7 de diciembre de 2007. Juan Carlos Tomas, Anabel Ballesteros, Miguel Sanz, Julio García, Carlos Heras, Montse Camino y Paco Cuesta.
A las 7 de la Mañana dimos comienzo a esta travesía desde el albergue de Coventosa. Subimos casi todo el camino con los frontales, con algo de lluvia que nos dejó totalmente calados. La aproximación a Sopladoras es una senda al principio y después monte a través por una cuesta con un considerable desnivel. Se cruza el rio primero a la derecha para ya cerca de las bocas de entrada volverlo a cruzarlo.
A las nueve de la mañana, un pequeño resalte nos dio acceso a una de las tres bocas de Sopladoras. Continuamos por una galería de amplias dimensiones hasta una zona de bloques y al final de esta llegamos a La Unión. A partir de aquí nos encontramos con el agua, que nos acompañó en muchos de los tramos de esta travesía.
Un pasamanos en lamentables condiciones, nos dio paso a una marmita a la que le siguen otras cuantas que hay que pasarlas con algo de dificultad. Después de algunos destrepes, continuamos por una galería mas amplia, con barro y que se va convirtiendo en meandro y se hace mas pequeña. Por un destrepe subimos a un nivel superior y continuamos cerca del techo llegando a una galería donde volvimos a encontrarnos con el rio que lo bajamos por un escarpe de unos 4 metros.
Continuamos por amplias galerías, aunque no es fácil de encontrarlas. Por el rio lleno de cantos rodados, tenemos que continuar por unos amplios conductos que son difíciles de seguir.
Mas adelante nos encontramos con los Meandros, una galería de mucha altura y en la que avanzamos rápidamente por un suelo arenoso y con gravillas. Esto nos dio paso a El Bulevar que es una galería prácticamente recta y de medio kilometro aproximadamente. Mas adelante se nos estrechó, dando lugar a los rápidos y al final de estos nos encontramos con El Paso del Agua, donde tenemos que meternos con agua hasta la cintura, hay que decir que este paso puede ser muy peligroso en caso de crecida.
Mas adelante llegamos a la gran sala de la entrada, que al final de esta y tras una trepada entre bloques llegamos a la salida por la Cueva del Agua a la una del medio día.
Lo mas difícil de esta travesía nos lo encontramos al salir, pues estaba lloviendo y la cuesta que tuvimos que bajar campo a través y con la hierba mojada fue toda una odisea. Muy, muy peligrosa, un simple resbalón y podías caer muchos metros.
La duración de la travesía, contando la aproximación fue de 7 horas, un tiempo muy bueno contando que fuimos 7 espeleólogos y algunos solo llevan unos 6 meses en este mundo de las cavidades.
Mas fotos en el álbum de Abismo
A las 7 de la Mañana dimos comienzo a esta travesía desde el albergue de Coventosa. Subimos casi todo el camino con los frontales, con algo de lluvia que nos dejó totalmente calados. La aproximación a Sopladoras es una senda al principio y después monte a través por una cuesta con un considerable desnivel. Se cruza el rio primero a la derecha para ya cerca de las bocas de entrada volverlo a cruzarlo.
A las nueve de la mañana, un pequeño resalte nos dio acceso a una de las tres bocas de Sopladoras. Continuamos por una galería de amplias dimensiones hasta una zona de bloques y al final de esta llegamos a La Unión. A partir de aquí nos encontramos con el agua, que nos acompañó en muchos de los tramos de esta travesía.
Un pasamanos en lamentables condiciones, nos dio paso a una marmita a la que le siguen otras cuantas que hay que pasarlas con algo de dificultad. Después de algunos destrepes, continuamos por una galería mas amplia, con barro y que se va convirtiendo en meandro y se hace mas pequeña. Por un destrepe subimos a un nivel superior y continuamos cerca del techo llegando a una galería donde volvimos a encontrarnos con el rio que lo bajamos por un escarpe de unos 4 metros.
Continuamos por amplias galerías, aunque no es fácil de encontrarlas. Por el rio lleno de cantos rodados, tenemos que continuar por unos amplios conductos que son difíciles de seguir.Mas adelante nos encontramos con los Meandros, una galería de mucha altura y en la que avanzamos rápidamente por un suelo arenoso y con gravillas. Esto nos dio paso a El Bulevar que es una galería prácticamente recta y de medio kilometro aproximadamente. Mas adelante se nos estrechó, dando lugar a los rápidos y al final de estos nos encontramos con El Paso del Agua, donde tenemos que meternos con agua hasta la cintura, hay que decir que este paso puede ser muy peligroso en caso de crecida.
Mas adelante llegamos a la gran sala de la entrada, que al final de esta y tras una trepada entre bloques llegamos a la salida por la Cueva del Agua a la una del medio día.Lo mas difícil de esta travesía nos lo encontramos al salir, pues estaba lloviendo y la cuesta que tuvimos que bajar campo a través y con la hierba mojada fue toda una odisea. Muy, muy peligrosa, un simple resbalón y podías caer muchos metros.
La duración de la travesía, contando la aproximación fue de 7 horas, un tiempo muy bueno contando que fuimos 7 espeleólogos y algunos solo llevan unos 6 meses en este mundo de las cavidades.
Mas fotos en el álbum de Abismo


Durante los tres días se celebraron diferentes conferencias, proyecciones y conciertos.
Demostraciones de las cuerdas por parte de la empresa Kordas con un especial enlazado entre la camisa y el alma para conseguir mejor seguridad ante la rotura de la camisa.
El de Prádena ha sido el encuentro más importante de España, cuya federación nacional cuenta con cerca de 8.000 inscritos, lo cual la convierte en la segunda más importante de Europa, después de la francesa, y la tercera del mundo, con Estados Unidos como el país que cuenta con más federados.
Para mas información sobre esta fiesta 




La visita preparada a una cavidad, el Forat Micó (640 m.), se suspendió por obstrucción de la boca (una semana antes estaba abierta). La rapidez con que evoluciona el impresionante lapiaz que la rodea nos sorprende. Se comprende al saber que un litro de agua dulce disuelve 360 gr. de sal y que la “montaña” en la que se encuentra (punta del depósito salino que aflora al exterior) asciende a una velocidad de 3.5 cm. al año (empujada por la misma energía que eleva los pirineos y la propia plasticidad de la sal).
El depósito salino tiene 40 millones de años, de cuando la depresión de Ebro era mar. En Cardona e inmediaciones está casi en la superficie pero bajo ella se extiende desde media provincia de Barcelona hasta Navarra.
La sal de Cardona se ha explotado desde el neolítico, siempre en superficie o en pequeñas minas extrayendo sal común (Halita). Hasta la revolución industrial, que permitió profundizar en el depósito hasta 1300 m., desde los años 20 hasta 1990, para sacar las valiosas sales potásicas y magnésicas (Silvina y Carnalita). Actualmente se explota en superficie las montañas de desechos que dejó el siglo pasado y en mina solo hasta los 150 m. aproximadamente.
No es fácil encontrar cavidades en sal ni explicar la formación de las conocidas pues es una roca impermeable al agua, que puede disolver su superficie pero difícilmente puede encontrar vías de penetración al subsuelo, cómo son las diaclasas en calizas y yesos, puesto que - de existir - su propia plasticidad y la presión tectónica las cerrarían. Se conocen cavidades en sal en:
A principios de verano Manolo Nieto y yo nos habíamos fijado este objetivo para el final del verano. Manolo dos semanas antes de la carrera se adentró en el parque para conocer el terreno, conoció un tercio del recorrido pasando por 3 refugios, de poco sirvió, porque 10 días antes Manolo se llevó la sorpresa de que el fin de semana de la carrera tenía que trabajar.
Salimos un grupo de unos 15 marchadores a las 3h00 de la mañana guiados en la oscuridad por un corredor que había hecho la travesía en 7 ocasiones, él nos llevo a un fuerte ritmo hasta el refugio de Saboredo, luego a Colomers y por último a Restanca. El grupo que comenzamos en Amitges se fue deshaciendo para finalmente fragmentarse al completo hasta el siguiente refugio Ventosa i Cavell.
El siguiente tramo fue crítico, se trataba de la etapa reina y se subía el máximo desnivel. Sufrimos una perdida marchando hasta un collado equivocado, deshacer el error, desgasto al grupo que en el siguiente refugio sufrió 3 abandonos de los 5 granadinos que comenzaron, era el refugio de Estany Llong.
A partir de ese momento continuamos otros dos amigos de Granada y yo, superamos el segundo desnivel más importante para llegar al refugio de Colomina. Tras él otro par de subidas, conseguimos llegar al Estany Llong con luz. De ahí en adelante restaban 17 kilómetros de pista pasando por Mallafré y la subida final hasta Amitges, dónde llegamos a las 23h50. Finalmente tardamos 20h50 en completar la vuelta, llegamos a tiempo de una reparadora ducha y una cena con otros corredores.


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Acabado éste, instalamos cuerda para bajar una pequeña rampa de unos 8 m., ya que la cuerda fija no daba mucha confianza y bajo nuestros pies se encuentra la Gran Sima. Después se encuentra un pasamanos que al principio es de cuerda y luego es de acero, que lleva hasta una amplia repisa que comunica con la galería de los Guantes. En esta repisa instalamos una cuerda de 52 + 18 metros (para que sobrase) para descender la rampa de 60 m de la Gran Sima, después nos dimos cuenta que con la primera cuerda era más que suficiente. Según íbamos bajando intentábamos buscar la continuación de esta circular, pero como a partir de la rampa todo era nuevo para el grupo, invertimos más tiempo de lo queríamos, deambulando por la Gran Sima. Eso sí, flipamos con la magnitud de la gran sala.

A las seis y media de la mañana el primer grupo comenzaba los preparativos para esta actividad. Sobre las nueve estaban entrando por la boca, que está muy cerca de la carretera del alto de Asón. Una hora mas tarde estaba entrando el segundo grupo.
Carlos propuso visitar una cueva muy cercana con una supuesta pintura rupestre, unos cuantos le acompañaron mientras los demás nos cambiábamos de ropa y nos tomábamos unas cervezas que el Pichi nos había traído.
En el camino encontramos a un grupo dando vueltas del club Abismos de Madrid, les dimos indicaciones de por donde seguir hacia el Mortero. Pensaban que les quedaban unas 5 horas y todavía estaban cerca de la sala de La Teta.
Más adelante coincidimos con otro grupo que andaban aun mas despistados que los anteriores, este grupo de Mallorca les quedaba más travesía y el grupo era muy numeroso y una espeleóloga llevaba el neopreno puesto, que locura, pues aunque la travesía tiene un par de ríos, la mayoría es seca.
La actividad la comenzamos a las 9 de la mañana, nos llevo una hora aproximarnos a la boca. A las siete de la tarde estábamos de vuelta otra vez en la boca y a las ocho estábamos cambiándonos de ropa en los coches. 