Hace ya un par de años que conozco la existencia de la cueva Vallina, aunque se puede realizar una pequeña travesía y se podría llamar Sistema. Esa primera vez, un pequeño grupo del club, acompañamos a unos espeleólogos de Tarragona que nos ensañaron e invitaron a transitar y conocer los pasos, salas y galerías de dicha cueva.
El año pasado, casi por estas fechas, decidimos un grupo numeroso, entrar por la entrada natural existente en el piso superior. Tras mojarnos por la lluvia incesante y despistarnos en algún momento, encontramos la boca de entrada. A continuación localizamos el paso estrecho lleno de agua. Sin embargo después de un enorme trabajo en cadena de vaciado de dicho sifón, decidí no pasar, a pesar de la insistencia de algún compi.
Por este motivo, decidí, que la próxima vez que nos planteásemos realizar esta inmersión, la llevaría a cabo. Así pues, el día 11 de octubre, nos dirigimos Paco Cuesta, Ángel y el que os escribe (Miguel), hacia la boca superior, la cual ya está bien localizada de otras veces. Como los pasados días estuvo lloviendo mucho, nos esperábamos que el sifón estuviese lleno de agua, retrasándonos un poco por el tiempo empleado en el achique, sin embargo cuando llegamos allí, sorprendentemente estaba casi vacío, sólo tuvimos que evacuar unos litros. Pasó Ángel, Cuesta y el menda, sin más problemas. Nada más pasar la estrechez encontramos un pozo de 10 m., que da lugar a una sala de dimensiones considerables. Desde aquí seguimos cómodamente por la galería Vallina, hasta llegar a una bifurcación que se encuentra un poco más allá de lo que los ingleses llaman “Glitter Run”. Nosotros decidimos ir por el ramal de la izquierda (NE), el cual nos llevará hasta un desnivel de 30 metros dividido en dos pozos consecutivos, uno de 12 m. y otro de 18 m., separados entre sí por una cómoda repisa. Ya en el piso inferior, continuamos muy ágilmente por la Galería de la Unión, hasta de nuevo encontrar un cruce de caminos, escogiendo otra vez el que se dirigía hacia el NE. Algo más adelante, y descendiendo una pequeña sala, encontramos la cabecera del siguiente pozo de unos 23 m., no sin antes remontar un escalón de unos dos metros para acceder a él. Bajado el pozo nos apoltronamos un poco para reponer fuerzas. Seguidamente, ya por terreno conocido de otras veces, nos dirigíamos hacia la salida llamada “Nopostentra”, aunque en realidad se denomina “Lost Pot Entrance”.
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