Después de la ultima salida de barrancos en la sierra de Guara, y como siempre, que nos quedamos con las ganas de hacer alguno mas (y mas este año que lo que no falta es agua…) decidimos preparar la furgo y subirnos para arriba. En esta ocasión Bibi, Dani y yo.
Esta vez, y aun sabiendo que esta un poquito mas lejos, nos dirigimos a Torla, junto al parque de Ordesa.
La primera idea era la de hacer el barranco de Lapazosa, pero este año, y a estas alturas, queda mucha nieve en las montañas, lo que hace imposible el descenso. Una semana antes lo intento un grupo y tuvieron que salirse en un escape.
La primera idea era la de hacer el barranco de Lapazosa, pero este año, y a estas alturas, queda mucha nieve en las montañas, lo que hace imposible el descenso. Una semana antes lo intento un grupo y tuvieron que salirse en un escape.
Solo con la aproximación unos 45m) y como fondo las montañas nevadas del parque de Ordesa, ya valia la pena hacerlo.
Una primera parte abierta con largas cascadas y mucha vegetación, y otra final mas enjabonada con numerosos rapeles, toboganes y un espectacular rapel en volao de 36 m desde donde se ve la profundidad de cañon.
Después de unas 4 horas, ( con descansito incluido) llegamos al punto donde salimos con dirección al coche, donde en apenas 15m llegamos.
Al día siguiente y aunque teníamos pensado hacer otro barranco, decidimos mojarnos un poco menos y hacer la vía ferrata de Sorrosal.
Ya impone un poco cuando se ven desde abajo las clavijas y cables que se usan de seguro, pero impone aun ver las escaleras que suben junto a las dos últimas cascadas del barranco con el mismo nombre.
Una vez arriba, se cruza un túnel de 18m que se utiliza para la canalización de aguas y a la salida del mismo, cruzamos el barranco por encima de un tronco donde podemos apreciar la belleza del barranco del Sorrosal.
El continuo pasamanos, sigue por la ladera derecha del barranco, donde nos saca de la pared y nos enseña la senda que cogeremos para en 10 minutos llegar de nuevo al pueblo de Broto.
El diseño del trazado es original y variado, alternándose secciones verticales con travesías y entretanto un puente himalayo y un pasaje subterráneo le dan más emoción y misterio.
En definitiva, con un recorrido de 500 metros y en algún momento un desnivel de 150 m, algo diferente e impresionante, no solo por el desnivel que se logra y las preciosas vistas que se divisan desde arriba, también por la segura instalación.
Santi Frieros Diaz
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