Nuestro amigo Alberto Lozano del grupo espeleológico Huesos, ha participado en la expedición a Machu Picchu con la Asociación Ukhupacha, en Perú.
Esta expedición se llevó a cabo en Perú, en Julio del 2009. Una experiencia como diabético insulinodependiente y de cómo afecta esta condición en una expedición de este calibre. Con la experiencia y la educación que ha recibido como diabético, así como la práctica espeleológica de este deporte–ciencia durante más de 10 años, le hacían pensar que podía demostrarse a sí mismo y al mundo, que la diabetes no pone los límites. El diabético insulinodependiente, para estar bien controlado debe mantener un perfecto equilibrio entre lo que come, el deporte que hace y la insulina que se pone.
En noviembre del 2006, Raquel (su pareja), le regaló un viaje a Perú y lo realizaron con las mochilas, a los lugares más emblemáticos durante 19 días. A finales del 2008 recibió un correo reenviado por Emilio, miembro de su club de espeleo y su maestro durante todos estos años. En el mensaje de espeleólogos de Castellón, adjuntaban un reportaje de la revista Nacional Geographic en el que se explicaba el proyecto que desde hacía años estaban realizando estos espeleólogos españoles en Perú, y más concretamente en Machu Picchu. Al tratarse de estos dos temas, espeleo y Machu Picchu no dudó en ponerse en contacto con ellos, pero ¿qué les diría? ¿Por qué le iban a necesitar? Además se sumaba el miedo a ser rechazado por ser diabético, ¿qué necesidad tiene nadie de asumir a alguien con una complicación como la suya? Esta pregunta se la hacía constantemente.
La respuesta por parte de Ukhupacha fue inmediata, se abría una puerta a una posible colaboración en el proyecto…su sorpresa ante la reacción de ellos cuando les dijo que era diabético, sus palabras fueron “...es más, para nosotros es una experiencia, casi como otro reto…” Respiró… ¡Podía entrar a formar parte del Proyecto Ukhupacha!
Durante los meses siguientes trabajaron en la preparación del viaje, realizaron prácticas, instalaciones, trabajo en equipo y todo lo necesario para una expedición de semejante calibre. En cuanto al material, llevó todo por duplicado, incluso por triplicado, por ejemplo, preparó tres glucómetros (aparato para medir la glucosa en sangre), pues midiendo colgado en una pared, se podría caer y perderlo, o a que se le estropeara por lluvia o similar.
En la expedición era fundamental que los compañeros que le acompañaban, supieran en cada momento, dónde se encontraba todo, pero en especial, dónde guardaba el Glucagón, así como saber utilizarlo y cómo actuar en cada situación.
El artículo completo lo tenéis en la página de la Fundación para la Diabetes y en el Blog de la expedición del Proyecto Ukhupacha podréis seguir este interesante trabajo.
Paco Cuesta.
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