestro amigo de Villanueva y buen conocedor de sus cavidades, por si tiene alguna referencia sobre ella.

En primera instancia nos dice que nada sabe al respecto, pero quizá pueda preguntar a alguno de los mayores del pueblo. El hecho de que la boca estuviera tapada con losas, de manera cuidadosa, sugiere que la sima fue conocida y podría tener nombre propio. Si no fuera así, le asignaremos el nombre que nos aconseje, el más acorde al entorno donde se sitúa. Hasta entonces se quedará como ABI-110 que es el identificador que le corresponde.



A por la segunda, Posabi-063, a ver si ésta...

Situada ya en el término de Zaorejas, cerca del área conocida como "Cerro Sima", también está taponada por piedras aunque no parece que nadie las haya puesto allí, en el fondo de una pequeña depresión asociada a una vaguadita.

Hay entre esos  bloques un pequeñísimo orificio y al arrojar piedras oímos un sugerente eco, bajan bastante.


El estrecho orificio entre bloques está ahí, entre la hierba, y hay eco sugerente al dejar caer las piedras por el mismo.


Nada, nada, al grano. Comenzamos quitando tierra alrededor y tirando de la barra para apalancar los bloques sujetos con ella. Al poco ya sabemos que hay al menos dos largos bloques, de considerable tamaño, metidos más o menos verticalmente en el hueco.


Empezamos a "descementar" los bloques



Estos dos estaban metidos a presión verticalmente, son mayores de lo que parecen, pero ya se mueven...


Tras "deshuesarlos" bien, ya se mueven con facilidad y hay que sacarlos de la entrada. Los encintamos convenientemente para poder tirar y evitar que se nos vayan adentro donde quizá darían mucha más lata.

Así, tirando entre los dos y ayudados con la palanca, logramos retirarlos y los alejamos un poco de la boca para que no estorben y para que nadie que pase tenga la tentación de echarlos dentro otra vez.


Preparados para sacarlos intentando a toda costa que no se vayan abajo


Ya es evidente que hay un conducto vertical que se amplía debajo, y el sondeo arrojando cantos arroja unos 10-12 m de pozo, según estimamos.


Retirados los dos bloques, el conducto es evidente, pero todavía impenetrable


Pero la entrada es todavía impracticable, así que seguimos limpiando y limpieando el borde terroso buscando la roca o bloques, y efectivamente hay uno bien hermoso, con forma más o menos aplanada (con un palmo de ancho como mínimo) y que está "clavado" en la misma entrada algo por debajo de la superficie.

No se mueve fácilmente, pero la palanca logra desplazarlo un poquito. Seguimos dale que te pego quitando tierra alrededor, sacando fuera algunos puñados, echando abajo otros.


Tras quitar más piedras y tierra, nos encontramos el bloque grande empotrado que ya no fuimos capaces de quitar, hace falta otra estrategia


Finalmente lo tenemos más o menos suelto, hay hueco alrededor, y comienza el proceso de apalancar para movilizarlo todo lo que se pueda.

Podríamos intentar tirarlo abajo, bastaría girarlo para que enfile en la estrechez, pero la presencia de un saliente poco más abajo, y lo angosto que se aprecia (promete... promete un poquito de sufrimiento), nos hace temer que si lo echamos se quedará atascado en cuña, y entonces habría que recurrir a romperlo trozo a trozo, y ya en el interior, con muchísimo más trabajo y no poco peligro.


El bloque ya movilizado, pero demasiado grande y pesado, si intentamos sacarlo lo más probable es que se caiga y bloquee el conducto, que no es amplio

Así que, tras darle más vueltas que un perro buscando cama para preparar su futura retirada, estimamos que lo mejor es extraerlo recurriendo a un cabestrante, subiéndolo y arrastrándolo, preparando un lado de la entrada quitando tierra hasta que haya una rampa facilitadora (como hacían los egipcios para subir los "cantos" a las pirámides).

Para sujetarlo se nos ocurren varias cosas, desde anclarle un parabolt o tornillos MMS (alguna experiencia tenemos ya), a traspasarlo con un taladro y pasar una cinta, dyneema o cable. Sea de una u otra manera, luego se engancharía el cable del cabestrante bien sujeto a un árbol cercano, y veríamos si la idea resuelve o no.

Así que, con este plan en la cabeza, los dientes largos y unas ganas terribles de ver lo que hay tras el "tapón", dejamos la nueva sima bien tapadita con troncos y ramas, y como es ya buena hora, nos vamos a comer a Villanueva.

La nueva sima, todavía impracticable, es codificada como ABI-111, pero lo más probable será que sea finalmente llamada Sima de Cerro Sima V, y es que es la quinta nueva que encontramos en esta parte del territorio. A ver si hay suerte y esta se hace famosa.

 

Exploraciones vespertinas

Un cafecito tras la comida sienta muy bien y nos reanima, así que nos volvemos a la zona hacia el subsector Hoyanco, allá casi en el límite entre Zaorejas y Peñalén.

Vamos a explorar alguna más de las seis que localizamos el pasado año por allá, para intentar confirmar si entre ellas están las simas C-9 o C-10, dos de las "perdidas" de Comando.

Como la tarde caerá pronto, tras dejar el coche nos dirigimos a las más cercanas, concretamente las denominadsas ABI-104, ABI-105 y ABI-106.

Nos vamos con un poco de material (la escala viene, por supuesto) para bajar a valorarlas. Si alguna, ojalá, tirara más, habría ya que hacer un trabajo más completo y volveríamos después a trabajarla.

 

ABI-105 [Sima C-10 de Comando, confirmada].

Alcanzamos esta sima en primer lugar, consistente en un orificio pequeño en su entrada, a nivel del suelo y sin embudo, más o menos circular en contorno, de unos 50 x 60 cm.


Esta es la entrada, no muy grande, la verdad

Se aprecia el fondo, que medimos arrojando 5,10 m de profundidad. Echamos la escala para bajar y documentarlo.

Se va ensanchando un poco bajo la entrada, hasta el fondo, de 1,60 x 60 cm, obstruyéndose por sedimentos terrosos y piedras.


Y aquí, preparada para el descenso. La escala está bien, pero en pozos estrechos es un poco engorrosa porque hay poco margen de maniobra para las piernas.


Un detalle curioso es que en las paredes rocosas, más bien hacia la entrada, se localizan un par de puntos con arañazos, rayas, y no se nos ocurre su origen.

Aparte de un par de hongos descoloridos, hay algunos huesos en el fondo, identificados por Virginia como huesecillos de la pata  y la mandíbula inferior de un chanchito (jabalí juvenil). Un rayón o jabato cayó al fondo de la sima y no pudo escapar, por lo que parece.


La mandíbula del chanchito, como nos chivó Virginia (gracias, "expert").


Tras analizar los datos del grupo Comando y la topo que presentaron en su memoria de 1993, se corresponde perfectamente con la sima C-10, que sabíamos estaba en este entorno y que ha permanecido perdida desde su descubrimiento.


 

ABI-106 [Sima del Hoyanco II]

Nos dirigimos a la segunda. Se trata de una diaclasa ensanchada que desciende a modo de pequeño callejón, con el fondo cercano y visible, pero que debe descenderse para verificar si existe continuidad abajo.

Se trata de una estrecha grieta con orientacion este-oeste, oscilando su anchura entre 40 y 50 cm, descendiendo en rampa por su extremo oriental y en vertical al otro lado, hasta los 2,10 m. Allí se prolonga por una grieta impenetrable que conecta con otro hoyo al lado occidental, de 70 x 80 cm aproximadamente y que baja a unos 80 cm.


Esta humilde cavidad se desarrolló a partir de una diaclasa, impenetrable en gran parte de su longitud.

Al final, nada, se tapa completamente de sedimentos.


Pobladas sus paredes por abundantes musgos y líquenes, así como helechos y algún hongo en los bordes (Geastrum sp.), una vez vista comprobamos que se queda ahí, simplemente en una grieta sin continuidad, completamente rellena de sedimentos y restos vegetales en su fondo, muy mullido por esta razón.


Un pedo de lobo, Geastrum sp., una bolita que se levanta sobre una base en estrella, aunque no se aprecia bien en la fotografía.


Aunque muy humilde, por su perfil desarrollado claramente a partir de una diaclasa sobre la roca calcárea, decidimos mantenerla en el catálogo como una cavidad más, se documenta y toman las medidas necesarias para hacer una sencilla topo.

Este diseño de entrada en grieta se aproxima a otra de las cavidades de Comando que permanece perdida en este entorno, la sima C-9. Sin embargo, ni las características de la entrada, el interior, ni la profundidad se acercan. No se trata de ésta sino de otra pequeña cavidad.


 

ABI-104 [Sima del Hoyanco I]

Ya atardeciendo nos dirigimos a otra cavidad que posee características similares a la previa, desarrollada sobre la roca a partir de una fractura igualmente orientada, más o menos, de este a oeste.

Posee en un extremo una especie de hoyo de paredes escarpadas salvo uno de sus lados donde el descenso es más bien en rampa, y cuya profundidad es de 1,20. 



Otra grieta parecida a la anterior, la escala más para evitar algún susto que otra cosa, porque las paredes están resbaladizas por el abundante musgo.

A favor de la diaclasa, con rumbo 113 ºN, la grieta se obstruye y poco más allá se abre de forma impenetrable, con algunos bloques empotrados a nivel del suelo.

Finalmente hacia su extremo se va abriendo y descendiendo verticalmente, alcanzando una profundidad máxima de unos 2,90 m.

Se prolonga descendentemente en rampa a través de una estrechez, impenetrable ya (unos 15 cm de ancho). Desciende así una profundidad de unos 2,5 m en fuerte pendiente, alcanzando (impenetrable) los 4,65m.


La grieta del final, sigue descendiendo, pero impenetrable. Parece que puede ser una madriguera de gato montés, según opinión de Jose, un experto.

Parece, a juzgar por lo observado por José Luis Arias, que podría tratarse de una madrigera, posiblemente utilizada por el gato montés, pero no es seguro.

Por el diseño, concluimos que tampoco se trata de la sima C-10 de Comando, sino otra distinta. La documentamos y se toman medidas para representarla, como se hizo con la anterior.



Y así, contentos aunque sin nada espectacular que contar, nos dirigimos al coche para volvernos cuando ya comienza a aterdecer. Otro día entretenido de los típicos de las zonas de Abismo.


AGRADECIMIENTOS

A Óscar Ibáñez por ayudarnos a identificar cavidades del entorno. Gracias a él se asignan nombres tradicionales a las cavidades o, en su defecto, los más apropiados según el topónimo correspondiente al lugar donde se ubican.

A Virginia, nuestra compañera de Abismo, gracias por la identificación de los huesos del chanchito (un rayón o jabato). Da gusto tener a mano expertos que nos enseñan de estas cosas.

Por cierto, el término me trajo a la memoria el recuerdo de cierta estancia en latinoamérica en la que conocí a "Panchito", un chancho muy cariñoso y amable. Era un pecarí de collar que, tras haber sido curado de las heridas sufridas por el ataque e un "tigre" (jaguar), decidió quedarse a vivir con sus benefactores. Le encantaba que le arrascaran la barriga.


José Luis Arias y F. Javier Rejos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Cambiamos el día de apertura de nuestro local al JUEVES!!

Os comunicamos que, a partir del 13 de febrero, nuestro local pasará a abrirse los jueves de 20:30 a 21:30 , en lugar de los martes como ve...