Empezamos 2024 con simitas, trabajos de zona, surgencias y artificiales, todo a la vez
El pasado día 3 de enero surgió la oportunidad de acercarnos a al zona a trastear un poco, en esencia a tomar el aire tras tanta celebración navideña, y poco más. Seríamos José Luis Arias y Javi Rejos los que pudimos salir.
Sólo la luz, botas y algunas notas de apoyo para intentar seguir buscando esas "Ces" perdidas.
El día, tal y como estaba previsto, amanece con nieblas y lluvia fina, el terreno está todo empapado y es seguro que nos vamos a calar, si no es por la lluvia será porque los arbustos y hierbas chorrean agua.
Primera visita: La Sima, en Peralveche
Fotografía amablemente "retocada" por Miguel. Gracias, compañero, por la nota de humor |
De camino hacia las parameras de Villanueva, José Luis plantea intentar acercarnos a esta cueva citada en el catálogo de cavidades de Guadalajara. Él vistió la cavidad hace mucho tiempo avanzando casi campo a través. Ahora hay algunos caminos que te acercan (creemos) más. No sabemos su localización exacta.
Al final acertamos de pleno y terminamos junto a una una depresión en cuyo borde se abre la boca.
La entrada a La Sima, que actúa como sumidero |
Copia de los datos y topografía del grupo ONZA, años 70 (de Fernández Tabera y Martín Yebra, 1982, Catálogo de cavidades de Guadalajara |
En la actualidad está prácticamente seca, no hay agua, al menos en su primera mitad. Más allá no fuimos porque no llevábamos equipo adecuado (por aquello de no ponernos perdidos de barro, vamos).
La entrada de agua debe ser importante durante las lluvias, quizá cuando se producen tormentas o eventos más torrenciales, pues todo el lecho de la cavidad está muy lavado y hay abundantes restos vegetales arrastrados al interior.
Parece que el agua inunda el fondo de la cavidad y con el tiempo se escapa por conductos del suelo, entre bloques.
El agua parece escapar por conductos impenetrables, entre bloques |
Avanzamos hasta una primera bifurcación. El ramal este lo desechamos rápidamente porque ya hay que tirarse al suelo y no vamos equipados. Retrocedemos al ramal occidental que nos lleva a lo que fue un lago de escasa profundidad, hoy seco, blanco por la calcificación, con varias coladas a favor de los aportes al mismo, y con abundantes perlas de roca en algunas partes de su fondo, especialmente allí donde por las coladas se aportaba agua al laguito.
En lo que hace no mucho fue un pequeño lago se formaron abundantes perlas de roca... |
Los aportes procedentes de coladas fueron los que favorecieron la formación de las perlas |
Vista esta parte, con alguna foto hecha con el móvil de José Luis, nos volvemos convencidos de que hay que volver con el mono para echar una ojeada más detallada y completa, la cueva es humilde, pero bastante curiosa y nos pica la curiosidad del otro lado, si habrá agua o estará igualmente seco.
PeViZa, trabajos en la zona de Abismo.
Vista la cueva previa, poco conocida pero interesantísima a pesar de sus escasas dimensiones, nos dirigimos ahora a trabajar en el término de Zaorejas, ya en nuestra zona.
Habíamos preparado un área para entretenernos, esencialmente seguir prospectando el entorno donde deben estar algunas de las "C" de Comando, barriendo alrededor de lo que ya revisamos el año pasado.
Alcanzado el subsector "Hoyanco" nos preparamos y nos dirigimos hacia dos cuadrículas de 200 x 200 m al sur de la parte prospectada. Sabemos que en el entorno ha de estar al menos una de las "C" que buscamos (C-9 y C-10 creemos que ya las tenemos, pero C-11 todavía no), por lo que hay que rastrear alrededor para intentar localizarlas.
C-11, inconfundible, todavía pendiente de ubicar |
Por fortuna ha dejado de llover, al menos desde el cielo, que sí llueve desde los árboles y los arbustos, y en consecuencia cuando acabamos el terreno previsto, vamos calados casi hasta la cintura. La temperatura, sin embargo, es muy agradable, no hace frío.
Tras barrer cuidadosamente las dos cuadrículas (unas 8 ha), no encontramos nada nuevo, pero al menos aprovechamos para tomar las coordenadas de una gran torca que se sitúa en el área barrida.
Área prospectada (400 x 200 m) en el subsector "Hoyanco" (Montaje sobre una imagen capturada de Google Earth) |
Acabado el rato de prospección, con las botas y pies calados, nos vamos a comer al refugio de la Sima de Alcorón y replanteamos la tarde.
Con la documentación de las simas "C" que buscamos tenemos también la correspondiente a la Sima de Alcorón o de la Zapatilla, donde hay todavía una pequeña incógnita pendiente, un hipotético conducto que no hemos logrado encontrar todavía.
Por lo que sabemos es de poca importancia, pero sería interesante reexplorarlo, si aparece. Si no, pues habrá que asumir que se ha tapado con bloques o sedimentos, o quién sabe...
Por los datos que tenemos debe ser un pequeño pozo, como mucho de 4-5 m, posiblemente de boca muy estrecha, y abajo podría prolongarse algunos metros lateralmente.
Los compañeros lo han buscado en un par de ocasiones, pero no llevaban la documentación, las notas y croquis sobre su posible ubicación, y quizá por ello no lograron dar con él.
Hoy las llevamos y nos las hemos estudiado bien, aunque no está muy claro, las referencias son imprecisas, y la sima tiene mucho recoveco por ahí abajo.
Pues bien, mira por donde miramos por donde "parecía" que debía estar, y ¡premio!, encontramos un conducto descendente entre bloques, que aprece "algo incómodo", pero factible. Parece que amplía debajo, pero no bajamos y por tanto no sabemos si será uno de los muchos agujeros que no llevan a ninguna parte, o el que buscábamos... ¿será?. Ya tenemos trabajo para otro día.
Además, como curiosidad, encontramos un disco metálico sucio y algo oxidado. Resultó ser lo que parecía, una peseta. Tras limpiarlo José Luis comprobamos que es una peseta de las primeras que se acuñaron con el busto del rey Juan Carlos I. Es singular porque en la cara va la imagen del rey, y en la cruz mantiene el escudo antiguo de las pesetas del antiguo régimen. Estas monedas se acuñaron en 1975, posiblemente lleva en la sima más de cuatro décadas.
La moneda finalmente legible, tras la limpieza efectuada por José Luis |
Tercera visita: Los Ojos de la Higuera y los refugios del campo de aviación de Peralveche (el de la Guerra Civil).
Tras acabar en la zona de trabajo nos volvemos a casa, pero como es pronto, decidimos ir a ver uno de los refugios antiaéreos del antiguo campo de aviación republicano que hubo en Peralveche, uno de los dos que tenemos localizados. Según lo que sabemos, al menos hay tres o cuatro, y alguno que quedó en construcción.
Está pendiente revisar la documentación y publicaciones que tenemos para intentar aclararnos, localizarlos todos y poder así documentarlos y levantar los planos topográficos como estamos intentando hacer con otros en la provincia.
Fotografías de otro refugio, el del campo de aviación de Zaorejas, llamado frecuentemente "El Búnker" |
Sabemos que era frecuente la construcción de un refugio principal, más profundo y con varias entradas, y luego se contruían otros menores por el entorno del campo. De estos pequeños hemos localizado varios en el campo de Zaorejas, cerca del "Búnker" que se sitúa en la zona de exploraciones de Abismo.
Restos de un pequeño refugio auxiliar, la fotografía es del campo de Zaorejas, donde hemos localizado los restos de al menos 3 de estos refugios menores. |
Esto es frecuente en los que conocemos, aunque es verdad que el montículo de escombro ha sido retirado en ciertos casos, sobre todo cuando el campo se ubicaba en campos que hoy son cultivos.
Al salir, vemos muy cerca restos de una obra que bien podría ser otro que quedó a medias, quizá el que cita la bibliografía como inacabado. Se trata de una zanja de dimensiones similares a las del refugio, con el escombro a los lados de ella.
Efectivamente, es perfectamente posible que se tratara de la excavación de otro que quedó inacabado permaneciendo allí en la actualidad el hoyo principal y a los lados las piedras y escombros extraídos del mismo. No se nos ocurre otra hipótesis que explique la excavación con el aspecto que tiene.
Tras echarle una ojeada, nos dirigimos a los Ojos de la Higuera, para enseñarle a José Luis la surgencia. Se llega con el coche casi a ella, y hoy no sale agua, como era de esperar.
Los Ojos de la Higuera, fotografías de la surgencia en un momento de actividad hídrica |
El arroyo de Vindel está cubierto de niebla, bajo nuestros pies, y no se aprecia mucho de las cascadas de toba bajo la surgencia. Merece la pena verlo un día claro, y si ha llovido lo suficiente podremos ver la surgencia y su arroyo de desagüe en pleno funcionamiento, y cómo se descuelga el agua en cascadas ladera abajo.
A la vuelta, ya en la carretera del desvío a Vindel, vamos ojeando los restos de edificaciones del antiguo campo, cerca del cruce a la carretera a Peralveche, y de pronto a nuestra derecha se levanta un montículo de tierra y piedras que resulta muy revelador.
La presencia de un montículo de escombros suele ser reveladora de la existencia de un refugio bajo el mismo |
Con los años, casi todos los travesaños están rotos, podridos, caidos o colgando del techo, en el túnel. Aunque entramos para salir por el otro lado, hay que andar con extremo cuidado de no tocar ningún madero colgante, porque se ve el techo de sedimento compactado, no está hormigonado ni empedrado, y parece que podría venirse abajo en cuanto se toque.
Queda pendiente ir a documentarlo, pues no hicimos nada más que echar una ojeada. Conviene hacerlo cuanto antes porque por su estado de deterioro con gran probabilidad se vendrá abajo no tardando mucho.
José Luis Arias y F. Javier Rejos
genial descripción de lo que puede ser un dia de exploración en vuestra compañía una surgencia de conocimiento casi sin limites
ResponderEliminarespectacular compañeros
genial descripción de lo que puede ser un día de exploración en vuestra compañía.
ResponderEliminarespectacular surgencia de sabiduría casi infinita
gracias compañeros