Otra vez más el Grupo Huesos y a
la cabeza Emilio, organizan el X Encuentro Castellano Manchego de Espeleología.
El último encuentro hacia ya ochos años que se organizó en Cuenca en el
municipio de Tragacete. Este año se han organizado en Riópar, Albacete, del 1
al 4 de mayo de 2014. De Abismo hemos participado Montse Camino, Marta Arias,
Isma Luengo, Mari Carmen Vázquez y Paco Cuesta.
Llegamos a primera hora de la
tarde al albergue donde Emilio y sus secuaces estaban para darnos la bienvenida
y los regalitos por nuestra asistencia, junto a la documentación de los
encuentros.
Lo primero fue una corta
excursión al nacimiento de del Río Mundo. Sobre las ocho de la tarde visitamos
la sala de exposiciones, donde también darían lugar las charlas de este
encuentro.
La primera fue a cargo de Toni
Pérez, presidente del Grupo de Espeleológia de Villacarrillo con la ponencia de
los Trabajos Bioespeleológicos del Calar del Mundo. Una interesante charla sobre
ese mundo cavernícola y que muchas veces pasa desapercibido por parte de los
espeleólogos que visitamos las cavidades.
Quique Jávega nos da a conocer la
estructura y funcionamiento del Espeleosocorro en nuestra comunidad y Rafa
Serrano, coordinador sanitario, nos enseña el funcionamiento del equipo médico.
A última hora se organizan los
grupos para las diferentes actividades previstas para el día siguiente.
2 de Mayo
A las ocho de la mañana en las
inmediaciones del Albergue, es un hormiguero de espeleólogos organizando
equipos y grupos. Sobre las nueve ya estamos todos distribuidos en los
diferentes vehículos. Nosotros hemos
decidido en esta segunda jornada ir todos a la misma cavidad la M-100.
Esta cavidad fue descubierta y
desobstruida en el verano 2007 y se le puso una puerta para preservarla y así
poder hacer estudios sin la contaminación inevitable que los espeleólogos
producimos cuando la visitamos. Una verdadera joya que tuvimos la ocasión de
ver gracias a estos encuentros.
Es una cavidad que se encuentra
muy cerca de la Hinneni, donde hace ya más de diez años, los miembros de Abismo
ayudamos a llevar botellas de oxigeno al grupo que en aquel entonces estaba
explorando esta zona sumergida del Calar. Ahora es más fácil pues por la M-100
se llega al mítico sifón Terminal para tener acceso a esta zona de la red de
galerías inundadas.
Nos organizan en dos grupos, uno
de siete y el otro de seis. No se dispone de momento de topografía así que tenemos que fiarnos de nuestros guías Jesús López y Vicente Guardiola del grupo Hinnani. Los de
Abismo vamos todos juntos en el primer grupo y nos acompañaron Tania y Leo, a Montse
le toca en el segundo, junto a Bego Fernández y Paco García del GAEM y Marisa y
Manolo del Grupo Espeleológico Mediterráneo.
La entrada a esta cavidad es un
pequeña rendija que picaron manualmente hasta conseguir el ancho suficiente
para que entrase un espeleólogo. Dejándose resbalar, los pies llegan a una
escalera de aluminio que tienen colocada para facilitar la entrada en su
interior. Tras recorrer unas pequeñas galerías de techo bajo y horizontales, se
llega a los primeros resaltes en los que hay que empezar a utilizar el equipo
personal.
Bajamos una escala con los peldaños muy separados y un poco más
adelante las primeras cuerdas que nos hacen empezar a utilizar el descendedor.
Tras un corto recorrido horizontal llegamos a un pasamanos que en su final se
desfonda un pozo de unos ocho metros y en el que hay que pasar un desviador.
En
la base de este pozo empieza a estar presente el agua. Seguimos por pequeñas galerías,
teniendo que bajar pequeños pozos y resaltes de vez en cuando hasta llegar a un
último pozo en el que tienes que hacer virguerías para no terminar con los pies
en el agua.
A partir de aquí, la cavidad es
prácticamente horizontal. Lo que más sorprende es la cantidad de gours, activos
la mayoría y que tenemos que sortear para no pisarlos. En algunas galerías hay
colocada una cita para indicarnos el camino y dejar intactos estos gours,
algunos de ellos de gran tamaño. El agua está presente prácticamente en casi
todo el recorrido de estas galerías.
Más adelante entramos en una zona
más seca donde empiezan a aparecer los primeros espelotemas. Hay que destacar
unas formaciones en yeso que debido al efecto de capilaridad han salido desde
el suelo hacia arriba, rompiendo las leyes de la gravedad.
Seguimos por galerías más amplias
hasta encontrarnos de nuevo con agua y más gours. De vez en cuando encontramos
huesos de diferentes animales, que los tienen marcados para no pisarlos.
Por fin llegamos al Lago Tica que
da acceso al Sifón Terminal, las aguas son completamente transparentes. Nos
enseñan el campamento donde los buceadores podían descasar y que les servía
para explorar esta cavidad. La verdad, poder ver este lugar después de haber
oído hablar tanto de él, es una maravilla. Actualmente las exploraciones se
llevan a cabo desde este lago en dirección al Sifón Tiñoso por ser más fácil
transportar por esta cavidad el material necesario para los buzos. Se ha
logrado comunicar con cable guía hasta la Sima de la Hinneni I y con la Cueva
de los Chorros, convirtiéndose en el 4º sector de esta red.
De vuelta hacia la salida el guía
se desvió por otras galerías para enseñarnos los huesos de un lince. Pero antes
de llegar, tuvimos que superar un salto de una orilla a otra del meandro por el
que íbamos. Un momento de duda por parte de todos (el segundo grupo no lo pasó,
gallinas) por lo que Leo se colocó en medio para ayudarnos a pasar y no caer al
agua. Es un paso más sicológico de dificultoso. Aun nos quedaba superar un
resalte en subida un poco resbaladizo y que cada uno lo superó por donde pudo.
Vimos lo que queda del lince y antes de volver por nuestros pasos, visitamos un
pequeño lago donde metiéndote por un pequeño conducto puedes observar la salida
de agua a borbotones de uno de los sifones.
Para no volver por el mismo
camino, había que encontrar un pequeño paso que nos daba acceso a un nivel
superior, pero Jesús no se acordaba. Más de media hora de búsqueda infructuosa
nos hizo decidir dar la vuelta, el problema residía en ese salto en el meandro,
que en sentido contrario tenias que caer justo en una pequeñísima repisa que
además esta inclinada. Otra vez a dudar hasta que Leo decidió hacer un último
intento de encontrar el dichoso paso. Al cabo de un rato vino y nos dio la
buena noticia, lo había encontrado.
Una pequeña gatera difícil de
ver, que parte de un techo y en la que tuvimos que hacer una cadena humana para
pasar las sacas. En el nivel superior nos encontramos con el segundo grupo y
todos juntos nos dirigimos hacia la salida.
Una cavidad digna de visitar,
pero nos dijeron que aunque está cerrada, el que quiera ir, solo tiene que
ayudar a pasar material de buceo o ayudar a la futura topografía o diferentes
trabajos que se están realizando. Solo es cuestión de acoplarse a los
diferentes grupos para ayudar al estudio de esta cavidad.
A las ocho de la tarde
proyectaron el documental El misterio de los cristales gigantes, documental de
Javier Trueba. Documental ganador hace unos años del Festival de Cine del
Ocejón en los municipios de Majaelrayo y Campillo de Ranas en Gaudalajara.
Después la siguiente ponencia
corrió a cargo de Antonio Cid, médico del SUMMA 112 y del Espeleosocorro de la
FCME. Nos explicó el síndrome del mal del arnés, la horizontalidad de la
camilla y la hipotermia. Una interesantísima charla de como hay que actuar con
el herido en caso de accidente dentro de una cavidad.
3 de Mayo
Montse decide apuntarse al grupo
de las prácticas de espeleosocorro, los demás nos vamos a la Cueva de los Chorros.
AÑO 1997 - Nacho, Juan, Salva, Edu, Manolo y Paco |
Vuelvo a estar después de años con
Alberto Lozano, cuando llevé a unos cuantos de Grupo Huesos a La Rubicera en
Cantabria, esta vez es él que nos guía
por esta cavidad. Mirando fotos en papel, consigo saber que la última vez que
estuve el esta cueva fue en 1997. Nos acompaña Javier del Viana, un grupo de
Guadalajara.
Después de la obligada caminata
en subida llegamos a la gran boca que se abre en este paraje y donde nace el
Río Mundo. Una foto de grupo y nos metemos por este río subterráneo. Lo primero
que vemos es un tubo de PVC colocado en sentido vertical que va desde el río hasta
una repisa colgada a gran altura y que allí se encuentran los aparatos para
medir el caudal de agua. Un poco más adelante subimos por unas cuerdas que
están colocadas en la colada que nos dará acceso a una pequeña galería.
Más
adelante tendremos que pasar por unos cuantos pasamanos y resaltes con cuerdas
que nos obligan a usar el croll y el puño. Vemos muy por debajo de nosotros a
otro grupo que enfundados en sus neoprenos van nadando por el agua.
A partir de aquí entramos en unas
galerías de techo bajo que nos conducen a un paso estrecho, algunos de nosotros
tenemos que quitarnos el arnés para poder pasar. Un poco más adelante una serie
de gours de arcilla blanca nos obliga a mojarnos por encima de la cintura.
Subiendo una diaclasa estrecha nos adentramos en un laminador en el que nos
movemos muy despacio debido a que el suelo está lleno de agujeros en la roca
por la erosión del agua. A pesar de que hace 17 años que no visitaba esta
cavidad, esta zona no me suena nada.
Llegamos al Lago Verde, o eso
creíamos, justo cuando vemos venir a los que iban con los neoprenos por el
agua, que casualidad, llegar a este punto a la vez. Todos juntos comimos y le
preguntamos a uno de ellos que mirase si estábamos donde creíamos. No reconoció
nada y cuando se marchaban por el agua nos gritaron, el Lago Verde esta a
vuestra derecha. Efectivamente, nos habíamos metido anteriormente por una
galería paralela a la de los gours y tendríamos que habernos desviado justo un
poco antes.
Vuelta hacia la salida, otra vez
a quitarse el arnés en el paso estrecho, bajar por las cuerdas y pasamanos.
Antes de bajar la colada le digo a Alberto si podemos desviarnos y salir por la
Cascada Rosa, por eso de divertirnos un poco con el agua. Una bajada por una
cuerda en estado lamentable y que debido a que han acortado para hacer un nudo
en la parte más deteriorada, no llega hasta el suelo. Por suerte hay unas
cadenas en las que puedes poner los cabos de seguro y con mucho cuidado bajar
trepando hasta la base.
Alberto me grita que vaya para
ver lo que nos vamos a encontrar, pero yo estoy atascado, un mosquetón lo he
metido entre las aldabas de la cadena y no puedo sacarlo. Saco el cabo del
mosquetón y lo doy por perdido. Menos mal que Isma baja el último y consigue
recuperarlo.
Llego hasta Alberto y entiendo
porque me decía que fuese para allá. Tenemos dos posibilidades, unas dar un
salto y llegar hasta el otro lado del río y caminar por una cornisa inclinada o
descender hasta el río e ir por un lateral. Valoro la situación y hago una
prueba bajando hasta el agua. Me cubre hasta la cintura, pero ya qué más da, si
vamos empapados.
Uno a uno me siguen hasta llegar
a la Cascada Rosa. Unos bajamos por su lado derecho y pegados a la cascada,
pero los más listos van por el izquierdo, se mojan algo menos. Los que hemos
decidido bajar al lado del agua nos toca atravesar de nuevo el rio a la otra
orilla para acceder a un paso seco por unas galerías paralelas.
En unos minutos ya estamos viendo
la espectacular salida, la luz del atardecer entra por la gran boca y se
refleja en el agua. Ya fuera algunos
aprovechan para lavar los monos y el equipo.
Ya en Riópar nos encontramos con
Montse que nos cuenta que el simulacro, casi se convierte en rescate, pero eso
es otra historia de la que solo se detalles.
Una interesante conferencia sobre
la historia de la Cueva de los Chorros que desde hace 50 años se viene
explorando por numerosos grupos de espeleólogos. Juan Melero y Juan Antonio
Martínez del Colectivo Extopocien, nos hacen un recorrido a través del tiempo
en orden cronológico, contándonos los descubrimientos y las dificultades de la
exploración de este gran sistema del Calar del Mundo.
Por la noche un concierto
acústico el albergue donde se respiraba el buen ambiente de los que allí nos
encontrábamos.
4 de mayo
Marta fue la única valiente que
madrugó y que se apuntó a visitar la Cueva
del Farallón, se trata de una cavidad horizontal en todo su recorrido. Tuvo
que ir con ropa de calle, pues había lavado el mono el día anterior en Los
Chorros.
El acto de clausura se celebró en
un restaurante y al final de la comida se hicieron entrega a todos los grupos
asistentes, de un recuerdo de la participación de estos X Encuentros
Castellanos Manchegos de Espeleología. Javier Cañada el secretario de nuestra
Federación y Emilio de Huesos dejaron caer una piedra por el Abismo para ver si
los de Guadalajara recogíamos el testigo para organizar unos encuentros en
nuestra tierra. Creo que la piedra se desplomó por una Grieta y le dio a uno
del Viana creo que los del Seguntino andaban por allí (los otros tres grupos de
Guadalajara). Espero que también se den por aludidos y podamos en un futuro
cercano organizar los próximos encuentros.
Despedidas múltiples y a los
coches, que para algunos nos esperan carreteras con trafico muy intenso.
No me quiero despedir sin dar las
gracias en nombre de Abismo, al Grupo Huesos que se volcó en tenernos en
palmitas, a los guías de los diferentes grupos que nos llevaron a las
cavidades, a los ponentes que nos enseñaron muchas cosas del mundo subterráneo y
en especial a Emilio por estar en todo momento informando y organizando todo para que estos encuentros tuviesen el éxito que han tenido. Dejáis el listón
muy alto.....
Paco Cuesta
mejor imposible
ResponderEliminarPedazo de fotos, pedazo de encuentro...una maravilla!!!gracias a Emilio y a todos los grupos por tratarnos tan bien y enseñarme tanto...y por supuesto muchísimas gracias Paco
ResponderEliminarMuy buena crónica! pero no soy el único que se pierde! :P (el salto del río solo llevaba a una diaclasa y al lago donde estaba el sifón escondido dentro de la pared, lo digo sólo por si alguna vez vuelves no tengais confusiones ;) )
ResponderEliminarGracias por hacer el trabajo que a todos nos da pereza! el de escribir el encuentro... aunque yo ya me voy haciendo una libretita con notas sobre los pasos para futuros olvidos...
Y gracias a Emilio, al grupo Huesos, y a vosotros por dos días muy agradables con gente muy agradable y divertida. Un abrazo a todos.