Más "Lirios" y "Delirios", y la que buscamos, no aparece

 

Junio 2021. Más “Lirios” y "de-Lirios", y otras cosas mientras buscamos cavidades inéditas de Abismo

 


A mediados de junio de 2021 nos reunimos cuatro compañeros abismeros para hacer algo en la zona de Abismo en el Alto Tajo, y cargados de material vamos para allá. Vamos Rafa, Miguel y yo, y hemos quedado con Luis en Villanueva, y allí nos juntamos.

Pero antes de ir a trabajar en alguna de las de la zona, ya que estamos por allí y llevamos algo de material, sugiero acercarnos y bajar a ver la “cueva de los Lirios” localizada en una de las últimas prospecciones.

Como dije en una crónica previa, conviene confirmar que es esa porque la entrada no termina de convencerme, no se parece demasiado a la fotografía que hizo en su día Fernando Henche.

Será un vistazo, 15 minutos en montar una cuerda para agarrarse, bajar y comprobar que es lo que dice la topografía… Bueno, eso creíamos.

 

Alcanzado el alto del puntal de los Lirios...

Alcanzado el lugar más cercano, algo de ropa y algo de equipo, una cuerda y cuatro mosquetones, total para bajar dos metros...

Llegamos a la “posi” que había localizado otro día, tapada por un gigantesco bloque... Ya que estamos y vamos cuatro “experts” en desobstrucción, unos por habilidad, otros por burrería, vamos a valorarla.

Empezando a limpiar la nueva "pos"

 

Nos liamos con el canto gordo encima y, a base de menearlo y apalancar, con ingenio y fuerza, logramos retirarlo y asomarnos.

Pues sí, es una pequeña cavidad, baja como 2 m bajo otros bloques, desarrollada a expensas de una diaclasa que parece prolongarse en profundidad. Con rapidez nos deslizamos bajo las piedras por el estrecho agujero, no hace falta ni cuerda.


Tras quitar el canto y limpiar un poco, ya se ve algo de color, y nos colamos


Efectivamente se prolonga a favor de la diaclasa, pero es impenetrable. Forzar el paso descendente exigiría limpiar de tierra y piedras el primer tramo... a corta distancia se ve que amplia un poco y se podría avanzar mejor. La grieta gira a la derecha a unos 5 m y no nos permite ver qué hay más allá, y las piedras arrojadas no indican nada especial. Pero claro, no se puede decir que se acabe, aunque será lo más probable.



Esa masa, un hongo o algo parecido, que "sangra", era muy curioso

No es plan ponerse a desobstruir ahora, y no tiene "buena pinta", aparte de que es arriesgado por los sedimentos sobre la grieta, que lo suyo sería limpiarlos bien... un buen trabajo que nos ocuparía todo el día, casi seguro, así que lo aparcaremos para una futura ocasión.

Por ahí continúa, pero hay trabajo, y riesgo, veánse los cantos pegados con tierra en la parte superior

Pero ya es una cavidad catalogable, y nunca se sabe si habrá algo más allá. Optamos por documentarla fotográficamente y tomar unas medidas para levantar un plano, y ahí estará para el que quiera trabajarla en un futuro. La nombramos como "Lirios 1", y la medición hasta donde podemos ver y llega el láser sitúa el fondo a 6 m de profundidad.

Esto es lo que sale tras llevar las notas y croquis a limpio:

Y aunque pequeñita y con "poco color", ahí queda catalogada

Ya a por la cueva de Los Lirios

Bueno, una vez acabamos de enredar en la pequeña sima “Lirios 1”, vamos a la entrada de la otra, situada bastante más lejos.

Cuando llegamos a la boca, entre todos estudiamos la fotografía disponible, y estamos todos de acuerdo, no cuadrar bien con la boca y el árbol a su lado, aunque tras 20 años, quien sabe.

Y en la segunda, este es su "diseño", aunque esa es la parte ancha...

 

Cuerda a árbol y abajo con el pocete de entrada, que son dos o tres metros. Ahí se supone que se prolongará ya en cueva a ambos lados. Baja Rafa y, ¡sorpresa!, no es así. Sigue en una única dirección y tras una estrechez, se desfonda en un pozo estrecho. No parece la cueva de los Lirios que documentó Fernando...

Decidimos bajar el pocete final a ver qué es lo que ocurre, ¿quizá la topo no está clara, no reflejó bien las características? Pero conozco la calidad del trabajo de Fernando y se me hace raro.

De momento, hay que montar una cabecera con spit en el final de la grieta, que se desfonda bastante estrecho… Si fuera la que creíamos, seguro, seguro que ahí habría una cabecera con parabolt M10 como nuestro colega acostumbraba a equipar.

Cuanto más abajo, más difícil dar la vuelta y trabajar

Por lo tanto, y aunque hemos encontrado una sima nueva y desconocida, en relación con la que buscábamos, corrijo el resultado apuntado en la última crónica:

Lirios 3, Nosotros 0.

Atravesada la estrechez de la entrada al pozo (alguno se planteó, una vez más, la necesidad de quitarse peso, quién sería él….), baja unos 8-9 m en una grieta angosta.

Abajo hay continuidad, más estrecha aún, en dirección a la entrada (bajo ella), y allí vuelve a desfondarse, según sondeos...

En este punto está ya bien claro que no es la cueva de los Lirios, retrocedemos y salimos porque se ha hecho la hora de comer, y porque vamos “de aquella manera”, es decir, sin buen abrigo, ni material…

Después de comer, mejor equipados, cargados de material y con un taladro para asegurar buenos anclajes comenzamos a trabajar.

Lo primero, equipar el mejor el descenso estrecho de modo que sea más cómodo y seguro. El maestro Rafi se encarga de estas maniobras y deja un acceso seguro y cómodo (tanto como era posible).

Hasta hacerse casi insoportable, e impenetrable...

Alcanzado el fondo, vamos para allá Miguel y yo, bajando a su lado. Mientras, ha preparado el terreno para ver cómo descender el otro lado de la grieta, donde se desfonda. Luis se queda fuera, nos esperará un rato y luego se marchará porque tiene que volver temprano a casa por la tarde.

Se limpia el descenso, lleno de piedras y escombros. Javi releva a Rafa en los trabajos. Miguel mientras tanto permanece como espectador de todas las maniobras y avatares del trabajo de equipación e instalación, y de oyente de las diversas maldiciones derivadas de la progresión por esa grieta “poco cómoda”.

Pocos metros bajo la cabecera hay unas grandes concreciones que casi obstruyen el descenso. Toda esta parte son coladas parietales, a veces con corales, y hemos comprobado que, aunque la pared parece “cantar” bien, los taladros a veces no son fiables, la broca entra “demasiado bien”, o encontramos hueco tras la colada, debiendo desechar el lugar por no ser fiable para anclar (¿quién quiere arriesgarse a que se le venga encima una laja de colada que está hueca?).

Rafa lo intentaría por el otro lado, peor aún, por lo que cuenta...

Abajo, se valora bajar por el extremo, se instala un MMS y bajamos un par de metros. La grieta bajo nosotros es muy, pero que muy estrecha, impenetrable. Bajo nosotros, retorciendo el cuello para poder echar un ojo, vemos talón y puntera de la bota tocando pared… Habría que culebrear lateralmente hacia el otro lado donde aparentemente hay algo más de anchura, y montar otro anclaje para bajar. El descenso nos va a obligar a ir de un lado a otro buscando por dónde...

La máquina toca la pared opuesta, no cabe en casi ningún sitio. Al fin, se logra taladrar, pero, maldita sea, de nuevo la colada está hueca, no es seguro. Se estima intentar el descenso así, a presión, desde donde estamos y sin nuevo anclaje, pues se ve el fondo cercano. Pero, de lograrlo (algo dudoso), el ascenso podría ser un suplicio porque la cuerda se iría hacia lo más estrecho e impenetrable...


Suficiente para mí, salgo como puedo, magullado, arrastrado y desollado… del mono, que es de tela, no hablo. Tampoco de mi ropa interior, que es posible que haya algún pedazo de calzoncillo enganchado en algún coral parietal… y no digo más, que son intimidades de grupo.

Releva Rafa (es una anguila, fenomenal para estos avatares). Yo pienso que al otro lado de la concreción se podría bajar mejor. Lo intentará él. Nuevo anclaje y abajo por aquí, pero se encuentra con que es más estrecho aún por debajo… inevitables palabras “¿Y dices que esto es más ancho, Javi?". No hay manera, impenetrable.


Las últimas dos horas (calculamos, no llevamos reloj) han sido un suplicio para los “exploradores-cuña”, y para Miguel que está pasando más frío que un perrillo con tanta espera, el pobre. Esfuerzos, agobios, rozaduras y dificultades para moverse… entretenido el descenso de los últimos metros, y el ascenso, claro.

En este punto ya empezamos a considerar imposible el descenso y además estimamos que es ya tarde.

Finalmente, algo decepcionados por no haber podido llegar al fondo, decidimos desmontar y salir de la maldita grieta.

Eso sí, salimos tomando medidas y fotografías, también se grabó algún vídeo ilustrativo… Al menos saldremos con una topografía y datos sobre la cavidad, quedará documentada y catalogada.

Y, bueno, como siempre, cuatro datillos para hacer un plano topográfico...


Los datos de la topografía, una vez reunidos, permiten estimar la profundidad del fondo observado, aunque inalcanzable, en unos 22,20 m bajo superficie. Nosotros llegamos hasta los 17 m, más o menos.

Y en esto es en lo que se queda esta agobiante aventura

Aunque le tocaría llamarse "Sima de los Lirios 2", manejamos ya otros nombres que parecen referir bien el trabajo y sus características, suenan en nuestras bocas las palabras "agobios" y "delirios".... finalmente parece que llamaremos a la cavidad "Sima de los Delirios", aunque también quede identificada como "Lirios 2"...
Las caras de satisfacción, imagino que por haber podido salir de "ese sitio tan cómodo"

La aventura del día no ha acabado. Al llegar al coche, cuando podemos ver la hora son pasadas las 10 de la noche...  y no hay cobertura allí. Cuando pudimos contactar, ya de camino, la familia ya andaba preocupada y aunque no se había dado voz de alarma en firme porque ya sabemos que en la espeleo suele haber demoras, sí que nos cayó un buen rapapolvo... en fin, avatares espeleológicos.

Diré qua mí me regalaron un reloj para que lo meta siempre a los agujeros. Pero, claro, ya me huelo lo que pasará, que en otra saldremos igualmente tarde pero seremos conscientes de ello, y ya no habrá escusa que valga...

¡Ah, sufridores compañeros, amigos y familias de los espeleólogos!... A veces, lo que os toca pasar. Procuraremos evitarlo, de verdad, peroooo. Ya sabéis, el hombre propone, y la sima dispone.

Javi Rejos