Cueva de El Gándara

El grupo que entramos a las 9:30 por El Gándara, tuvimos más suerte que el grupo que había entrado por Bustalveinte, la aproximación a la boca de entrada es de tan solo de 15 minutos.

Cerca de la entrada hay un pozo que se bordea por su parte izquierda y que dispone de un pasamanos instalado.

La cavidad transcurre predominantemente en dirección oeste, aunque las largas gateras zigzagueantes transcurren también en las dos direcciones, este y oeste más o menos. En esta zona hay pocas formaciones, pero entre las pocas, hay un macarrón que va del techo al suelo en un lateral de una amplia galería y algunos restos fósiles de mejillones incrustados en la caliza.


Llega un punto en el que no se puede seguir la dirección, encontrándonos con el pozo que más adelante hay que bajar. En este punto cogemos una gatera descendente y estrecha que un poco más adelante nos llevara a la instalación de cabecera del pozo.

Son las 10:45, en poco más de una hora estamos bajando este pozo de unos 40 metros. Tiene tan solo un fraccionamiento al lado de una pequeña repisa con piedras sueltas y un par de desviadores. Tras bajar este pozo, ya se empieza a oír el ruido del agua. Bajamos varios resaltes con cuerdas ya instaladas y llegamos a lo alto de Sala Ángel que tiene una cascada de agua. Tras varios pasamanos en bajada y bordeando por su izquierda el agua, llegamos hasta las excéntricas (una pena, de nuestra salida del año pasado a este, han desaparecido bastantes de ellas).

Son las 11:40, bajar los pozos y llegar hasta el fondo de esta sala nos ha llevado casi otra hora.

Continuamos por una pequeña gatera descendente y que no tiene perdida, pues sopla un aire helador. Se continúa en dirección oeste a través de una amplia galería de caos de bloques y al final de esta, a mano izquierda, se coge otra gatera muy cómoda. Al salir de esta, nos encontramos con otra amplia galería, en esta ocasión en dirección este. Aquí nos damos cuenta de que la topografía ampliada por zonas no nos sirve para nada, hay que tomar notas personales y recordar los puntos por los que vamos pasando.

Un poco más delante de esta galería, se abre a nuestra derecha una grieta en la que oímos el paso del agua de un rio y otro poco más adelante llegamos a uno de los campamentos de los franceses del Speleo Club Dijon (que están topografiando este sistema de más de 92 Km.), aquí hacemos una parada para picar algo. Son las 12:15, llevamos 3 horas.

Después de este pequeño relax que nos hemos permitido, continuamos en dirección este hasta una cuerda que la encontramos a mano izquierda y que hay que subir, tiene unos 3 o 4 metros.

Esta parte nos encantó, es un meandro zigzagueante y con arcilla seca en el suelo muy fácil de recorrer. Al final de este, empieza una zona laberíntica en la cual hay que ir marcando algunos cruces. Por uno de estos cruces llegamos a una pequeña repisa que a través de una pequeña ventana que se abre en mitad de un pozo de 45 metros, vemos que tiene una cascada de agua cayendo desde la parte alta del pozo. Es impresionante el ruido del agua, incluso inquietante. Toquero y Miguel se desplazan por la repisa hasta ponerse enfrente de la cascada iluminándola con sus frontales y dándonos a Montse y a mí una visión de la cascada extraordinaria. Todo este agua, suponemos que converge hacia la surgencia de El Gándara.

Ahora nuestro cometido es recorrer todas y cada una de las galerías que nos vamos encontrando a nuestro paso, y comprobar que el recorrido de la última exploración por parte de miembros de Abismo, es la correcta. Los espeleotemas que nos encontramos son de lo más interesante: cristalizaciones fibrosas que tapizan el suelo (y otra vez la mano del humano, en este caso la huella de una bota en estas formaciones), por las paredes formaciones de yeso en forma de flores y galerías que se iluminan al pasar debido a otro tipo de cristalizaciones incrustadas en la caliza.

A las 15:30 hicimos una parada para comer en una de estas galerías; hasta este punto hemos tardado 6 horas. Después de comer, vamos un poco más allá, confirmando que la dirección llevada unos meses atrás por el grupo parece ser la correcta. Miguel se queda con las ganas de avanzar algo más, pero hemos perdido demasiado tiempo recorriendo todas estas galerías laberínticas y ya empezamos a pensar en la vuelta.

El recorrido hacia la salida lo hacemos tan solo en cinco horas, solo hicimos una pequeña parada para recoger agua en la Sala del Ángel. Muy cansados pero contentos de lo que hemos visto y de habernos adentrado unos 2 Km. Salimos a las 20:15 aun de día, hemos tardado casi 11 horas.


Este sistema desde el punto de vista morfológico tiene tres grandes partes:

· Los laminadores del Fraile: Un karst de galerías continúas en la que se alternan las calizas con las areniscas. El desarrollo de las galerías es en forma de laminador. No hay pozos y apenas unos pocos resaltes.

· Las galerías freáticas intermedias.

· Los cañones y recorridos laberinticos de La Brena y Peña Becerral: karst con un espesor calcáreo de unos 300 m. Aquí la arenisca ha desaparecido y el nivel de base corresponde al espeso lecho de margas de Soba.

La red tiene al menos 5 niveles distintos con un desnivel de 814 m. y las cavidades que hasta el momento dan acceso a este sistema son: Cueva del Rio Chico, Torca la Sima, Torca Liquefada, Torca del Ojón, Torca del Réquiem de las Motas, Cueva del Jabato y las dos que hemos recorrido la Cueva de Bustalveinte y cueva de El Gándara. Desde el punto de vista hidrológico todas las aguas parecen converger hacia la surgencia de la Gándara, siendo esta impenetrable.

La travesía completa es de unos 10 km., así que, nuestro siguiente objetivo será descubrir el camino hacia el río Viscoso, una zona de galerías freáticas que une los laminadores de la zona del Fraile con los cañones y recorridos laberinticos de El Gándara.

Paco Cuesta

Bibliografía del Boletín Cántabro de 2007

Para más información del avance de las exploraciones por parte del grupo Dijón: http://speleocaf73.canalblog.com

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