EXPLORACIÓN
Y TOPOGRAFÍA
En principio éramos unos
cuantos los apuntados para ir a la zona, pero finalmente nos quedamos en “unos”,
lo cual no nos desanimó para seguir adelante con todo lo que pudiésemos en el
fin de semana.
Como siempre habíamos
quedado a las 8 en el club, pero a primera hora Javi comienza a recibir
llamadas de última hora, gente que no puede ir, los que llegamos tarde…
Finalmente vamos cuatro:
Javi, Isra, Jesús y la menda (Estrella). Nos dividimos en dos coches, cargando
en el de Javi todo el material (cuerda como para una exploración en el más allá
y como no, la temida escala). Y en marcha… Como hemos salido en diferente
horario nos juntamos en Sacedón. Toño!!!!!! Me faltabas tú, pues no van y paran
en la gasolinera y me dejan sin bollito de la panadería rica, y todo el camino
que llevaba pensando en ello. Bueno, el cafelito de Villanueva Javi no lo
perdona…. AAAyyyy!!!! Qué creencia más absurda, una vez llegamos a Villanueva
nos para la Guardia Civil, a unos menos tiempo que a otros, pero menos mal que
no quisieron registrar el coche de Javi, si no igual aún sigue allí. Y… sin
café a la zona, ¡Pero qué clase de salida es ésta!
Por fin llegamos a la
zapatilla, allí nos paramos a decidir lo que vamos a hacer. Alguno toma su
primera decisión que es comer, al final nos pica a todos y echamos un bocado,
pero Isra echa más de un bocado por eso de que piensa que una vez que nos
ponemos al lío se nos olvida que hay que comer. Al final allí como una hora para
decidirnos, cómo divagamos…
Decisión del día: Vamos a
explorar la C-21 (Jesús y yo) y Javi e Isra se irán a la C-28
C-21:
La comienza equipando Jesús
mientras Javi va tomando notas de todo lo que él ve y a alguno nos permanece
oculto. Hay un par de spit en los que se puede montar un reaseguro para más abajo
montar la cabecera. Ésta nos lleva a una bonita entrada llena de mosquitos.
Al lado de la cabecera hay
un gran puente de roca que nos estuvimos planteando utilizar, pero al final lo descartamos
por las dimensiones. Si se utiliza se bajaría sin ningún roce el primer pozo,
pero usando la cabecera hay que poner un desviador en un pequeño puente roca que
hay a unos 12 metros.
Según bajas te queda una
bonita vista hacia el exterior, con una boca llena de helechos y otras
plantitas que Javi sabe nombrar.
Por fin se llega, tras unos
25 metros, al final del primer pozo, donde hay que tener cuidado con los troncos
que te encuentras bajando porque si no te fijas a saber dónde pueden acabar…
En esa repisa tuvimos que
limpiar toda la guarrería que había de piedras y troncos, todo para abajo del
siguiente pozo, a la salida tendremos que decir a Javi que la cueva ahora tiene
dos metros menos de profundidad en el segundo pozo…
Al montar la siguiente
cabecera y decidir donde finalizamos la cuerda del anterior pozo nos surgen las
dudas y es que hay un spit que se mueve, pero al final nos decidimos por dejar
en este un pasamanos sin peligro alguno y montar cabecera más abajo ya que es
imposible burilar (roca de pésima calidad). Me toca instalar el siguiente pozo.
Es un volado de unos 20 metros.
El principio vas pegado a una formación tipo estalactita (está pegada a la
pared) y luego ya quedas completamente en volado. En este pozo se ven unas
bonitas fomaciones.
Y cuando llegas abajo hay un
pequeño lago.
Finalmente salimos sobre las
cuatro de la tarde y entre que vamos o no a buscar a Javi e Isra, que creemos
están en la C-28, aparecen ellos, asique ese viaje que nos ahorramos.
Tras comer un poco, como aún
nos queda mucha luz, nos ponemos de nuevo en marcha. Ahora les toca a Javi e
Isra bajar a la C-21 a criticar nuestra instalación y a desinstalar (entre unos
y otros sacamos lo que parecía una batería que estaba dentro de la cavidad,
pero que resultó ser... ¡Un calentador de agua!).
Nosotros nos vamos a reexplorar,
tras mucha divagación, la simas C-19 y C-23, que aunque hablamos de alguna más
se quedó en eso. Pufff, nos llevamos la escala…
La C-19 es un “guash”, es un
pequeño agujero al que bajas de un salto, pero lo aseguramos desde un árbol
(siempre el más fino). Cómo no, la cueva está llena de mosquitos y tan sólo hay
un pequeño agujero por el que puede haber alguna posibilidad pero que por el
momento se queda así.
De esta dejamos hecha la
topo, no hay que trabajar mucho en ella, aunque el resultado final del dibujo
es el de un “cuerpo pollo”...
En la C-23, nada más llegar
nos llevamos el desencanto, una boca muy pequeña llena, pero llena de
mosquitos, ahí no hay quien baje, y total… ya sabemos lo que hay…, si decimos
que hemos bajado y ya está. A lo que Jesús responde: “Te toca instalar, yo he
hecho la anterior” (pero si era un salto!!!).
Nada, me decido y pongo la
escala. La bajada es de lo peor, no paro de comer mosquitos, la pared se cae,
es una tierra malísima y enseguida toco fondo. Cabe uno y medio. Desde arriba
me pregunta Jesús y le digo que no merece la pena que es una “full” y que sigue
habiendo mucho mosquito, estoy mirando si hubiese algún agujerillo cuando
empiezan a caerme piedras en la cabeza, “que me vas a matar!!! Que no hay donde
esconderse!!” Y había dicho que no bajaba. Ha sido más listo y ha puesto la
cuerda, por lo que es más fácil. Enseguida salimos de ese infierno de mosquitos
y nos ponemos a recoger, jejeje, aquí está la mayor gracia de la escala. Tras
varios intentos de enrollarla empiezo a despotricar y Jesús toma las riendas,
muy decidido él. Al final terminamos los dos muertos de risa porque eso
necesita un cursillo aparte. Yo pienso en doblarla en vez de enrollarla. Pero
al final nos hacemos con ella, eso sí, le dejamos una antena parabólica
sobresaliendo.
Tras esta gran experiencia
de mosquitos y escala nos volvemos a ver si han salido de la C-21, ya va
haciéndose algo más tarde y hay gusa.
Cuando llegamos están
terminando de desinstalar la C-21, el spit del pasamanos ha quedado perdido, y
arriba otro de los utilizados para reaseguro hay que romperlo para poder
recuperar la chapa.
Y por fin hemos terminado el
día y nos volvemos al refu a comer un poco más, que andamos famélicos, pero
antes de que se haga de noche damos un pequeño paseo, gps en mano, para ver las
Marías y las Chicas. Como ahora no se puede hacer fuego la velada da para poco
y nos vamos prontito a dormir. Esta vez le toca a Javi excursión nocturna con
el saco, ha pasado calor…
Domingo:
No vamos a decir que nos
levantamos temprano por eso de no mentir. A eso de las 9 estábamos ya en pie,
desayuno, recoger y ahora hay que decidir qué hacemos hoy.
Al final nos decidimos por
la sima del Camponcillo (del Mojón, del cruce...) no es que hiciésemos muchas,
es que tiene mil nombres la dichosa cueva.
Dejamos el coche
prácticamente al lado y en un par de pasos ya estábamos en la boca
Con reaseguro en dos
árboles, Isra tenía ganas de instalar y se pone manos a la obra. Llega a un
párabolt en el que se puede hacer cabecera, además hay instalados varios spit
de una exploración anterior de 1992, pero al no poder ser usados y ante la
imposibilidad de burilar nada nuevo aquí, pues la roca suena hueca en todos los
lados, nos decidimos a tirar sólo del párabolt. Comienza a bajar y se ven los
primeros roces de la cuerda, por lo que a los pocos metros para a burilar en un
sitio en el que parece que la roca suena bien. Una vez metido el taco y cuando
se dispone a meter la chapa ve que el taco da vueltas, después de todo el
tiempo invertido ya está cansado y termina por decidir bajar del tirón todo el
pozo puesto que los roces que se producen no son grandes y la roca es roma. El
siguiente en bajar, en este caso Jesús, se encargará de meter de nuevo otro
taco.
Se pone manos a la obra con
sumo cuidado y lo consigue después de un lago rato, más adelante le toca meter
otro nuevo spit pues hay más roces. Y por fin consigue tocar suelo, cuando
llega se encuentra a Isra con frío arropado con la manta térmica.
El turno es para Javi y para
mí que vamos a tardar un poco pues vamos midiendo. Una vez todos abajo
exploramos un poco la cavidad y vemos que hay una gran cantidad de basura, ya
nos lo temíamos, pero…que hay hasta una cocina!!!!. Sin hablar de la cantidad
de ovejas y un paquete envuelto como un regalo…
Se suben por delante Jesús e
Isra para ir montando la polea en la que subir la basura, abajo nos quedamos
Javi y yo para ir cargando, finalmente deserto pues me estoy quedando
“pajarito” subo y voy escondiendo la basura que sacan.
Tras subir varias cargas
comienza el comentario general “Javi nos ha engañado”, pufff nos toca currar,
los chicos se lo curran mucho anda que no hacen fuerza con la polea (el lunes
no necesitan gimnasio).
En una de las cargas se
sufre un percance….Javi aprovecha un saco que había abajo para llenarlo de
basura y según va subiendo el saco va rajándose, pero llega arriba, está
salvado…¡noooo!!!. Se ha roto justo cuando lo cogían para desatarlo y toda la
basura vuelve a caer, en este iba el paquete envuelto que resultó ser una gato
muerto y….no doy la macabra descripción que nos dio Javi, mejor os ahorro el
mal trago.
Por fin sacada toda la
basura ya nos podemos volver a casa. Ha habido bastante curro en esta cueva,
pero habrá que volver a bajar.
Alguien sale a despedirnos… ¿Igual
por nuestro buen hacer? (jejeje)
Estrella
buena c´ronoca y buen trabajo ,el poner y quitar cuerdas escalas 18 veces o más
ResponderEliminares requisito indispensable para progresar en Abismo .Y como siempre trabajar con Rejos
es muy didactico a la par que divertido.
Lo dicho buen trabajo
Toño
Muy buena crónica y divertida, se t da muy bien estrella. Israel
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