“A mi la guardia, que asaltan el Castillo” gritaba el centinela, con la aparición de los primeros asaltantes en escena. Y no era para menos pues este año ha sido la participación mas concurrida de todas las que vienen celebrándose desde que se recrea el intento de rescate de la reina Dª Blanca de Borbón, presa en el castillo por su esposo Pedro I apodado “El Cruel”
Sigüenza, en julio, celebra sus Jornadas Medievales, el segundo sábado
como manda la tradición pero ya en la mitad del mes, con el calor castellano
por testigo que tanto bien y tanto mal provoca (según para qué…).
Las huestes de Abismo íbamos llegando a la ciudad medieval por
oleadas, bueno, es un decir, comparado con otros años, el viernes por la tarde
un grupo con las recientes incorporaciones , previo paso por el cursillo que
también este año había organizado el club en su afán por la difusión y la
formación de nuevos espeleólogos. En mi modesta opinión creo que el Asalto
debería incluirse en el programa de los cursos, podemos ser precursores de algo
que nos llena de orgullo en nuestra tierra y que espeleología ya no solo sería
deporte+ciencia sino que añadiría algo de historia. Este grupo pudo hacer algún
simulacro del asalto esa tarde para conocer lo que al día siguiente teníamos
encomendado.
Partciparon por el club Abismo:
Al día siguiente nos juntamos todos en la Alameda para saludar a
viejos amigos y como no, a quien se encarga de la organización de las Jornadas,
Jaime y su fiel ayudante, Jesús Canfran “El rey”, dispuestos a ofrecernos una espectacular paella que habían preparado, como siempre, exquisita y “al punto”. Después de las presentaciones de rigor y de una distendida sobremesa entre rajas de sandía nos pusimos los trajes de asaltantes dando algunos pequeños consejos, sobre todo a los nuevos, para evitar contratiempos.
Quien ha estado alguna vez en las Jornadas Medievales
sabe que hay muchas cosas que no se puede perder, pero el Asalto al Castillo es
el gran atractivo, y no por ver subir a unos espeleólogos disfrazados, sino
porque cada año se intenta mejorar para que todo salga bien y el público
disfrute. Nosotros encantados de hacerlo y la organización también, que dure
muchos años. Así, en las eras del castillo contemplamos el torneo medieval y la exibición de rapaces.
Y llegó el momento esperado, allí estábamos
los de Abismo, junto con los del GES Sigüenza, los del GEMBO Burgo de Osma
y Madrid, preparados con nuestros atuendos y nuestras armas, dispuestos a
liberar a la reina de su presidio. Empezaba a caer la noche y tras oír las primeras órdenes comenzó el espectáculo, primero un grupo de tres, después otro mas numeroso y un tercero similar al segundo que es el que desiste del intento, el agua y las piedras volvieron a ser
infranqueables a pesar de las encarnizadas luchas cuerpo a cuerpo en el adarve.
Oíamos las voces de un público que disfruta y nosotros mas metidos en el papel para que parezca mas real. Pero como la historia es inamovible volvimos
a salir derrotados de tal magna hazaña, íbamos "cayendo" hasta dar con los huesos en el suelo rodando hasta los pies del público. Tras acabar, una muchedumbre de chiquillos se acercaron a nosotros tratando de encontrar los restos esparcidos de habían caído y que cuidadosamente recogimos después .
Y se acabó, muy contentos y agradecidos por como había salido todo. Por
la noche continuaban los actos como la Noche de Embrujo o el concierto de
música folk.
Agradecimiento
especial a Jesús por la fotos y a Paco Q. por el vídeo que ha montado y
que pongo un enlace al final para que lo veáis. También estuvieron por
ahí otros abismeros como Edu, Ángel, Miguel, Diana, todos con la
experiencia de haber participado en el asalto en alguna edición
anterior.
Jesús, Rafa, Manuel, Marta, Chus, Jorge, Dani, David, Rebeca, Montse, Jesús C y Paco T.
Paco Toquero
EL MEJOR ASALTO AL CASTILLO DE LA HISTORIA!!! SIN DUDA, LO HICISTEIS ESPECTACULAR!!!! ANGEL
ResponderEliminarEl próximo asalto aseguraos que los cascos medievales están homologados... creo que os van a echar piedras y aceite hirviendo... de verdad. Todo sea por el rigor histórico...
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