La aventura empieza con el Ascenso a Mainas Tiryzh por TorcaFría.
Una vez en la boca de Torca Fría y después del ágape de acelgas y pan de
mambas, la Comunidad del Mosquetón, integrado por los apuestos Arturo Tuk,
Montse de Rojan, Toño el del Bolsón y Rebe de Ribandael, comienzan el descenso
a MordorLobo.
El avezado Toño coloca la cuerda, ya que la que había puesta
tenía pinta de ser una trampa de los Orcos, y baja el primero arriesgando su
vida y sin saber lo que se encontraría abajo.
Toño el del Bolsón preparado para lo que sea |
Arturo Tuk encomendándose a los nomos |
El frío no se lo pone fácil |
Primer pasamanos hasta la ventana |
Una
vez allí se encuentran con la primera trampa del Señor Oscuro, una grieta vertical
de 5 metros por la que hay que ascender. Hay una cuerda instalada por la que
suben mientras cortantes aristas cercenan
sus curtidas pieles. El espacio no da ni para doblar la rodilla, así que el
ascenso se realiza penosamente a
pedaladas de 2 cm. La única que lo consigue pasar con cierta dignidad es Montse
de Rojan, que es descendiente de una estirpe de humanos-culebra a los que estas
estrecheces se la traen al pairo.
Primera trampa |
Una vez burlada la trampa nuestros protagonistas llegan a un
pequeño pasamanos que les deposita en el meandro de la Carpeta Verde, un lugar
bastante abrupto y lleno de peligrosos desfondamientos
hacia el infierno. Los constantes cambios de nivel que hay que localizar para
continuar provocan pérdidas continuas en el grupo. Además, las indicaciones que
llevan están escritas en élfico antiguo y nadie las comprende.
Después de unas cuantas vueltas Toño el del Bolsón encuentra
la continuación y consiguen llegar a la
Galería McGyver. Después de un rato analizando las notas, llegan a la
conclusión de que están mucho más alante de lo que creían. Eso les da nuevas
fuerzas y continúan la travesía.
A partir de este momento los recuerdos se difuminan, debe
ser algún gas del Señor Oscuro.
Casi al final se encuentran con un largo meandro, de unos 30
metros, muy colgón y muy capullo, sin duda es la última prueba antes de llegar
a la salida por MordorLobo. Está instalado porque es largo y da miedito, pero
se puede hacer prácticamente en oposición y así lo pasan. La elfa Rebe es el
miembro más débil y retrasa un poco la expedición, ya que se ha metido una hostia
como un piano en las costillas unos metros antes, menos mal que el bueno de Arturo
Tuk está pendiente de su avance.
La mitad la comunidad llegando al final |
Por fin comienzan a ver hojas y a oler a tierra. Los seres
del inframundo también hacen su aparición: moscas, arañas y cienpieses gigantes
atacan a nuestros héroes que, con una valentía nunca vista logran esquivar los
mortíferos ataques y salen al exterior.
Ruedan colina abajo sobre el manto de hojarasca otoñal del
Bosque de los Trolls hasta llegar a los caballos, en los que vuelven muy
contentos a la Comarca de Margari con la misión cumplida.
Y para cenar perdices, por supuesto.
Rebeca
Bueno, ya veo que os estáis preparando para los Medievales de Siguenza.
ResponderEliminarAlguno de vosotros debería de luchar por el trono que ostenta Jesús XV. Pero cuidado que le he visto como corta una sandia con su espada ,,,y da miedo.
GENIAL UN POCO TARDE PERO.., TE SACA LA RISA
ResponderEliminarTOÑO
Es que eres un público fácil :b
EliminarMola, mola y mola. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarFirma;
Un fan de la comarca ;-)
Muchas gracias Miguel Ángel, y enhorabuena por tu premio!!!!!
EliminarVeo que el chuli estilo toñoniano empieza a afirmarse en Abismo, aire fresco y menos tesnicismos, chuli, chuli.... ¿alguien se anima a traducir las próximas memorias de las zonas?
ResponderEliminarNo has comentado que tras terminar tamaña hazaña una gran fiesta se celebró en nuestro honor, y que una música de sirenas comenzó a oírse incluso antes de salir de la guarida del Gran Lobo
ResponderEliminarNo has comentado que tras terminar tamaña hazaña una gran fiesta se celebró en nuestro honor, y que una música de sirenas comenzó a oírse incluso antes de salir de la guarida del Gran Lobo
ResponderEliminarEs cierto; la fiesta con los unicornios!
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