Travesía Tonio-Cañuela

Sábado 26 de Marzo 2016

Montse Camino, Jesus Canfran y Sergio Estríngana

Todo empieza la noche de antes en el refugio, cuando llegamos de pasar el día por Santoña. Empezamos a organizar las tres sacas que no íbamos a llevar. Cuerda de 54m por aquí, cuerda de repuesto por allá, así con todo el material. Cuando ya teníamos todo, Jesus y Montse se pusieron a cena, que al final les dieron la una de la madrugada. Yo me tuve que ir a la cama ya que me había sentado algo mal de la comida y tenía el estomago un poco revuelto.

A la mañana siguiente nos levantamos a las 07:00 para poder desayunar bien, la verdad es que íbamos sin mucha prisa. Al final nos dieron las mil.

Ya en los coches, lo primero que hicimos es dejar el coche de Jesús en la carretera, a la altura de la boca de Cañuela, para la salida, y nos montamos los tres en el mío, para subir a un nuevo parking que te deja muy cerca de la boca. Menos mal de este nuevo parking, que sino.

Ya con el coche aparcado nos pusimos a prepararnos, mientras comentamos alguna cosas. Estos estaban con el cachondeo de que yo les tenia que decir en donde estaba la boca de entrada a Tonio. Ya ves tu, ni que la fuera a encontrar así como así. Al final Jesús como buen guía que es, nos llevo sin ningún problema. Cuando estábamos llegando nos dimos cuenta que había otro grupo que se estaba metiendo el ultimo en la sima, y Jesús salió como rayo mcqueen pradera abajo para ver si le pillaba, efectivamente lo pillo antes de que desapareciera. Era un grupo de 6 y que dentro había otro de 3. Ya de paso le preguntamos que hora era, ya que ninguno nos llevamos reloj: (Al final dijimos que les dejábamos una hora de margen, los que no sabíamos era como la íbamos a calcular. Ya cuando pensábamos que era las doce de al medio día nos pusimos manos a la obra. El orden que dijimos que íbamos a llevar era el siguiente: Yo instalando, Montse vigilando y Jesús recogiendo.

Los primeros pozos fueron uno de tras de otro sin ningún problema, lo mas feo de este tramo es el resalte de 5 metros que hay que superar. Llegamos a la famosa diaclasa, aquí le pedía a uno de estos que la instalaran, ya que yo los pasos estrechos no lo llevo nada bien, y si encima es en vertical, menos. Jesús se ofreció voluntario y poco a poco fue bajando, el siguiente era yo, y os podéis imaginar cual era mi estado. Decir que luego no es para tanto. Simplemente es que bajas 13 metros sin poder moverte nada y con la cabeza mirando para un lado. Y Montse que con su experiencia bajo la ultima sin ningún problema.

Los siguientes pozo fueron sucediendo sin ningún problema. Decir que la salida del ultimo es la leche, no por la altura, sino por la manera de instalarlo y la salida.

Ya en la base de los pozos, en la Sala Guillaume, nos pusimos a comer. No sabíamos la hora que era, pero había hambre. Es una sala de dimensiones grandes, que hay que ir buscando el paso por la pared de la izquierda. No tiene mucha perdida ya que han puesto catadriópticos. Todo lo de mas es andar y andar, y viendo la belleza de sus estalactitas y galerías.

Ya en la salida de la cueva nos dimos cuenta que esta lloviendo un poco, y que veíamos la casa en donde habíamos dejado el coche, ahora como llegar asta allí. Fue mas peligroso casi la bajada al río que la cueva.

Cuando por fin llegamos la coche después de andar un poco, encendimos el coche y la sorpresa fue que eran las doce de la noche. Que bajón nos entro, al saber que nos quedábamos sin cocido montañés de la Marga.

Ya en el refugio tomamos unas cervezas mientras comentábamos el día, preparamos la cena que tan merecida la teníamos. 

P.D: No esperéis fotos, no llevábamos reloj, como para llevar cámara de fotos.

Sergio Estríngana