El pasado fin de semana del 5 y 6 de julio, aprovechando que teníamos pendiente un finde libre solo hombres, (quiero decir sin mujeres, hijos, mascotas, etc… ) y a pesar que la idea inicial era la de ir al típico sitio de playa con discotecas de esas que puede entrar la población de una provincia entera, decidimos subirnos a pirineos para hacer algún barranco.
En esta ocasión mis amigos Padilla, Chino y Rober, al que tuve que convencer de que lo pasaríamos mejor en pirineos que en la playa.
Así que el jueves, a eso de las 16h y con la furgo llena de provisiones, como si nos fuese a pillar alguna nevada por el camino, nos ponemos en macha.
Lo primero que hacemos es instalarnos en el camping Rio Ara, en Torla. Aprovechando que el rio Ara esta al lado del camping y que hay una empresa que se dedica a bajarlo, decidimos contratar la excursión para el día siguiente.
En esta ocasión mis amigos Padilla, Chino y Rober, al que tuve que convencer de que lo pasaríamos mejor en pirineos que en la playa.
Así que el jueves, a eso de las 16h y con la furgo llena de provisiones, como si nos fuese a pillar alguna nevada por el camino, nos ponemos en macha.
Lo primero que hacemos es instalarnos en el camping Rio Ara, en Torla. Aprovechando que el rio Ara esta al lado del camping y que hay una empresa que se dedica a bajarlo, decidimos contratar la excursión para el día siguiente.
Después de enfundarnos el neopreno, el casco y unas rápidas nociones por parte de Carlos el guía, (con el que nos tomamos algun cubata en la noche del sabado ) empezamos el descenso.
El descenso empieza cerca del puente de los navarros (pasado Torla y finaliza en Broto, 5 km abajo. )
La verdad es que al principio no parecía que el río bajase muy enfurecido, pero a medida que pasaba el tiempo, si que notábamos la cosa se movía mas de la cuanta.
Así paso, que en una de estas, perdimos a un hombre…. en esta ocasión al chino. Nada, con nuestro conocimientos adquiridos 10 minutos antes, conseguimos subirle de nuevo al bote y continuar
Entre risas y nervios, en algún momento, llegamos a Broto, donde terminámos el descenso.
En conclusión, no creo que sea el deporte de mi vida, pero al menos esta bien probarlo y disfrutar de las nuevas sensaciones.
Al día siguiente, ya salimos del camping con la intención de hacernos algún barranco. En esta ocasión, el clásico pero siempre bonito, de Las Gloces
Perfecto de agua, y únicamente nosotros dentro, podemos disfrutar de los divertidos toboganes y sus largos, altos, y oscuros estrechos.
Como salimos muy pronto y aun nos quedaban unas cuantas horas de luz, y mas ganas, nos volvemos a Broto, donde nos ponemos de nuevo los neoprenos y nos metemos en El Furco. Ahora si que tenemos a algún grupo
delante, así que les dejamos avanzar un poco para no juntarnos el los rapeles.
También como las Gloces, muy bien de caudal. Los dos primeros rapeles bajaban con bastante agua, aunque no con peligro.
Después de casi dos horas, llegamos a la carretera y al final del barranco, donde nuestro amigo Padi, nos espera con la furgo y la nevera con bebida fría.
El general, un animado fin de semana con un poquito de todo.
Saludos
Santi frieros