Trabajos espeleológicos y colaboración con los científicos que investigan en el territorio
Lanzada la convocatoria por Rafa, coordinador en esta zona de Abismo, sabíamos que además de los trabajos habituales en las zonas (excavar, desobstruir, excavar más, quitar algún canto gigante...), visitaríamos a los especialistas que están trabajando en el territorio.
Ellos también excavan, pero de otra manera... delicadeza, capita a capita, cribando todo, anotación de cualquier cosita que aparece... son científicos, paleontólogos y de alguna otra disciplina, y admira su labor, la paciencia, la documentación de cada detalle... sientes cuando lo contemplas que estás estorbando, que vas a pisar o tocar algo que no debes... es otro mundo fascinante, y admiran también sus vastos conocimientos en sus respectivas especialidades, no hay hueso desconocido, ni "canto" tallado, ni restos de cerámica u otras cosas que pasen desapercibidas ante sus ojos. Ven más allá, ven su origen, el uso dado y cuándo, y en conjunto les permitirá en el futuro reconstruir el mundo pasado.
Es una gran satisfacción servir de ayuda a estos especialistas, saber que el trabajo espeleológico, además de satisfacernos en nuestro afán explorador y documentador de cavidades, sirve para otros colectivos y a otros niveles. En Tamajón ya nos ha pasado también con geólogos, arqueólogos y biólogos, y refuerza grandemente el ánimo en nuestra labor, con frecuencia tan ingrata.
Y, además, aprendemos a valorar más aún las cavidades, incluso esos aparentemente "despreciables" abrigos. Ello, entre otras cosas, nos ha llevado a decidir catalogarlos, documentarlos y estudiarlos... así que, podéis reíros de nosotros cuando veáis topografías de huecos a los que llega la luz del exterior, pero pensad que al colectivo científico quizá le resulten de gran interés y utilidad en algún momento, y seguro que ellos lo agradecerán.
Bueno, pues a la convocatoria acudimos seis espeleólogos abismeros (Rafa, Luis, Juan Ma, Pablo, Sergio -sí, el Presi, y además a cavar como un jabato-, y yo). Además nos acompaña Granada como colaboradora. Yo, personalmente, voy un poco a "verlas venir", porque no sé cómo me responderá el tobillo lesionado, que funciona según le da, a veces molesta, otras no... pero fotos, por lo menos de entradas, alguna podré tomar..., y las moras están maduras.
Quedamos en la entrada del pueblo, y allí nos vamos reuniendo. Pablo y Luis nos esperan en la Ermita de los Enebrales, pues han pasado allí la noche. Reunidos en el pueblo, nos dirigimos a por ellos.
¡Cómo se nota la estación!. Las praderas alrededor de la ermita están llenas de quitameriendas, esa plantita que sale ahora, cuando ya va cambiando el tiempo y los días acortan, para recordarnos que se acaba eso, los días de bonanza del verano para salir al campo, y que viene el agua y el frío.
Quitameriendas o merendera (Foto cortesía de Javi Calvo, gracias...) |
Bien, plan de trabajo. Rafa nos pone al día, la idea es empezar a revisar abrigos (y lo que caiga) al otro lado de la carretera, el territorio ampliado de la zona de Tamajón, donde las cavidades van a ser identificadas o catalogadas con las letras "TR", haciendo referencia al territorio "Tamajón-Retiendas" y distinguiendo así esa nueva parte de estudio de la zona clásica que era de la carretera hacia Almiruete, y de ahí la notación "TA" (Tamajón-Almiruete) para aquellas otras cavidades... Pero vamos, todo el territorio es realmente Tamajón, y es el pueblo casi siempre el punto de encuentro y la referencia.
Rafa ha traído el material de topografía, tal y como comentábamos antes se ha decidido catalogar y topografiar, más o menos detalladamente, los principales abrigos de esa parte, y alguna otra cavidad conocida y nombrada, pero para la que al parecer no hay plano y datos adicionales.
Empezamos a mirar y documentar algunos abrigos. El primero posee unas entraditas hacia la masa rocosa, pero impracticables o completamente obstruidas.
Allí empezamos a topografiar, Rafa va dirigiéndome en la toma de medidas, apuntando datos con paciencia, detalladamente, especialmente tomando muchas notas en los croquis dibujados. Cuanto más detallado y anotado sea el croquis, mejor le permitirá posteriormente cuadrar las formas sobre las poligonales, los esqueletos fruto del tratamiento matemático de los datos obtenidos en las mediciones.
Mirando en el fondo, "porsiaca"... |
Es importante reivindicar el trabajo que hay más allá de la cueva cuando hablamos de documentación y topografía espeleológica... se intuye ¿verdad? (Fotos cortesía de Rafa Coronado) |
A esperar mientras otros topografían |
Pero no es exactamente este abrigo el objetivo, sino otro con cierta profundidad que hay muy cerca y casi continuidad del anterior. Volvemos a la carga con la documentación y topografía, dedicando bastante tiempo a estudiar cómo representar el corte de la entrada y las pendientes que hay en ciertos sitios. Rafa se toma su tiempo y consulta continuamente nuestro parecer, y el resultado será, seguro, de muy buena calidad.
Los demás, mientras tanto, han encontrado unos zarzales magníficos y repletos de moras, miran detalladamente hundimientos cercanos al Abrigo de los Enebrales, y otros agujeruchos de las paredes, que no dan nada de nada.
Acabado ese "TR", nos dirigimos hacia la Cueva del Peñascal, marcada y nombrada por SECJA, pero que no tiene topo. Así que, allí vamos a tomar unas medidas. Aquí, además, muy cerca está otro abrigo donde unas entradas parecen prometedoras, y mientras Rafa y Javi miden, anotan y fotografían, el resto del grupo se dedica a hurgar por allí: Excavar, sacar cantos, arañar el suelo, intentar entrar donde no se puede... en fin, el entretenimiento habitual bajo la supervisión de la colaboradora que nos acompaña, que ya ha dicho eso de "estáis locos" como una docena de veces, y busca más zarzas con moras por allí. Al menos hace muy buen día.
Acabado ese "TR", nos dirigimos hacia la Cueva del Peñascal, marcada y nombrada por SECJA, pero que no tiene topo. Así que, allí vamos a tomar unas medidas. Aquí, además, muy cerca está otro abrigo donde unas entradas parecen prometedoras, y mientras Rafa y Javi miden, anotan y fotografían, el resto del grupo se dedica a hurgar por allí: Excavar, sacar cantos, arañar el suelo, intentar entrar donde no se puede... en fin, el entretenimiento habitual bajo la supervisión de la colaboradora que nos acompaña, que ya ha dicho eso de "estáis locos" como una docena de veces, y busca más zarzas con moras por allí. Al menos hace muy buen día.
Allí, no puedo evitarlo y como el tobillo parece que no se queja, me pongo el mono y el casco, les digo a Juanma y Luis que me dejen echar un vistazo, e intento colarme donde están sacando cantos (ya han levantado un murete con los que va saliendo, no sólo rompemos, también construimos...).
Bueno, lo dicho, intento meterme donde estos dos, que abultan la mitad que yo, no han podido... ¿y qué pasó?, pues lo lógico, que no entro, claro. Pero me pongo a sacar más cantos y tierra, arrastrándolo todo al exterior cual tejón, y valoro lo que hay allí dentro... aquello no sé si tiene muchas posibilidades, lo que sí tiene es muchísimo trabajo, parece todo igual, es decir, "hay que vaciar la cueva" para entrar, y eso normalmente es inviable... típico en Tamajón, sí.
Así, dale que te pego y apilando cantos en el murete, echamos un buen rato hasta decidir que hay que marcharse, pues hay que mirar alguna cosa más, y además hemos quedado con los científicos que están con su trabajo más allá. Quieren que veamos y valoremos una potencial entrada por si diera juego para sus proyectos, y de paso reunirnos para charlar y compartir impresiones sobre lo que vamos haciendo.
Bien, aunque ya vamos un poco con prisa porque la hora de comer se acerca y la idea era comer con el otro grupo, pues ocurrió lo de siempre, que durante el camino apareció otro posible agujero, junto a un muro, y ¡Hala!, a quitar cantos y mirar si allí se podía entrar... otro marcado como "Pos".
¡Ahí, ahí!, a ver si tira... |
Entra abajo y conecta por arriba... un sistema de 5 m y 4 de desnivel |
Más tarde vemos despacio el asunto, es una gatera impenetrable por los sedimentos acumulados, pero parece, parece que a unos 4 m el techo se elevaría... El interés que tienen es que los estratos que están trabajando en el exterior, donde están hallando cosas de interés, se continuarán hacia el interior de la potencial cavidad, y de existir tal, en épocas pasadas pudo estar ocupada, o acumular restos y materiales de interés.
La idea es mover los sedimentos más superficiales de la gatera para entrar a ver si se amplía más adentro, vamos, una desobstrucción de las típicas que hacemos. Esos sedimentos más superficiales no son tan interesantes y los trabajos de remoción y evacuación no dañarían el potencial yacimiento que creen puede haber debajo.
Así que, después de comer empezamos a valorar el hueco. Parece que pudo ser tejonera o zorrera, pues tiene restos de paja y algunos bloques ya bien resecos de excrementos de carnívoro. Vamos retirando tierra y algún canto para ir viendo, pero es complicado. Sin embargo, conforme vamos entrando cada vez vamos valorando mejor la cosa, y no parece que dentro el techo se eleve, es decir, todo está colmatado de sedimentos. Imposible penetrar para llevar a cabo una excavación en el interior, no hay altura para ello.
Tras una limpieza inicial podemos entrar un poco y valorar qué hay más allá, y cómo llegar... |
Bueno, ya estamos dale-que-te pego otra vez... |
En efecto, aparece una especie de laja, un canto enterrado entre la tierra compactada que queremos retirar. Nada raro, es frecuente, un poco de palanca con alguna barra o el pico, y ya estará...
Dos horas después, habiendo partido una barra de uñas (sí, se partió la punta a base de apalancar entre cuatro), meter cuatro hierros gordos y barras para apalancar desde varios lados, excavar un metro alrededor, partirle trozos a base de puntero, cortafríos y maceta, valorar una potencial voladura en un futuro, o tirar con un todoterreno, o traer una retroexcavadora... después de todo eso, la "piedra" se mueve.
Digamos que era una laja, sí, una laja de como un metro de diámetro y casi 30 cm de ancho, que pesa como diez muertos juntos y que entre todos logramos dejarla a un lado, pues no nos atrevemos a sacarla por si hacemos alguna picia en donde están los científicos con su labor.
Para que puedan seguir excavando esa parte, sin embargo, la piedra tendrá que retirarse en su momento... a lo mejor nos acercamos algún día con las máquinas y la "pulimos" para que cuando vuelvan a trabajar por allí se encuentren el tajo preparado y limpio.
Ahí se intuye el "canto" bajo la tierra |
Por fin logramos ponerlo en movimiento (entre cuatro, con palancas, y malamente) |
Al fin y al cabo nuestra colaboración con ellos se relaciona con la exploración de cavidades que ofrecen dificultades al profano, la obtención de datos de su interior, preparar los pasos conflictivos para que ellos puedan desarrollar su trabajo, etc.
Es decir, servimos de ayuda en la búsqueda de cavidades con interés potencial, forzamos pasos complejos en avanzadilla y aseguramos otros que ofrecen cierto peligro. Todo ello teniendo en cuenta sus recomendaciones para deteriorar lo mínimo y llevar a cabo una labor lo más efectiva posible.
El campamento de los científicos... al fondo varios de los nuestros, y alguno tomando notas, "qué raro". |
Hemos quedado en la casa que tienen alquilada en Tamajón, donde nos han invitado a una merienda-cena, una barbacoa, una agradable velada durante la que iremos charlando sobre nuestros distintos quehaceres.
Mientras van asando y preparando, nos van contando muchas cosas de su trabajo, incluso papel y boli en mano para explicarnos algunos fundamentos de la datación de la antigüedad de muestras con el carbono 14... (lo del 14 es por tratarse de uno de los isótopos radiactivos del carbono, que alguno pensábamos que a lo mejor era porque estaba en el puesto catorce en alguna fila, o algo así...) muy interesante todo.
Hay que ver la cantidad de información que estos sabios son capaces de obtener de las cosillas que van encontrando, por su lugar de aparición, por sus características... Todo ello nos hace apreciar, una vez más, la importancia que pueden tener esas cavidades, esos humildes abrigos, y como decía al principio, nos anima a seguir documentando y estudiando todos los que vamos encontrando por allí.
Muchas gracias a todos estos expertos y estudiosos, tan amables y dispuestos a enseñarnos cosas, y también a mis compañeros de Abismo, precisamente por su compañerismo.
Un magnífico día, sí señor.
Un magnífico día, sí señor.
Javier Rejos
Como bien dices Javi un gran día!. Ya veréis como queda transformado todo este curro en la memoria de zona. QUE ES GRACIAS A TODOS LOS QUE TRABAJÁIS Y APORTÁIS VUESTRO GRANITO DE ARENA EN LA ZONA.
ResponderEliminarUn gran equipo el otro día, "El Presi" animado explorando esas ""POS"", donde trabajaban con entusiasmo y sin descanso Luis y JuanMa. El incasable Pablo, que al final encontró unas oquedades muy muy interesantes, y la santa de Granada, que la tuvimos sin comer hasta las tantas por culpa de tanta medida y fotografía por aquí y por allá. Todo esto se supero con la amabilidad y buena compañía de nuestros amigos los paleontologos, que nos trataron como si fuésemos de la familia.
!!En fin.. un gran día entre compañeros y amigos!!