5 de diciembre de 2009
Hace más de quince años que visité esta corta travesía. Era la primera que realizaba. Entonces había que efectuar una aproximación de una hora, cosa que ya no pasa, pues han continuado la pista que antes te dejaba en las cercanías del Mortero de Astrana, hasta llegar prácticamente a las bocas de esta travesía.
El paisaje es esplendido, las dos bocas se abren en lo alto del collado de Celagua y dejan ver entre los dos Mazos (el Grande y el Chico) parte del valle de La Gándara.
Hicimos dos grupos. Uno entró por El Mortero del Crucero (Alicia Gutiérrez, Fran Martínez, Rebeca Martín y Paco Cuesta) y el otro por la Torca de la Calaca (Carlos Heras, Belén, Carlos Aranda y Jordi Ladra).
En las dos entradas es necesario equipar los pozos, se trata de un recorrido de nivel bajo. La entrada por Crucero es algo más compleja, pues hay que poner varios antirroces y son unos cuantos fraccionamientos los que hay que realizar hasta bajar al fondo de la sima. Por el contrario, la equipación de Calaca es de tirón, solo es necesario un fraccionamiento a unos tres o cuatro metros del fondo para evitar un pequeñísimo roce.
Los que entramos por Crucero, dejamos la galería principal y subiendo una pequeña cuerda que ya estaba instalada, nos adentramos por un pequeño conducto que da paso a un pequeño meandro desfondado en que al final se abre en una galería fósil. Está, acaba en un caos de bloques que hay que subir hasta una sala. El camino sigue por un meandro evidente con algunos gours secos. Tras éstos, se accede a una galería ancha donde veremos el Gran Hundimiento, que lo bordeamos haciendo una pequeña trepada. Desde este punto se llega sin problemas al Río Negro. Aquí nos encontramos con el otro grupo, lo que aprovechamos para hacer una paradita y comer.
Nuestro camino hacia la boca de Calaca lo hacemos sin más problemas, pues es evidente el recorrido por estas galerías de grandes dimensiones. Como llegamos a las 3 y media de la tarde, la luz que entraba por la boca nos dejó ver la gran sala de la torca. Justo debajo de las cuerdas en la vertical, todavía quedaban restos de nieve del temporal de la semana anterior. La subida de esta sima la realizamos en un periquete, pues otro grupo había equipado con otra cuerda esta salida y aprovechándonos de esta circunstancia subiendo por las dos.
El otro grupo se cruzó con los que habían colocado la cuerda en Calaca, justo en el paso estrecho. Al igual que nosotros utilizamos sus cuerdas, ellos habían bajado por las nuestras.
Los grupos tardamos más o menos lo mismo cinco horas.
Para el descenso de El Crucero es necesaria una cuerda de 45 metros y tres antirroces. Para equipar Calaca, es necesaria una cuerda de 35. Los resaltes del interior están equipados con cuerda, pero es conveniente llevar alguna por si acaso hay que remplazar algún paso.
A pesar de existir alguna zona laberíntica (sobre todo en el sentido Calaca-Crucero), el recorrido es evidente prácticamente en su totalidad.
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Paco Cuesta
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