Nos volvimos a ver en Sigüenza como aquel antiguo eslogan que invitaba a todos aquellos que quisieran conocer la ciudad y la verdad es que casi todo el mundo sabe donde está este enclave castellano que a pesar del paso del tiempo sigue atrayendo a propios y extraños. Recrear la historia de hace siete siglos es bueno porque mantiene viva la idiosincrasia de sus gentes y su entorno. Y es precisamente en esta época, enclavada en
Y volvimos a Sigüenza los de Abismo para colaborar desinteresadamente con la organización, junto con otros grupos en el Asalto al Castillo, dentro de los muchos actos de las ya XIII Jornadas Medievales.
Esta vez nos juntamos la vieja guardia con la savia nueva gracias
al reciente curso de iniciación y perfeccionamiento que había organizado el
club y que tanto unos como otros conseguimos integrarnos plenamente. “Este año
ganamos” bromeamos junto a Jesús Canfran (el Rey) en una de las noches de luna
del Barrancazo. Y es que Jesús tenía muchas ganas de ver el ambiente que hay en
el club Abismo, él también es espeleólogo del Seguntino y uno de los personajes
más relevantes de las Jornadas Medievales junto a Jaime Gómez Olalla (recreando
a D. Enrique de Trastámara) presidente del G.E. Seguntino y director de las
Jornadas. Nos orgullece contar año tras año con nuestra presencia y la amistad
que me une con ellos se agradece ya que el recibimiento y el trato es exquisito
como lo es la paella que ofrece a los participantes en el Asalto.
Una vez concentrados en el punto
donde habíamos quedado y que no era otro que en el escenario del asalto, nos preparamos para la
actuación, hicimos dos grupos, el primero los que consiguen traspasar la
muralla y quedan en el adarve y el segundo, el que no lo consigue pero que
recibe la correspondiente respuesta por los defensores a modo de piedras y
aceite hirviendo (piedras de cartón prensado que si hacen daño y agua lanzada
con bidones). Tal vez y por la experiencia en mis casi diez participaciones,
veo que el público, cuando mas disfruta es en estos instantes y yo también noto
algo que por un momento se que me están muchos ojos pendientes de tus actos aunque
estés colgado de una cuerda a 20
m . de altura, nada comparable con la insondable
tranquilidad de las cuevas.
Y como manda la historia, todo
termina en el intento, las fuerzas del castillo consiguen repeler el asalto y
los partidarios de la reina salimos derrotados.
Al final muchas risas y buen
ambiente medieval que disfrutamos mucho con petición de fotos por parte del
público como si fuéramos auténticas estrellas del espeleo-celuloide.
Participantes: Arancha, Manuel, Ángel, Juan Carlos, Toño y Paco. También
Motse, Sira, Diana y algunos más. Las fotos son de Toño y de Mary.
Paco
Toquero