Marzo de 2014
Trabajos en la zona del Alto Tajo:
Trabajos en la zona del Alto Tajo:
prospección y exploraciones.
Esta salida llevaba puesta en la pizarra casi un mes y se acercaba la fecha pero nadie se apuntaba, Javi ya se veía sólo y se había hecho su plan “B”, pero poco a poco nos fuimos animando y para el sábado estábamos cinco (Los Molareños, Toño, Javi y Estrella) y el domingo se nos unían Paco y Jorge.
El sábado a las 8:30 estábamos en el club, una vez llegamos
todos y con el coche de Javi cargado…. Toño dice que quiere llevarse el suyo,
jeje, no es porque sí, pero bueno que sí, que no, que al final con el de Javi
que ya está todo dentro, menos nosotros que tenemos que entrar. Yo tengo que ir
en cualquiera de los dos coches en la parte de atrás. Ya les vale, nadie lo ha
dejado todo colocadito para que pueda entrar en condiciones, al final me voy a
tener que tirar en plancha para poderme meter. Al final termino en el de Javi,
que aunque el coche es más peque que el de los molareños, es más organizado y
quepo un poquito.
De camino paramos en Sacedón a por el pan. Y cómo nos
dispersamos, unos a por pan, otros a hinchar la rueda… Toño y yo vamos a por
pan a una panadería ¡¡con torrijas!!!, ¡¡¡qué ricas!!! y que haya quien no la
comió porque no le gustan…. otros lo agradecimos. Javi encuentra cerves para la
noche. Y los Molareños no hinchan la rueda porque les cobran por ello y pasan,
esperemos no les pase nada por el camino…
Siguiente parada, toca el cafecito en Villanueva, y como se
nos había olvidado dar las torrijas que les pertenecía a los Molareños al
sacarlas… Toño y yo desayunamos por tercera vez. Al final no vamos a caber por
las cuevas.
Finalmente llegamos a la zona a trabajar. Lo primero es pasar
por el refu de la Zapatilla a ver si está ocupado y ya decidir qué y cómo
hacemos. Está vacío, vemos que hay algo de leña pero habrá que hacer un
reaprovisionamiento. La decisión que tomamos… ir a buscar la famosa “C-2” para
entrar en ella si la encontramos.
En principio, y como se supone que queda cerca de la “C-3”
decidimos buscar aleatoriamente por los alrededores de ésta a ver si hay
suerte, pero qué va, mira que es difícil hacerlo así. Mejor hacer una
prospección sistemática barriendo un radio de unos 300 metros alrededor. Cintas
para marcar, GPS “para perdernos” y
comenzamos con la prospección. En el camino vamos encontrando varias
posibilidades. Claro, llevamos a los molareños que llevan sus barras
amaestradas y les van señalando las bocas… Entre otras, encontramos una nueva
que es se llamará Sima del Puntal Este.
Pero la C-2, que ni de cachondeo, ¿será una leyenda urbana…?. Y a Toño le da
errores su GPS y se lo lleva a donde él (el GPS, digo) quiere, vaya aparatitos
siempre llevando la contraria.
Con la tontuna y habiendo explorado un buen trozo de terreno nos vamos a comer, barriendo una banda paralela al camino rumbo a por la comida, explorando así otra parte del territorio. Vamos a la Zapatilla donde nos ponemos a hablar de cuevas de por allí y Javi nos demuestra su obsesión por encontrar la “C-2”, a todas las cuevas las llama “C-2”. ¡HAY QUE ENCONTRARLA!. Por cierto, estos molareños, mejor comprarles un traje que invitarles a comer.
Aspecto del territorio prospectado |
Una vez hemos comido decidimos que, aunque no encontremos la dichosa cueva, vamos a entrar en algunas de las que hemos visto. Y de paso hacer la topo de las que se pueda.
Vamos primero a la “falsa C-2”, que es la que nos señalaban
como tal, pero es mentira, esta es mucho más pequeña y se acaba a poco más de
tres metros. Pensamos que podría ser la Sima
del Cerro la Sima, explorada ya por Fernando
Henche, y que nos consta que ha de estar por ahí… pero todavía no la hemos
encontrado. Aunque no sabemos qué sima es, salimos ya con la topo lista.
"Falsa C-2", entrada y entorno |
Descendiendo con la escala |
La entrada desde el fondo (-3,6 m) |
Nos decidimos ahora por la nueva localizada, la “Sima del Puntal Este”. Los molareños se
deciden a hacer la instalación, que hay que decir que Javi no consiguió sacarle
una pega, y baja primero Rafi. Por lo que tarda en llegar a abajo es poco
profunda (mientras Toño sigue discrepando con su GPS), a continuación baja
Jesús, y nos han dicho que cabe poca gente abajo, por lo que pensamos que
cuando suban ellos nos metemos el resto. Jeje, cómo se nos ocurre dejarles a
los dos juntos, solos, y esperar que suban rápido. Llevamos un rato esperando y
no dan señales de vida, seguro que están profundizando…
Sima del Puntral Este, instalando |
Algunas coladas parietales en el fondo |
Entre tanto, Toño ya aburrido de esperar, y de que el GPS no le haga ni caso, decide que se va a ver si funciona o no, va a intentar que le lleve a la “C-3”, que la tiene marcada. Le vemos alejarse pensando que igual desaparece…
Allí nos quedamos esperando en la boca Javi y yo. Y al rato….
Se oye a Toño venir corriendo y chillando, “¡LA
HE ENCONTRADO, LA HE ENCONTRADO!”. No nos lo podemos creer, asique como
estos no salen, allí les abandonamos y nos vamos a seguir a Toño y…
efectivamente, allí está la famosa “C-2”, no es un mito, de verdad existe y la
tenemos localizada gracias a que el GPS de Toño funciona mal, y en vez de
llevarle a la boca de la “C-3” le ha llevado a otro lugar donde está la casi
mítica “C-2”. Ya lo podía haber utilizado por la mañana...
La entrada de la verdadera sima C-2 |
Vemos la boca y nos damos cuenta que realmente coincide con
las fotos, hechas por Comando, que nos ha enseñado Javi, que aunque del 82, son
bastante fehacientes (en la comida hemos hecho mil conjeturas sobre si la boca
se ha hecho más grande, el terreno ha cambiado, los extraterrestres la han cambiado
de sitio…).
A todo esto, los molareños no saben nada, les hemos dejado
allí tirados por una boca de cueva, como para fiarse de nadie, te abandonan por
cualquier cosa... Volvemos y se lo contamos. Al principio no se lo creen, pero
por si acaso dejan esa cueva, que nos dicen tiene posibilidades pues hay una
zona bloqueada que puede llevar más lejos, aunque “con trabajo” (dinamita,
excavadora, teletransporte…).
Se van con Toño, que ya se le han pasado todos los males (y
ha recomenzado su relación con el GPS, jeje) ante el descubrimiento, a ver la
boca de la C-2 y luego a seguir el plan, instalar y bajar a la “C-3” que está
bastante más lejos de lo que creíamos. Con razón no encontramos la sima esta
mañana…
Empieza a hacerse tarde y no queda tiempo para mucho más.
Javi y la menda, nos quedamos haciendo topo y documentando de la “Sima del Puntal Este”, de la que hay que
decir que tiene una entrada muy bonita, más cuando se ve el cielo desde abajo
entre repisas por las que se descuelgan los musgos y otras plantas.
Una vez terminada y de camino a la “C-3” a ver cómo les va a
esta gente, Javi debe haber encontrado un conejo o algo así y se tira en plancha
a por él, jejeje, resulta ser una piedra que le va a perseguirle resto del fin
de semana poniéndose entre sus pies allá donde vaya… esta vez cayó con mucho
estilo, tipo película, rodando sobre sí mismo.
Sima del Puntal Este, vista del pozo desde el fondo (-11.5 m) |
Finalmente nos reunimos todos, la C-3 se queda instalada para
bajar mañana y aprovechar para documentarla y hacer fotos.
Camaderas o C-3, instalación de la entrada |
Se nos hace de noche y vuelta al refu. ¡Qué bien, no hay
nadie!. Lo primero coger leña, empezamos con palos pequeños y al final
terminamos con unos troncos bien largos. Nos quedamos haciendo el fuego
mientras algunos van a llamar. Vamos a tener leña para regalar (o eso parece al
principio).
Y una vez que vuelven a cenar, cada uno saca lo suyo, Jesús
va con mucha calma y parece que no tiene hambre (cómo engaña, una vez que
empieza no para…). La cena va bien regada con las cervecitas. Y luego toca la
sobremesa, nos ponemos a hablar de todo un poco. Toño, el pobre está
destrozado, termina acostándose mientras el resto seguimos de palique y echando
leña al fuego, el refu está bien calentito. Una vez decidimos acostarnos
intentamos hacerlo con el mayor cuidado y en silencio para no despertar a Toño,
pero ¡mierda!, el silencio le despierta. Rafi antes que nada echa otro poco de
leña para que no se apague el fuego en toda la noche, cosa que yo termino
pagando y a media noche, agobiada de calor y sin parar de dar vueltas, termino
saliéndome de esa habitación para irme al otro lado, al fresquito, ahí sí se
puede respirar. Javi es el único que se entera de mi marcha nocturna (no estoy
enfadada, sólo acalorada).
A la mañana siguiente se ven las caras de haber dormido mal.
Bien temprano salen Javi y Toño a ver una cueva. Van a ver la entrada de la
Sima Gurri, cerca del refugio, y luego a las Marías, una de las cuales Javi
llama “la sima del miedo”, por lo espectacular de la entrada…
La entrada a la sima Gurri, cerca del refugio |
La tercera María, espectacular pozo de entrada |
Yo ya que estoy despierta termino volviendo a la sala del
calor, Rafi se despierta y se pega al fuego, pero Jesús hace pereza esperando a
que suene el despertador (lo ha puesto a las nueve, se supone que queda poco,
jejeje, incauto) el tiempo parece que no pasa y al final el despertador no
suena, se termina levantando.
Hemos quedado a las 10:30 con Paco Cuesta y Jorge, asique
desayunamos tranquilamente, recogemos, escuchamos los pájaros, vamos haciendo
tiempo… me siento en una silla que vamos turnando y cada vez hay alguien
sentado y… no veo llegar a los que faltan, el caso es que de repente están
allí, en un parpadeo. ¡¡¡No nos han llevado el chocolate con churros, qué
fuerte!!!
Les ponemos al día de las buenas nuevas y nos vamos a la zona
a hacer cositas. La decisión es dividirse en dos grupo: los molareños y Toño
van a visitar la “C-2” para ver hasta dónde llegan, seguramente haya que reequipar
y demás; el resto vamos primeramente a visitar la “C-3”, documentar y
desinstalar…
Preparando la instalación |
La triangulación terminada |
Para abajo... |
La C-3 tiene una entrada muy bonita, hay mucho musgo que
hacemos esfuerzos por no destrozar. Bajamos los cuatro y la verdad que no tiene
mucho, alguna formación bonita hacia el final del pozo y poco más, además con
mucho cuidado porque caen piedras.
Subimos y me dejan desinstalando, tampoco tiene gran cosa, excepto un desvío. Luego la cabecera está en un árbol, que al llegar a ella echo en falta ese petitsuit de pequeña y me tengo que encaramar al árbol porque no llego a quitarla de otro modo. Y, cuando la he quitado y quedando la cuerda de reaseguro puesta, muy a pesar de Paco…. demuestro que procedo de la escala (es lo que tiene), a veces me puede.
Decidimos que es muy tarde y el hambre aprieta, pensamos en pasar por la “C-2” para ver cómo van estos e ir a comer. No les vemos asique a comer con idea de luego hacer una pequeña sima para que yo vaya aprendiendo a instalar, pero eso, sólo idea (en este camino, además de despistarnos y dar una vuelta en redondo que a pocos terminamos en Peñalén o vete tú a saber, la piedra vuelve a hacerse presente y no quiere que Javi se olvide de ella, vuelve a haber algún que otro nuevo traspiés aunque esta vez no salta a por el conejo).
Sima Camaderas (C-3), Jorge iniciando el descenso |
Vista desde la base del primer pozo (P.15) |
Cabecera del último pozo (P.5) |
Coladas en el fondo, a -21 m |
Saliendo del pozo |
Desinstalando la cabecera |
Como no llega... se sube a la cabecera |
Decidimos que es muy tarde y el hambre aprieta, pensamos en pasar por la “C-2” para ver cómo van estos e ir a comer. No les vemos asique a comer con idea de luego hacer una pequeña sima para que yo vaya aprendiendo a instalar, pero eso, sólo idea (en este camino, además de despistarnos y dar una vuelta en redondo que a pocos terminamos en Peñalén o vete tú a saber, la piedra vuelve a hacerse presente y no quiere que Javi se olvide de ella, vuelve a haber algún que otro nuevo traspiés aunque esta vez no salta a por el conejo).
Nos tomamos la comida con muuuuuucha calma, y sobre mesa de
café, copa y puro, al final no da tiempo a otra cueva. Asique, pues vamos de
nuevo a ver cómo les va a estos muchachos y si es aún están pues bajamos aunque
sea el primer pozo de 30. Llegamos y ya han salido y desmontado, nos han estado
esperando por si acaso, pero hemos llegado tarde. Otra vez será, que seguro
volvemos y no tardando mucho.
Bueno, aún nos queda tiempo de hacer alguna cosilla más, por
ejemplo prospección en Peñalén, va, una pasada o dos y ya está (yo ando
durmiéndome en cualquier lado, pero me animo a la prospección). Con todos los
que somos abarcamos un buen trozo en cada pasada y después de la segunda viendo
que aún queda rato de luz y que queda poco para terminar el subsector de Madereros-Pocillo, nos liamos con ello y
entramos ya en el de Pocillo-Laguna
(menos mal que ya terminamos el finde, empiezo a sufrir alucinaciones y veo un
refu donde no lo hay, qué locura, necesito dormir).
Finalmente y tras este intenso finde en el que nos ha dado
tiempo a todo, cada uno a su casita, contentos de tener mucho trabajo pendiente
en nuestra zona del Alto Tajo.
Estrella González
Se instala la entrada con una triangulación a tres árboles
cercanos a la boca, consiguiendo un descenso vertical del primer pozo sin
ningún tipo de rozamiento.
Los instaladores en faena |
Resultado final: una vertical perfecta |
A unos 15 m aparece el primer spit en la pared más cercana a
la vertical, y parece en buen estado aunque bastante sucio de arcilla. Se
limpia y utiliza sin problemas para progresar.
Se alcanza una repisa en forma de rampa a unos 30 m, no
localizando el spit que debía estar por allí. Continuamos recurriendo a un
antirroce para que no sufra la cuerda, bajando los últimos 6 m hasta el fondo
del pozo (a -36 m). Allí se reúnen los tres para continuar.
Este pozo es más o menos circular, comienza con un diámetro
de 1 m ampliándose progresivamente hasta alcanzar los 4 m en su fondo. Sus
paredes están sucias de arcilla, presentando coladas y calcificaciones bastante
fosilizadas.
El siguiente pozo (P.8) se las trae. Su cabecera está justo
antes de un estrecho paso que da paso directo a la vertical. Resulta muy
dificultoso atravesar el paso estrecho porque la cuerda y el descendedor te
atascan en el mismo.
Tras valorarlo de varios modos por los tres exploradores, se
opta por utilizar un natural (puente de roca) con una cinta, que nos sitúa
sobre la vertical, de modo que ya se permite atravesar el paso más cómodamente,
al quedar la cuerda en una posición que no te empotra en la estrechez.
Tras forzar Jesús el paso se pulen las aristas que dificultan
su superación, previniendo además que la cuerda pueda sufrir daños. Se fuerza
así la estrecha diaclasa que da paso directo al techo del P.8, alcanzando su
fondo.
Este P.8 es muy circular, de unos 5 m de diámetro, con
diversos espeleotemas como banderas y columnas, muy bien conservados. Su base es
de piedra blanca debida al desgaste del paso del agua procedente de un pequeño
manantial en una de sus paredes, que surge a través de un pequeño gour,
permaneciendo encharcado todo el suelo. Por el color blanco del fondo y en
consonancia del gran pozo que da continuidad a la cavidad, entre nosotros lo denominamos
“Pozo Bocablanca”.
En su fondo se detuvo la progresión, aunque se valoró cuidadosamente
la continuidad, por la que discurre el pequeño chorrillo de agua, con un
resalte de 1 m y un meandro de unos 4 m, con un paso aún más estrecho que el
anterior y que habrá que preparar adecuadamente. Tras las difícil estrechez sabemos
que está el llamado Pozo Bocanegra,
de 60 m, que lleva al fondo a -118 m, y que queda a la espera de la próxima
visita.
En el ascenso se revisan meticulosamente las paredes en busca
del segundo spit del P.36, encontrándolo en frente justo de una pequeña repisa
a unos 22 m de profundidad, el cual evita el roce de la cuerda en los últimos
metros del pozo y en la rampa final. Se tendrá en cuenta en la próxima ocasión.
Rafa, Jesús Fdez. y Toño
Espero que a nadie haya molestado la crónica. En todo momento pretende ser graciosa sin llegar a la falta de respeto ni humillación. Y si en algún comentario me he podido extralimitar pido mil excusas pues no era mi intención. Y pido que si alguien se siente ofendido tenga a bien decírmelo para asi corregir ante nuevas crónicas
ResponderEliminarPero si esta genial, a la par que entretenida y tecnica...
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