Perfeccionamiento 2012

PERFECCIONAMIENTO - 2012

Recientemente hemos acabado la actividad formativa organizada para iniciar a nuevos miembros del club (XI Curso de Iniciación) y poner un poco más a punto a otros más veteranos (II Curso de Perfeccionamiento).
Como ya sabréis, esta vez se ha tratado de dos cursos internos, por lo que no se ha lanzado convocatoria pública, dedicando los esfuerzos a aquellos ya entre nuestras filas o decididos a incorporarse en breve.
En cuanto al perfeccionamiento, el grupo de aprendices ha sido muy heterogéneo y esto ha influido bastante en el desarrollo de la actividad. Han sido ocho los participantes, cuatro más experimentados, otros tres procedentes del último curso de iniciación y por último, como excepción, otro compañero del Grupo Espeleológico Seguntino.

Los objetivos se han ceñido principalmente a la instalación de verticales y pasamanos, es decir a la cuerda. Aunque se propuso un temario bastante amplio, el planteamiento ha sido flexible desde el principio y así la actividad ha ido rodando en función de las circunstancias, y los conocimientos y capacidades de cada uno.
Comenzamos con una fase previa de distribución de documentación y recomendaciones para todos los interesados, con objeto de que fueran estudiando un poco antes de empezar con las prácticas, y que llegaran así a ellas con ideas a practicar y dudas a resolver.


16 y 17 de Julio: Exteriores, prácticas en El Barrancazo

El sábado 16 aterrizamos la mayoría en el lugar, arrastrando casi la totalidad del equipo colectivo del club. Algunos ya estaban allí, pues el viernes habían instalado ya parte de las vías necesarias para la iniciación.
Cabe decir en primer lugar que los aspectos teóricos se han ido tratando sobre la marcha, mientras se practicaban y estudiaban los distintos materiales y métodos que utilizamos.
Comenzamos con los nudos, repasando y ensayando los más utilizados: ocho y sus variantes, nueve, papillón o mariposa, el de cinta, etc. Además, otros menos frecuentes, pero también de interés (amortiguadores, dinámico, alondra, ballestrinque, etc.). Como el nivel era muy variable, acabamos enseñándonos unos a otros, y cabe decir que algunos aprendices ya eran casi maestros, mientras otros aún se peleaban con el peinado.

Practicando nudos y más nudos...

Continuamos con los anclajes, estudiando los distintos tipos de chapas y mosquetones, y otras alternativas utilizadas en la instalación.

Posibles instalaciones, chapas... 

Acabada esta fase nos pusimos con las verticales. Por grupos, supervisados por algún experto, los aprendices llevaron a cabo numerosas instalaciones y desinstalaciones, cubriendo las paredes de cordadas de lo más variopinto, aprendiendo a superar dificultades reales o fictíceas según las indicaciones de los profes: cabeceras, seguros y reaseguros, unión de cuerdas, uso de unos u otros anclajes, amortiguadores, desviadores y otras cosas que fueron surgiendo. Sobre la marcha se fueron discutiendo problemas, aconsejando sobre los métodos y posibles soluciones a los problemas, etc.



Todo (los) colgados en las paredes

Por la tarde se continuó con la actividad, comenzando algunos ya a burilar en algunos lugares donde resultaba conveniente para mejorar la instalación, o incluso realizando alguna nueva. Aquí los aprendices comprendieron la importancia que tiene la elección adecuada del lugar y el cuidado que debe tenerse al taladrar la roca y fijar los tacos. Entendieron (más bien sufrieron) lo que cuesta burilar en malas posturas, en extraplomos y pasamanos aéreos, aprendiendo la máxima de que más vale sufrir un poco más y dejar hecho un buen trabajo, pues de lo contrario es muy posible que lo realizado sea inútil, como les pasó a algunos. Pero lo importante era aprender y seguro que en la próxima ocasión se asegurarán muy bien de que el taco quede bien, aunque se tarde y sufra un poco más en su instalación...



Pasamanos, desvíos y "cosas raras"...

También comprobamos que la penúltima remesa de tacos de expansión comprados no valían ni para lastre: se quedan sin dientes al tercer martillazo, se abren y estropean irremediablemente, a veces quedando gripados en el burilador... en fin, ya están en la chatarra. Afortunadamente los últimos van muy bien.
La noche del sábado relajados, larga sobremesa contando chascarrillos nuevos y viejos, y finalmente cada uno al lugar elegido para pernoctar, unos al abrigo de algún árbol, otros bajo la pared rocosa. Una magnífica noche llena de estrellas.
El domingo a primera hora estábamos otra vez en las cuerdas, alguno ya puliendo roca con la maza para mejorar el asiento de la chapa en el taco, mientras otros todavía se desperezaban. Como anécdota en el desayuno, un ratoncillo que saltó como una flecha del interior una bolsa de dulces, tras haber pasado una feliz noche rodeado de chocolate.
La tónica fue similar a la del día previo, montar y desmontar, instalar tacos, desvíos, chapas de todo tipo, etc., hasta mediodía.


Continuamos haciendo callos...

Tras la comida se comenzó a desmontar todo, reuniendo y ordenando todo el material sobre la hierba al pie de las paredes, pues establecidos ya los equipos para las simas del próximo fin de semana, se les entregó a cada uno documentación básica sobre las cavidades, debiendo ellos dejar pareparado todo el material requerido en cada caso. De este modo las sacas de instalación de cada sima quedaron dispuestas ya para el próximo fin de semana.

Organizando el material para las simas

Finalmente, recogida de todo el material, limpieza de basuras y restos, y en marcha de vuelta a al club, donde se descargó todo y quedó ya organizado para la próxima salida.


23 y 24 de julio: Simas de Valsalobre y Villanueva de Alcorón

Un grupo marcha el viernes en avanzadilla con objeto de instalar al menos la sima Z-6, como avance para la iniciación. Diversos avatares hacen que todo se retrase, saliendo de la sima de madrugada, pero dejándola debidamente preparada para la mañana.
Este tipo de esfuerzos, siempre necesarios, nunca se valoran lo suficiente por los que llegamos más tarde, así que damos ahora las gracias a estos compañeros.

Viernes noche, instalando la Z-6

El sábado vamos llegando unos y otros a la Juanas, lugar de reunión donde comenzaremos a trabajar. Tras los preparativos básicos, se establecen los grupos y se comienza con las instalaciones. La idea es que los aprendices vayan practicando bajo la supervisión de los expertos.
Así, con algún retraso (como suele ocurrir), se llevó a cabo la instalación de la Juana I, dos vías de acceso (hasta la sala del gour) instaladas y revisadas cuidadosamente, pues serían las primeras que se necesitan para los nuevos de iniciación.


Juana I, aprendices instalando

Simultáneamente, nacen sobre la marcha varios pequeños equipos con objeto de llevar a cabo actividades en distintas simas del entorno: Alfa-2, donde los aprendices se enfrentan a instalaciones de cabecera en triangulación evitando roces, mejora y reaseguro de cabeceras, etc.; Juana II, instalando los pasamanos de entrada y el que conduce a la cabecera del P 32, y bajando hasta montar y sobrepasar el desviador bajo la cabecera, desde donde se retrocedió desmontando; o la Z-3, intentando mejorar la instalación, con escaso éxito, pero experimentando la cruda realidad de ciertas simas cuya instalacíon no llega a ser óptima por sus desfavorables características.

Preparando la Z-3...

y el material para alguna otra

Además, se visitaron algunas otras bocas y todos estuvieron viendo las maniobras y estrategias de los demás en las cabeceras y primeros tramos de las entradas, compartiendo al salir las distintas experiencias.
Acabado el día de actividad, ya en la noche, de nuevo larga tertulia con cervecitas y otros lujos en medio del bosque de Valsalobre, donde finalmente todos aterrizamos en nuestros sacos, más o menos disperdigados alrededor de las Juanas.
El domingo volvimos a la carga, algo más cansados pero con bastante ánimo. Los aprendices se dedicaron ahora a desmontar las simas instaladas (Z-6 y Juana I), mientras un nuevo grupo se dirigiría hacia La Raja, junto con la gente de iniciación, pues es la última sima que deben visitar los más nuevos.
Mientras tanto, otros aprendices instalarían y desinstalarían de nuevo la Juana I, como ejercicio, y visitaríamos también la sima Perdidos, que no conocíamos, y cuya instalación posee ciertas deficiencias que obligaron a buscar soluciones para progresar con seguridad. Sólo se descendió hasta la cabecera del P 35, estudiando la instalación y valorando cómo debrería prepararse.



De nuevo instalando la Juana I

Tras la comida, desmontado y recogido todo, nos dirigimos por las pistas hasta La Raja, reuniéndonos con el resto del grupo, que estaban ya acabando. Poco a poco irían desfilando los que tenían más prisa, y a media tarde ya salíamos los demás rumbo a Guadalajara, donde descargamos todo el material, haciendo ya la primera clasificación para su posterior limpieza y revisión.

En la entrada a La Raja

Montando pasamanos en La Raja

 Días después acudiríamos unos cuantos a fuente de la Alegría, en Chiloeches, donde procedimos a limpiar lo que quedaba. Es un sitio muy adecuado, sombreado, con agua corriente y varios pilones, mesas y vallas de madera donde extender a secar las cosas. Además las cervezas se mantienen fresquitas bajo el chorro de agua.

La última labor, algo más ingrata...


Algunas consideraciones sobre la actividad

Cabe destacar que, dado el nivel de partida de los aprendices, muy heterogéneo, algunos han progresado más que otros. Pero como la idea era que todos avanzaran en sus conocimientos para hacerse más autónomos, creo que podemos considerar la actividad como provechosa y satisfactoria. Algunos ya casi están a punto para organizar y llevar a cabo actividad en verticales, otros tardarán un poco más, pues les falta rodaje.
También hemos detectado ciertos fallos a mejorar en futuras ocasiones, especialmente en la organización. Posiblemente la causa principal ha sido que éramos sólo cinco profesores y no hemos podido estar atentos a todo y a todos, y además que, aunque el planteamiento organizativo era laxo, abierto y plástico, quizá lo ha sido demasiado, ocasionando vacíos de actividad y atención.
En fin, de todo se aprende y sólo queda por mi parte, como responsable, disculparme ante todos por esas deficiencias y fallos cometidos, que procuraremos evitar en adelante.
En cualquier caso, todos hemos aprendido bastante, y por lo que nos han comentado hasta ahora, los aprendices han quedado muy satisfechos y para el grupo entero ha sido motivo de integración y aliciente para la actividad.
Recordemos que la idea era dotar a los cursillistas de un salto cualitativo en sus capacidades, y esto sí se ha conseguido. Además el curso sólo es el principio, pues los que sabemos un poquito más estamos dispuestos a seguir enseñando y perfeccionando a todos los que quieran seguir aprendiendo y avanzando hasta convertirse en completos expertos. Al fin y al cabo, uno de los objetivos es que sean los ahora nuevos los que más adelante nos lleven de cuevas y simas...
Un saludo a todo el mundo,
Javier Rejos


Más fotografías cortesía de Jesús Foguer en Curso 1 y Curso 2




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