Una vez más visitamos esta corta travesía, Isma, Manu y Paco Cuesta, junto a Manolo del Seguntino.
La foto de rigor en la gran sala de entrada y para adentro.
Como siempre, tuvimos que sacar algunos bidones de agua en la gatera que da acceso al primer resalte, menos que la última vez que estuve, aún así sacamos unos 20, ósea unos 100 litros de agua. Los que estábamos en la gatera, nos mojamos un poquito, sobre todo Manu, que al encontrarse en la parte más baja, todo el agua que inevitablemente se escapa del bidón al tirar de él, va a parar otra vez a la gatera.
Una vez completamente limpia de agua (hasta hay una esponja para secar el fondo) empezamos a pasar uno a uno, teniendo que ayudar también a pasar las sacas. Parece más estrecho de lo que es en realidad.
Manu muy atento a las instalaciones en doble que iba haciendo Manolo, pues es un tema nuevo para él y para Isma. Se utilizó además de la cuerda por la que bajábamos los pozos y resaltes, un cordino para una vez en la base de los pozos, tirar de él y poder recuperar la cuerda.
Recorrimos la gran galería pasando por el balcón y casi hasta el final, pues un poco antes cuando esta gira hacia la derecha al lado de un gran hundimiento, hay que seguir casi de frente por otra un poco más estrecha y que tiende a bajar hasta la cabecera del segundo pozo. En este nivel el calor es un poco sofocante y estamos chorreando sudor.
Este pozo, hay que bajarlo en dos tramos, uno corto que nos lleva hasta una repisa situada a unos 5 o 6 metros de la cabecera. Aquí nos reunimos todos y uno a uno vamos bajando el segundo tramo, este más largo, de unos 18 metros. En este tramo se me olvida enganchar el cordino a un mosquetón, para evitar que pueda enredarse con la cuerda de bajada. Manolo me da la bronca, aunque por suerte la cuerda no se riza con el cordino.
Este nivel lo recorremos sin dificultad, a veces un poco agachados por sus bajos techos hasta una rampa de arena un copo pronunciada y que nos da acceso a la cabecera del último pozo.
Para acceder a esta cabeza de este pozo de 13 metros, hay que hacer una pequeña trepada. Sigue instalando Manolo. Manu se lía con un desviador que hay muy cerca de la cabecera, siéndole imposible colocar dicho desviador y bajando sin ponerlo. Le sigue Isma, que consigue sin el mayor esfuerzo colocar el desviador. Yo que voy cerrando el grupo, tengo que quitarlo y bajar como Manu, con un pequeño roce sin importancia en la cuerda, pues hay que recuperarla.
Una vez en la base del pozo y recuperada la cuerda sin problemas, les indico por donde sigue esta gran cavidad. Se trata de una grieta estrecha y alta que da continuidad a la Vallina, pero nosotros tenemos que dirigirnos hacia Nospotentra, pues Manolo a quedado con Pintor para ir de vuelta a Guadalajara.
Siempre o casi siempre cogiendo las galerías de la derecha, llegamos a una zona un poco estrecha que no da la impresión que sea la salida, pero además de sentir el aire fresco del exterior y las hojas que hay esparcidas por el suelo, te indican que estas en la salida. es una paso estrecho y hacia arriba con desprendimientos de piedras que nos obligan a dejar mucho espacio entre unos y otros.
La foto de grupo de rigor en la salida de la cavidad. Hemos tardado unas tres horas en todo el recorrido. Ahora nos espera una subida por el monte hasta llegar a los vehículos, donde un pequeño despiste, nos hace tardar un poco más.
Paco Cuesta
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Avanzamos por la boca hasta encontrarnos con una pequeña
gatera semi-inundada (Todos lo esperábamos jeje). Paso primero para comprobar
el nivel de agua que al parecer no es mucho por lo que no nos llevará demasiado
tiempo vaciarlo con el “sofisticado” sistema preparado para tal fin en la
entrada de la gatera: Una cubeta con una cuerda y garrafas de distintos
tamaños, sin olvidarnos de la “esponjita” para que quede bien seco J. Entramos Paco y yo a
sacar el agua. Mientras voy llenando la cubeta Paco la va pasando hacia atrás
el Ismael y Manolo tiran de la cuerda para vaciarla fuera.
Continuamos por la galería de “La Unión” dirección Este que
al principio es bastante baja lo que obliga a ratos a ir agachados. Llegamos
hasta un destrepe ascendente de un par de metros tras el cual se encuentra el
último pozo P13, tras instalarlo Manolo de nuevo descendemos hasta la base
donde encontramos una bifurcación con una galería estrecha y otra más amplia.
Como Paco se sabe la travesía de memoria no tenemos ningún problema ya que nos
comenta que la el paso estrecho corresponde a la conexión con el resto del
sistema de la Vallina (Que dejaremos para otra ocasión) y la más amplia y
evidente corresponde al camino que hemos de seguir hacia “Nospotentra”.
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TRAVESÍA CUEVA VALLINA-NOSPONTRA
Fecha: 18 de Marzo de
2012
Participantes: Paco Cuesta, Manolo (Seguntino), Ismael y
Manuel.
Tras prepararnos junto a los coches, que dejamos aparcados a
un lado de la pista que asciende hacia las cabañas de Colorado, nos ponemos en
marcha para encontrar la boca de la cueva, que según recuerda Paco se está a
mano izquierda de la pista. Damos un par de vueltas pero finalmente la
encontramos sin dificultad. Ante nosotros se abre un gran abrigo de entrada de
unos 15m .
Tras una media hora y 100 litros de agua ya podemos pasar
por la gatera hacia la galería, que tras un recodo a mano izquierda se desfonda
en un Pozo de 10m.
Manolo monta el pozo en doble, dándonos unas breves
explicaciones sobre instalación en travesía, y uno tras otro bajamos sin
problemas llegando a la amplia “Galería Vallina”, donde proseguimos por un caos
de bloques en la zona de “Sunday Storms” y después por “Glitter Run”.
Llegamos a una bifurcación en la que tomamos la galería de
la izquierda que nos lleva hasta la cabecera del siguiente pozo. El pozo está
dividido en dos tramos de 12 y 18 metros respectivamente, así que decidimos
hacer la reunión en la cornisa intermedia, que aunque carece de seguro, no
entraña peligro pues es suficientemente espaciosa. De esta forma Manolo vuelve
a encargarse de instalar en doble estos dos tramos de que descendemos sin
problema.
Seguimos pues atravesando una amplia galería tras la cual un
entramado de varias bifurcaciones hacen que nos despistemos un poco y tengamos
que volver sobre nuestros pasos un par de veces. Al final encontramos el camino
correcto tras un paso algo bajo. Ya empezamos a notar el olor a hierba y el aire
que viene del exterior, llegando hasta un pequeño paso ascendente que nos
conduce hacia la boca de “Nospotentra”, que nosotros llamamos
“nosepuentrar” (De hecho salimos J). Tras la foto de
rigor emprendemos el camino de vuelta pensando en el cocido montañés que nos
íbamos a meter entre pecho y espalda.
Manu Fernández
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