Trabajos en la Sima de Alcorón

 Trabajos en la sima de Alcorón, visita y documentación de la "galería perdida", 6 de octubre de 2024



Nos dirigimos José Luis, Silvia y Javi Rejos a la zona de exploraciones del Alto Tajo (PeViZa), concretamente al refugio de la Zapatilla. El objetivo planteado es acceder al pequeño pozo que hay a media rampa de la sima cercana y que creemos que es el acceso a la galería descrita por la SEII en 1978 (06).

Topografía original de la SEII, la galería que tratamos se desplaza y anota como "Segundo piso"

Antecedentes
Como ya hemos comentado en otras ocasiones y en alguna de las memorias de Abismo para la zona, la topografía más conocida (Lobetum, en el Catálogo de Cavidades de Guadalajara) (04), ilustra hasta lo más profundo conocido de la cavidad, más allá del pilón de agua que hay al final de las escaleras construidas hace años.
Existe, sin embargo, otra topografía, quizá más bien un croquis por su sencillez, que presentó la SEII (antes EPE) en su trabajo de recopilación de exploraciones llevadas a cabo en esos territorios (06).
Esta topografía, más antigua, no presenta las galerías por debajo del pilón, solo la gran sala de derrubios bajo la entrada y por la que descienden las escaleras. Pero sí que presenta, y en la descripción se hace mención específica, una galería a la que se accedería a través de un pozo con entrada de dimensiones reducidas y de 5 m de profundidad. Tal galería es llamada “segundo piso” en el plano y se dirige, bajo la rampa de bloques y derrubios, rumbo a la entrada pegada al borde de la sala (roca caja, entendemos).
Cuando tuvimos acceso a la bibliografía de la SEII ya habíamos dado por finalizados los trabajos de reexploración y estudio de la cavidad (01; 05), pero no habíamos localizado el pozo que comentamos.
Anotamos entonces como trabajo pendiente la búsqueda del pozo y la reexploración de la galería subyacente que se describe en el trabajo como “una estrecha galería descendente de 30 m de desarrollo”.
Conocida su existencia, ya habíamos buscado el pozo de acceso a esa galería en alguna ocasión (02), sin éxito posiblemente porque el intento no se llevó a cabo de forma sistemática, no se había estudiado previamente el plano y los datos disponibles, es decir, se aprovechó un rato suelto entre otros trabajos “a ver si la encontrábamos”.
En enero de este año 2024 (03), preparados y habiendo hecho los deberes, con las topografías existentes en la mano y apuntes sobre la información disponible, iniciamos el rastreo en el área de la sala donde debería estar el pozo, que por otra parte, podría haberse tapado de forma natural, o quizá durante alguno de los trabajos de construcción o mantenimiento de la escalera existente.
La topografía original de EPE dibuja la escalera que salva el pozo de entrada pegada a la pared rocosa suroriental, y luego traza su descenso por la rampa, entre los bloques y derrubios, de manera algo irregular (se anota en el plano “sendero”) y no del todo coincidente con su trazado real.
Su trazado, especialmente la posición de los puntos de giro, resulta muy relevante para ubicar el pozo que buscábamos, pero las discrepancias no nos ofrecían todas las garantías, más aun teniendo en cuenta que en la incursión previa no se había encontrado la entrada.
La topografía más moderna (E. Valero, Lobetum 04) traza más claramente la escalera, pero también presenta algunos desajustes que nos descuadran un poco. Parece que al topografiar la cavidad la posición de la escalera en la rampa fue, al menos parcialmente, estimada, lo cual no es raro porque, en realidad, su posición exacta no es lo más importante desde el punto de vista espeleológico.

Topografía de Lobetum, la más conocida y presente en el Catálogo de Cavidades de Guadalajara... pero sin la galería que comentamos

Como decimos, con ambos planos en la mano y viendo entre qué curvas de escalera debería estar el pozo, el pasado enero logramos ubicar el que debía ser el pozo de descenso a la galería pendiente.

Estudiando la entrada y descenso al pozo que da paso a la galería bajo la sala

Aunque miramos diversos lugares más por si acaso, es el único acceso que se ajusta a lo descrito, y su posición es muy concordante con los tramos de escalera y el plano antiguo de EPE.
En aquella ocasión, sin embargo, no llevábamos material, ni era nuestro objetivo descender, apartando la reexploración y documentación para otro momento.

Reexploración y documentación del conduco pendiente
Ya en la boca, que se sitúa prácticamente al lado de la escalera en uno de sus quiebros y pegada a la pared occidental de la sala, vemos que puede descenderse por dos orificios cercanos, relativamente estrechos pero fáciles de franquear.

Preparando la escala como ayuda para el descenso

Ambos conectan con un espacio más amplio justo por debajo, y que se pega al muro de la sala bajo los escombros. El descenso será de unos 5 m tal y como se indica en la bibliografía.
Decidimos bajar por el de abajo (al norte) y recurrimos a la escala como apoyo, aunque parece que podría destreparse con no mucho riesgo.

Comenzando el descenso, la entrada al pozo es angosta, luego se ampliará bastante en una pequeña sala bajo los bloques

Un un anillo de cuerda alrededor de un gran bloque, bien firme y cementado sobre el suelo, enganchamos la escala y con su ayuda descendemos los tres a la pequeña sala bajo las entradas.

Bajo la entrada el pozo se amplía, como decíamos

Abajo la pequeña sala, realmente un hueco entre los bloques y escombros se prolonga en algunas direcciones. Hacia el norte (sentido descendente de la sala) se avanzan algunos metros comprobando que parecen existir conexiones con la parte superior, pero impenetrables.

Desde la base del pozo la sala se prolonga un poco a través de huecos entre los bloques, más o menos hacia el norte (descenso de la sala), pero se hacen impenetrable a poca distancia

Volviendo a la escala la continuidad se hace evidente en dirección opuesta, hacia el sur, a través de conductos más o menos angostos pegados a la pared rocosa.

La continuidad se hace más evidente en sentido opuesto, descendente

El acceso es en principio descendente y muy empinado (unos 45 º, aunque salvando pequeños resaltes). Tras salvar el primer resalte la continuidad es a través de un paso bastante estrecho y descendente (con un resalte justo adyacente, de 1,5 m aproximadamente).
Intenta bajar José Luis, pies por delante. Lo “cata” y concluimos que se puede forzar, pero el ascenso puede ser complejo por la estrechez y un quiebro que hace justo tras el estrecho.


Avanza junto a la roca caja, a través de huecos que dejaron los escombros y bloques, descendiendo pequeños resaltes

De hecho para salir, sin haber completado el descenso, le vino bien la mano de los compañeros, y se hacía daño en la espalda.
Probamos y comprobamos que un bloque en la entrada se puede mover, y tras aflojarlo logramos sacarlo, y también bastante morralla. Ahora el descenso es mucho más cómodo y la vuelta será fácil porque, superados los brazos, puedes sentarte y maniobrar para completar el ascenso.
Baja ahora Javi Rejos, sin problemas, el descenso es muy cómodo y seguro.
Abajo comprobamos que la galería se hace más o menos horizontal. Como estimación, habremos bajado, hasta este punto, otros 4 m desde e la base de la escala, es decir unos 9-10 m desde la entrada en la sala.


Se aprecia el aspecto del la galería, entre grandes bloques empotrados, y otros sedimentos no tan estables

Avanzamos pegados a la roca (la pared de la sala bajo los derrubios), toda la galería sigue siendo esencialmente lo mismo, conductos entre bloques, algunos de considerable tamaño aparentando ser roca caja, pero son grandes losas sobre el techo que constituyen parte de los escombros en la sala por encima de esta galería.
Se discurre de este modo, pegados a la roca viva, pero entre los mencionados bloques, como otros 15 m, a veces forzando puntos algo más angostos, pero fáciles en cualquier caso.




De este modo se alcanza un punto donde la progresión se hace imposible, pues los huecos que dejan los escombros ya no son franqueables.

Al final la continuidad es imposible, los huecos entre bloques y sedimentos son ya impenetrables

Encima de esta parte más profunda hay huecos ascendentes que trepamos, subimos sobre la base de la galería unos 6 m. Sigue siendo lo mismo, se prolonga horizontalmente pocos metros en uno otro sentido hasta hacerse imposible la continuidad, pudiendo bajar por otros sitios a la galería por la que vinimos, e incluso acercándonos a José Luis que permanece encima del paso estrecho descendente y estableciendo contacto visual (las luces) a través de huecos entre los bloques, impenetrables.

Sobre nuestras cabezas a veces se abren pasos ascendentes, pero se trata de distintos niveles de la misma galería, entre los bloques. Esta fotografía se tomó desde arriba tras trepar a esa parte supeior

Completada la revisión de la galería, habiendo desechado su continuidad penetrable, volvemos para que nos pasen la cámara fotográfica y un distanciómetro, para documentar el conducto con imágenes y tomar algún dato de las distancias. 
Acabado, retrocedemos y salimos hasta la base de la escala, y nos vamos ya a la sala principal.
En el ascenso pudimos comprobar que es fácil trepar a la salida por las repisas y huecos de la pared, sin necesidad de recurrir a la escala.

Aspecto de la pequeña sala bajo la entrada del pozo, es fácil subir sin la ayuda de la escala por las repisas y salientes de las paredes, aunque con cierto riesgo

Las medidas groseras tomadas arrojan, como dato aproximativo, un descenso desde la sala de unos 9-10 m, y un recorrido de alrededor de 20 m (desechando los ramales ascendentes), algo menos de lo que apunta la antigua descripción.
Toda la galería, como decimos, es realmente el hueco existente entre los grandes bloques y derrubios del suelo de la sala descendente, y la roca caja (pared oriental de la sala, bajo los escombros), discurriendo pegada a ella con rumbo hacia las escaleras de la entrada. No nos parece tan larga como apuntaron en la topografía original, pero ésta, en cualquier caso, es muy ilustrativa. Lo documentado se ajusta muy bien a lo esperado cuando estudias el plano y la descripción.

Comentario final sobre la buscada galería o "piso inferior" 
Un objetivo pendiente durante bastante tiempo fue localizar y documentar ese conducto pero, lo que son las cosas, resulta que después de acabada la reexploración y demás trabajos, hablando con alguno de los históricos de Abismo nos enteramos de que el pequeño pozo y la galería era bien conocida y había sido visitada en el pasado por miembros de Abismo, aunque nada escrito se conserva.
En fin, si nos pasa esto dentro del propio grupo, cómo vamos a extrañarnos de encontrar continuamente cavidades con indicios inequívocos de exploración pretérita, incluso con puntos topográficos, y sin embargo nada encontramos en las fuentes accesibles.
Seguramente las viejas memorias de los grupos que anduvieron por las parameras del Alto Tajo contengan valiosa información, aunque quizá nada se escribió al respecto.
En cualquier caso, resulta muy difícil hacerse con esa documentación y nosotros seguiremos documentando lo que hallamos.

Bibliografía citada

(01) Abismo (2015). Año 2015. Zona de exploración “Pinares al norte de la carretera de Peñalén” (Peñalén, Villanueva de Alcorón y Zaorejas). Memoria inédita, 115 p. (+ planos).

(02) Abismo (2019). Exploraciones Club Abismo 2019. Zona de exploración “Pinares al norte de la carretera de Peñalén” (Peñalén, Villanueva de Alcorón y Zaorejas). Memoria inédita, 55 p. (+ planos).

(03) Arias, J. L. & Rejos, F. J. (2024) "Año 2024, comenzamos con la zona de Abismo en el Alto Tajo, y ya de paso, más cositas por allá". [Blog del Club Abismo, febrero de 2024]

(04) Fernández Tabera, M. & Martín Yebra, P. (1982). "Catálogo de cavidades de la provincia de Guadalajara". Madrid. 

(05) Rejos, F. J. (2016). "Avances en la zona de Abismo en el Alto Tajo (PeViZa: Peñalén, Villanueva de Alcorón y Zaorejas)". [Blog del Club Abismo, marzo de 2016]


(06) SEII (1978). "El triángulo Villanueva - Zaorejas - Peñalén”. Jumar, 2:1-44.




PeViZa, Zona de Abismo en el Alto Tajo, trabajos de otoño 2024

Día 06/10/2024, seguimos buscando "Ces"


Un domingo por la mañana, aprovechando que no estamos a mucha distancia, decidimos acercarnos a la zona a ojear alguna cuadrícula, conscientes de que es un área algo "improductiva" y que posiblemente lo único que vamos a encontrar será alguna seta.

Asplenium ruta-muraria, un pequeño helecho bastante frecuente en las rocas de estas parameras

Pero bueno, al menos nos oxigenaremos un poco tras las últimas semanas que han sido intensas de trabajos varios.

La idea, rastrear algún trocito para "cuadrar" mientras paseamos y nos oxigenamos.

Directos a la pista que nos acerca a los límites del área prospectada, en un territorio que llamamos "Hoyanco", en el término de Zaorejas.

Sabemos que alrededor del área ya rastreada han de estar varias C de Comando que todavía no han aparecido (C-9 y C-11), y la idea es seguir ampliando lo ya visto hasta que aparezcan.

Con la metodología habitual, pasada tras pasada GPS en mano con resolución de 10 m, prospectamos algo más de cuatro hectáreas, hasta la pista, sin éxito. No aparece ninguna cavidad nueva ni tampoco las perdidas que buscamos. Hay indicios en esa parte, pero no demasiados (algún hundimiento pequeño, grietas colmatadas, etc.).

Los indicios superficiales, hundimientos, grietas y  otras formas sugerentes son bastante frecuentes en esta parte


Acabado el trocito, con los track guardados en el GPS, como todavía tenemos más o menos media hora antes de partir, decidimos tocar un poco el último trocito del término de Villanueva que queda sin prospectar, cercano ya a la carretera.

Un pinar denso de silvestre y laricio, con herbazales altos, es frecuente


Rastreamos como una hectárea más, sin resultados ni indicios. Esta parte es poco prometedora, pero nunca se sabe, así que habrá que tener paciencia.

Por ahí anduvimos zascandileando, sin éxito

Sólo comentar que ya hay gente con cestas por los pinares, a las setas. Nosotros por nuestra parte bien poco vimos, aunque no íbamos a eso. Ocho nízcalos contamos mientras pateábamos.

De estos, sólo vimos unos cuantos, pero empiezan a salir


En fin, por lo menos el objetivo de tomar el aire sí se cumplió.

F. Javi Rejos

TRAVESÍA SIMA CUESTA DEL CUIVO - MORTERO DE ASTRANA

14 de Septiembre de 2024

Había sido una semana de intensas lluvias. Eso nos tuvo dudando hasta el último momento. Sabíamos, sin embargo, que  pese a los volúmenes caídos el martes y el jueves, el viernes ya no llovería (como luego nos confirmaron - llovió hasta la madrugada del viernes) y que el fin de semana las predicciones auguraban un sol espléndido.

Según pudimos informarnos, estas cavidades tienen un régimen hidrogeológico de carga muy rápida, pero descarga también rápida, por lo que, aunque esperábamos encontrarnos caudales más altos que en otros momentos, pensábamos que sería viable hacer la travesía sin demasiados problemas.

Por si acaso, preparamos algo de material extra e imprimimos algunas otras topos para poder recurrir a un plan B en caso de abortar misión. Además, decidimos echar cuerda vieja para ir cortando y dejarla atrás, sin recuperar, al menos durante las primeras bajadas. De este modo, podríamos regresar si nos daba mala impresión la cantidad de agua.


Finalmente, el día de mi cumple decidimos ponernos en marcha y abordar la travesía planeada. Nos levantamos con calma, para dar más tregua a la meteorología y a la cueva y fuimos primero tranquilamente a examinar que las cuerdas estaban puestas a la salida por Mortero. Después regresamos al coche, preparamos las cosas y nos dirigimos hacia la sima de la Cuesta del Cuivo. De camino pudimos ver la cantidad de agua que había en el sumidero del río Cubieja, que no era poca. Allí, en la boca de la sima, nos pusimos el neopreno los que no habíamos querido sudar de más durante la caminata. Me costó un buen esfuerzo embutirme en mi neopreno nuevo. Eso sí, debo decir que no pasé ni pizca de frío que, para lo que soy yo, ya es mucho decir.

Toño fue instalando y, dejando la cuerda puesta, según lo planeado, fuimos bajando. Al llegar a la base del P13 de la entrada vimos ya agua donde habitualmente no hay. Todo parecía indicar que, efectivamente, el caudal iba a ser algo alto. Sin embargo, pensábamos que no habría puntos demasiado conflictivos. Temíamos en parte al meandro de Falopio y, también, a la confluencia con el río Leolorna, pero habría que valorarlo sobre la marcha.

¡ATENCIÓN! Las cuerdas que dejamos instaladas en fijo durante la primera parte de la sima son viejas y no es una instalación que vaya a tener ningún mantenimiento, por lo que no conviene fiarse. El Club Abismo, por supuesto, no es responsable de ellas. En general, instamos a cualquiera a revisar siempre las cuerdas y anclajes que encontremos a nuestro paso.



Continuamos, pues, de la misma forma, hasta llegar a las primeras marmitas en el meandro del Caramelo. La verdad es que empezamos a mojarnos y a disfrutar como enanos en esta zona, hasta abandonar el curso de agua activo y tomar los primeros baños de barro en el meandro SPA. Como nos gusta mucho hacer el ganso, pasamos un buen rato haciendo fotos divertidas en esta zona de sugerentes piscinas de agua marrón y zonas de "arenas movedizas". Bajamos los pozos pequeñitos que nos encontramos en esta zona dejando también la cuerda puesta y, finalmente, llegamos a una zona donde, tras subir un pequeño resalte a la izquierda llegamos a la sala de la lavadora, donde retomamos el curso del río.


Allí nos bañamos en las pozas para lavarnos el barro y nos hacemos las fotos de rigor antes de meternos por el meandro de Falopio. Si bien no es un meandro especialmente agobiante y estrecho, sí que nos obliga a buscar los pasos que, en cada punto son más fácilmente penetrables, para nuestro cuerpo y para las sacas. Además, se hace largo, pero lo pasamos relativamente bien hasta casi el final, donde una última estrechez, obliga a pasar el meandro por arriba, en oposición, buscando algunos pies y empotrando el cuerpo. Sin embargo, Carmen, la primera en probar y que ha encabezado todo el trayecto por el meandro sin problemas, sufre la inocentada y, no habiendo subido lo suficiente, se encaja en la estrechez, a media altura y sin apoyo bueno para los pies. Esto nos obliga a ingeniar un mecanismo rápido para polear a pulso, utilizando un puente de roca. Nos dejamos las fuerzas allí, pero conseguimos, haciendo equipo sacarla un poco hacia arriba para que pudiera salir. Un pequeño susto y, sobre todo, un poco de agobio. 

Mientras descansa Carmen, trato de forzar el paso por abajo. Normalmente no tengo problema pero es demasiado estrecho y me atoro. Tampoco encuentro apoyo fácil para salir, así que Rafa, que ha pasado por arriba me deja apoyarme en su cabezota con un pie para empujarme hacia afuera. ¡Se nos está complicando salir del meandro y no por el agua! Finalmente pasamos todos por arriba, que es por donde deberíamos haberlo hecho desde un principio. Se pasa "con la gorra", como dice Toño. Para haberlo sabido antes...

En seguida, se abre el espacio y salimos a una zona más cómoda. Hemos perdido 2 horas con toda la tontería, pero impongo algo de cordura y pido comer algo y beber para reponer fuerzas en la sala del Roscón. Ahora continuamos los pozos que terminan en la sala del arco. Algunos bonitos, con su marmita en la base, pero también con su buena cascada. Esto nos obliga a ponernos la capucha del neopreno para que no se nos cuele el agua helada por el pescuezo. Una vez abajo, admiramos el arco y, sin detenernos, continuamos por el cauce del río Cubieja que fluye vivamente pero tampoco presenta ningún problema y es un tramo muy cómodo hasta llegar a la confluencia con el río Leolorna.


Una vez allí tomamos a la derecha. Como ya había hecho la travesía Rubicera-Mortera, este tramo lo conozco. Sé que todavía nos queda un buen rato, teniendo en cuenta las rampas de salida, el caos de la entrada y la subida del Mortero, todo ello unido al cansancio que llevamos. La verdad es que vamos un poco lentos y, entre el primero que sube  y el último, pasa un ratico largo, durante el cual, los que esperan empiezan a pasar bastante frío. Mojados y en Cantabria, ya en estas fechas, se pierde calor muy rápido. Así que nos vamos dando el relevo y algunos van tirando para el coche.

Qué gustazo quitarnos el neopreno y ponernos ropa calentita. Y qué lujo las hamburguesas que se marcó César. Dormimos como bebés y al día siguiente nos reímos un buen rato de las anecdotillas de la expedición.

Como siempre, una gran experiencia por las cuevas y por la compañía. No se me ocurre una forma mejor que esta para celebrar mi cumpleaños. 💚

SIMA LA RAJA

Recién terminado el curso de iniciación de este año en Abismo, nos sentimos con el culo un poco inquieto y decidimos hacer una sima que en su día se realizaba en curso también y que se puede instalar en doble vía, para así poder ir practicando y dando forma a nuestros prometedores cursillistas....

Quedamos a las 9:00 en el club, no es hora Santi (perdona Santi por tenia que decirlo), previo desayuno en la churre, para no perder la costumbre. Y entre desayuno, organizar coches etc..., salimos a las 9:30 dirección a la sima, Israel, Toño, Olga, Amparo, Andrea, Irene y un servidor (César), allí nos encontraríamos con la incansable Arantxa y con la gran sorpresa de ultima hora... Rafi.

La cosa es que, entre pitos y flautas, nos presentamos en la sima a las 11:15 ya que quisimos dejar los coches justo al lado de la boca de la cavidad y no tener que andar 500 metros!!!! 

Fuimos al parking que nos indicaba en la Sima Diana la cual nos dejaba a escasos 500 metros de la sima la Raja, pero algunos, que habíamos estado en la Raja hace un año, sabíamos de un camino que, pasando cerca de la sima Manuel Mozo, nos dejaría justo en la boca de la sima, por lo que decidimos volver sobre nuestros pasos y tomarlo. En su día, no nos fue complicado llegar, pero, en esta ocasión, el camino estaba en un estado deplorable, por lo que os aconsejo que, si tenéis algo de aprecio a vuestro coche, toméis la decisión de dejarlo en el parking de Diana.

Sí..., no tenemos mucho aprecio por los coches y nos metimos hasta la boca de la sima. 

Y entre ponernos la ropa de trabajo y aparatos, decidimos cómo afrontar la sima.

Primero Super Toño, luego iría yo (que haber si aprendo), luego Rafi, Andrea (que ya va dejando temores aparte), Arantxa, Israel, Amparo, Olga y cerrando la cuadrilla Irene.


En su día (2018) se decidió equipar La Raja como "sima escuela" debido a los frecuentes colapsos que se producían en las Juanas en los cursillos de iniciación, montándola en doble vía, ejecutando un proyecto de instalación de unos 34 tensores químicos.

El propio nombre de la sima nos indica lo que nos vamos a encontrar, y es que la entrada a ella es una alargada grieta que nos da entrada a un pozo de 45 metros. Al comienzo de la entrada haremos la instalación a un árbol situado justo a la orilla de la grieta y descendemos por una pequeña rampa de unos  metros para encontrarnos ya con la cabecera del pozo de 45 metros fraccionados en varios tramos. Debemos tener cuidado al bajar esa pequeña rampa (sobre todo si hay algún compañero debajo) no vaya a ser que arrastremos piedras y puedan caer encima de alguien. 

Terminando la bajada del pozo nos encontraremos con 2 rampas, una de unos 5 metros y otra de escasos 10 esta ultima entre unos bloques y donde nos lleva a una vertical de 5 metros que entre bloques y piedras varias (vuelvo a insistir en tener cuidado con esto) nos presentamos en la cabecera del ultimo pozo de 20 metros el cual se encuentra fraccionado en 2.


 
Habiendo bajado ya los 90 metros de esta cavidad, ésta todavía nos da la opción de progresar unos metros mas dirección noroeste donde vemos una rampa de 10 metros en los cuales aconsejo no destreparlos sino poner cuerda ya que hay bastante barro y estarías expuesto a una buena caída.

Después de tomarnos un pequeño refrigerio y de reponer fuerzas nos disponemos a volver a la superficie, quedándonos Amparo y yo a desinstalar la sima (cualquiera vuelve a casa diciendo al presi que no lo hicimos). 

Y después de unas 4 horas de disfrutar de este maravilloso deporte y (sin que se me olvide) dar las gracias y recuerdos al grupo Catiuscas que nos cruzamos con ellos. 





Nos volvimos para casa no sin antes parar por Trillo para tomarnos la recompensa de lo campeones... Pero eso es otra historia


César Juan Membrillas



CURSO INICIACIÓN A LA ESPELEOLOGÍA XVIII


CURSO INICIACIÓN A LA ESPELEOLOGÍA XVIII

Arnés, hierros, cuerdas, casco, frontal, chapas, mono, botas... ¿Nos dejamos algo más? Ahh sí... Y ¡¡𝗠𝗨𝗖𝗛𝗔𝗦 𝗚𝗔𝗡𝗔𝗦!! 
En el 🅒🅛🅤🅑 🅐🅑🅘🅢🅜🅞 lo tenemos todo preparo para dar la bienvenida a nuestro
𝐂𝐮𝐫𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐚 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐥𝐞𝐨𝐥𝐨𝐠í𝐚 XVIII.



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TORCA DEL MOSTAJO

 SALIDA CANTABRIA...TORCA DEL MOSTAJO

    La cuestión es que llevábamos varios fines de semana mirando cuando podíamos cuadrar para poder hacernos una salida maravillosa y de la mano de Estela y de Irene salió el día 17 de Febrero.

    Nos decidimos salir a la grandísima aventura de ir a explorar la TORCA DEL MOSTAJO, nombrada así por que tiene un mostajo (árbol) a la entrada de la sima, a la cual vamos Toño, Rafi, Estela, Irene y un servidor (César). 

    Salimos desde Guadalajara un grupo y desde Madrid otro, con dirección a Matienzo donde nos hospedamos y pasamos la noche. Al día siguiente nos levantamos con energía (y eso que no estaba Santi para levantarnos las persianas) para afrontar lo que nos esperaba por delante ya que nos lo tomaríamos con calma y con la intención de disfrutar de la experiencia y sobre todo de la compañía.

 


    Desde nos hospedamos hasta la entrada a la sima, no habia mas de 10 minutos en coche. Dejamos los mismos unos huecos que había en la carretera y nos pusimos camino a la boca la cual la encontramos enseguida...

    
    
    Bueno sin pensarlo mucho mas nos metimos dentro, bajando unos 20 metros, mas o menos, con varios fraccionamientos. El primero en bajar y en hacer la instalación fue Toño (un máquina) seguidamente Estela, después Rafi, Yo e Irene. Al llegar abajo hay una sala con una gran decoración como si estuvieras en el salón de casa.... Nada unas cabezas y poco mas... Ya reunidos todos comenzamos la galería nueva para todos nosotros.
    
    Seguimos la indicación de la topografía que nos llevaba a unos pasamanos ya instalados en fijo y en bolado, para llegar a una gatera la cual  nos daría a la primera estrechez... 
   
     Continuas por unos pasamanos en los cuales tienes que demostrar tu destreza con las cuerdas...


    A partir de este punto, si quieres acceder a la galería de abajo por el "Golden Void" tienes que ir muy pendiente, aunque esta localizado gracias a unas magnificas obras de arte rupestre. Nosotros tomamos la decisión de seguir adelante hasta el final de la cavidad. 
    
    Pasamos otro pasamanos en "The Pit" y después de bajar y subir unos cuanto bloques llegamos a la sala final... Muy bonita
    
    Volvimos en búsqueda del "Golden Void" para bajar esos "falsos" 30 metros, Toño dispuso la instalación y comenzamos a bajar, un bolado de 30 metros...., mientas que el grupo bajaba, apareció un grupo de Salamanca, que bajo después de nosotros usando otra instalación diferente.
    
    Una vez todo el grupo abajo comenzamos la caminata y la verdad que desde aquí no nos habría hecho falta los aparatos. Y gracias a que hay gente que se orienta fenomenal, y con la grandísima topografía que llevábamos en dobleces...


    Pudimos dar una vuelta maravillosa. Después de varias horas, contemplando el maravilloso espectáculo que genera la naturaleza durante años, decidimos que ya era hora de volver.
    Entramos en la sima a las 10:30 y salimos a las 00:30. Mi primera cueva larga en la mejor de las compañías. Llegamos a la casa derrotados y con ganas de una buena ducha..., bueno la que yo me di por que fui el primero, ¡Que iba a saber yo que ese interruptor apagaba la caldera!!!
    
    Al día siguiente volvimos a nuestras respectivas casas recordando los momentos fabulosos que nos había dejado la TORCA DEL MOSTAJO.






    César Juan Membrillas

    


    












    


Zona de Abismo en el Alto Tajo, enero 2024 (II)

Zona de Abismo en el Alto Tajo, enero 2024 (II)

Desobstruyendo y explorando, segunda parte (31/01/2024) 

Menos de una semana después de la última vez, aprovechando la posibilidad, decidimos atacar el bloque que dejamos pendiente el último día, a ver si éramos capaces.


Nuestro bloque saliendo mansamente

Seríamos en esta ocasión cuatro los que nos fuimos para la zona, José Luis, Silvia, Jesús Guinea y Javi Rejos.

Vamos bien armados, en esta ocasión además de los desobstructores clásicos, llevamos un cabestrante que, según José luis, le ha sacado de más de un atasco con el coche en caminos embarrados.

A por la sima de Cerro Sima V (originalmente Posabi-063, codificada ya como como nueva cavidad ABI-111).

Nos reunimos todos, habíamos quedado en casa de Javi, y nos arreamos para la zona son detenernos ni a tomar café... parece que hay ganas de darle caña al bloquecito.

Llegamos a la zona y dejamos el coche en la pista que se dirige a las Marías, pues es bastante transitable. Preparamos lo que nos hace falta, según estimamos, incluyendo máquinas, cable, cabestrante, hierros, anclajes y un par de cuerdas cortas, unos 40 m en total... (ojalá haga falta más  y tengamos que volver al coche).


Preparando el trabajo...

Alcanzado el objetivo, al que llegamos casi sin ayuda del GPS porque ya vamos conociendo este terreno, lo primero limpiar la entrada que está cubierta de troncos y ramas, tal y como la dejamos.

Inmediatamente, el taladro con una broca suficientemente larga para atravesar el bloque de parte a parte. José Luis se encarga y, tras algunos problemas debidos a la corta distancia a los lados del bloque, que dificulta sobremanera taladrar sin más, consigue rápidamente traspasar la piedra.


... dándole caña con el taladro...


Inmediatamente, el cable de acero pasándolo en doble a través del orificio cerrando un anillo con perrillos.


... preparando el cable tras traspasarlo...

... y preparado para la extracción.

Ya está el bloque todo preparado, pero antes de iniciar la tracción, con la azada sacamos toda la tierra necesaria en la dirección por la que queremos sacar el canto, de forma que haya una rampa y no un escalón. El terreno lo permite.

Preparado el camino, anclaje con cintas al árbol elegido y colocación del cabestrante, y comenzamos el proceso.


Comienza a salir arrastrando por la rampa...

Colocamos unas losas porque el cable se clava en el suelo...


Al principio tensa y parece que no quiere salir, pero con algún movimiento del bloque con las barras, amén de colocar unas losas bajo el cable que comenzaba a clavarse en el suelo, ¡éxito!, la piedra comienza a subir arrastrándose por la rampa practicada, y sube además mansamente (¡Qué invento el cacharro ese, con lo chiquitito que es!... me da que más de una sima va a bajar...).


Nuestro bloque saliendo mansamente.

Va dejando su rastro por la rampa de tierra.

Al poco ya tenemos el bloque casi junto al árbol y la entrada ya es practicable. No obstante, antes de bajar, limpiamos bien los bordes de tierra y piedras... no podemos olvidar que quizá lo más peligroso en la exploración de simas, especialmente en el primer descenso, es la potencial caida de una piedra, así que mejor tomárselo con calma y dejar el pozo bien limpio.

Ya toca equipar el descenso. El pozo parece acabar a unos 10 m, como estimábamos. Decidimos recurrir a los árboles para llevar a cabo un primer descenso sin necesidad de andar poniendo anclajes en la roca, mediante un desvío... si hiciera falta, ya se equiparía una cabecera como Dios manda.


Ahí tenemos el hueco ya practicable... se ven bloques y tierra que todavía hay que limpiar.

A Jesús Guinea le toca la faena, como maestro instalador, con ayuda y sugerencias de los demás. Anclaje en alto al árbol principal, desvío al opuesto, y parece que la cuerda enfilará la vertical bien, aunque dado lo estrecho de la entrada y que los nudos darán de sí, quizá haya que corregir luego para evitar algún eventual roce en la boca.


Tras los retoques, el desviador trabaja de maravilla.

Tras colgarse en la entrada, que se estrecha bastante por debajo, auque el pozo acampana bajo la dificultad, comprobamos que efectivamente la cuerda rozará, y Jesús sale para corregir el desvío, hay que recortarlo un palmo.

Ya de paso, habiendo visto que el primer paso es un poco angustioso y a él esto no le motiva nada, lo comentamos y al final cede el puesto a Javi para que valore y fuerze la entrada, y así se hace.

Efectivamente lo angosto de la entrada hace un poco incómodo este pequeño tramo de descenso, pero rápidamente se puede maniobrara y, finalmente, resulta fácil el descenso... veremos la vuelta a la superficie.

El pozo amplía ligeramente, auque nada espectacular, y se alcanza fondo rápidamente, a 9,5 m de profundidad.


El pozo se amplía un poco tomando esta forma, la roca es de lo "mejorcito" de la zona...


Valoramos al situación, baja en rampa, la roca es viva y compacta aquí, con líneas o aristas descendentes, con muy buena pinta. Sin desanclarnos nos alejamos de la vertical, hay una pequeña prolongación, pero nos encontramos muro al final... bueno al menos ahí no pueden alcanzarnos las piedras, si cayeran.


Aristas descendentes y formas sugerentes en el fondo.

Damos el libre y ahora baja Jesús que rápidamente está a nuestro lado. No hay más continuidad, arriba hay una grieta con bloques, podría permitir el paso, lo veremos despacio en al ascenso.



Jesús bajando y ya abajo. Se aprecian bien las aristas de las paredes del pozo.


Visto lo visto, ni Jose ni Silvia deciden bajar, y Jesús y Javi empiezan a fotografiar y tomar medidas para salir con lo necesario y no tener que volver. ¡Qué lástima, con la buena pinta que tenía!. En fin, como dice Javi, sólo una de cada 100 resulta grande (digamos que se acerque a los 100 m), así que habrá que estudiar muchas más para que nos toque la siguiente...

La topometría arrojaría finalmente una profundidad máxima de 10,25 m, y en el ascenso comprobamos que la grieta que parecía algo, nada de nada.


Y esto es lo que sale, qué le vamos a hacer...

Acabado el trabajo abajo, unas fotitos y todo eso, sube Jesús, y luego Javi midiendo y fotografiando.... cómo no, un guante se quedó abajo, es últimamente va a guante por sima (si encontráis un guante en alguna por ahí, ya sabéis a quién echarle la culpa...). Menos mal que esta vez ha sido el izquierdo y con el del otro día ya hace pareja.

 

Otro detalle de esa roca tan "buena", que ya hemos visto en las Marías, por cierto no lejanas.

Ya en la boca, lo que son las cosas, al apoyar el codo la pared se mueve, menos mal. Digo menos mal porque el hermoso canto sujeto con tierra y barro no se movió antes, sino ahora. De considerable tamaño, lo echamos fuera para evitar daños a la cuerda bajo nosotros.

Una vez más, cuidado, cuidado y cuidado con las piedras en las primeras exploraciones... bueno, siempre, pero en los primeros descensos hasta el bloque más firme puede moverse simplemente al rozarlo.

Tapamos muy bien con ramas y troncos la entrada para evitar riesgos a paseantes y la fauna, y damos por finalizados los trabajos en esta nueva sima, que por el lugar donde se ubica, se decide nombrar Sima de Cerro Sima V, y es que hay cuatro más, todas nuevas, compartiendo el topónimo correspondiente.

Es un poco tarde y nos vamos a Villanueva a comer. No nos desanimamos, veremos lo que la tarde nos depara.

 

A por las simas del subsector "Hoyanco".

Decidimos dedicar la tarde a completar la exploración de las dos simitas que nos quedaron pendientes en ese territorio. Se trata de las dos últimas a explorar y documentar de las cinco halladas el pasado año durante las prospecciones efectuadas a la busca de las simas "C" de Comando que todavía están perdidas.

Nos quedan por explorar las simas ABI-107 [Hoyanco III] y ABI-108 [Hoyanco IV]. Alcanzado el camino y el lugar de aparcamiento, preparamos el material, incluyendo la escala, y nos dirigimos con el GPS rumbo a estas dos cavidades, con la esperanza de que arrojen algún resultado interesante.

Nos acercamos, de camino, a la entrada de la sima C-10 (ABI-105), para enseñársela a los compañeros. De ahí, rumbo a las que nos ocupan, sin pausa porque la tarde cae muy deprisa ya.

Alcanzamos en primer lugar la sima ABI107 [Hoyanco III], una cavidad que se abre en el suelo a favor de una grieta orientada norte-sur. La boca se continúa con una pared con fuerte pendiente y abajo se aprecia fondo a corta distancia, pero parece que continúa más allá hacia el sur.


Originalmente la boca era muy, muy sugerente...

Aquí dos exploradores posando, con el material traido a cuestas hasta allí.

Tras poner la escala anclada a un árbol y acercarnos a la boca, confirmamos que el fondo está ahí mismo, a algo menos de 3 m. parecía más que eso, pero ya se sabe...

Se desciende casi sin necesidad de asegurarse hasta el fondo. La cavidad, muy humilde, se desarrolló a favor de una diaclasa orientada más o menos norte-sur, parece que podría continuar en suave descenso en su extremo sur, pero resulta impenetrable y para confirmarlo sería necesario la retirada de sedimentos del suelo en el conducto estrecho de ese extremo. Alcanza un cota máxima, haciéndose ya impenetrable, de 3,75 m.


Al final, casi no hacía falta ni escala ni anclarse, "na de na" debajo...

Tomanos nota de todo y de la posible desobstrucción, se hacen fotografías y tomamos los datos y dibujos para la topografía, acabando el trabajo aquí y dirigiéndonos a la siguiente.


Esto es lo que sale, ahí queda, por lo menos...


Tras acercarnos a la sima ABI108 [Hoyanco IV], muy cercana, preparamos la escala para descender.

Esta cavidad se abre a favor del cruce de dos diaclasas, la entrada es vertical y se ve el fondo a corta distancia, pero hasta descender, como siempre, no sabremos si hay continuidad lateral o no.


La primera exploradora disfrutando de la escala...

... y, lamentablemente, ya en el fondo. Nada.


Tras descender al fondo, a 2,9 m, que se amplía un poco bajo la boca, no existe ninguna continuidad, todo acaba ahí. Tomamos los datos necesarios y fotografías, y se da por finalizado el trabajo aquí.



Aquí tenéis la topo, podéis llorar si queréis...


Nosa sobre las simas del subsector "Hoyanco"

Tras los últimos trabajos en este lugar y habiendo localizado seis cavidades (ABI-104, ABI-105, ABI-106, ABI-107, ABI-108 y ABI-109), podemos concluir lo siguiente.

·      Queda confirmado que ABI-105 es la sima, antes perdida, C-10. No han aparecido las simas C-9 ni C-11 (Comando), no coinciden las características de las localizadas con los datos disponibles, si bien la sima ABI106 podría ser C-9 tras haberse obstruido mucho en el primer resalte, aunque es muy poco probable, no se ajusta a los datos.

·      Todas estas simas hemos decidio llamarlas Simas del Hoyanco por el nombre del subsector trabajado, aunque hacemos constar que el topónimo Hoyanco abarca un territorio más amplio e incluso fuera de la zona de Abismo rumbo al Tajo, hacia el noreste de la parte trabajada.

·      Las correspondencias serían las siguientes:

·      ABI104: Hoyanco I.

·      ABI105: C-10 (Comando).

·      ABI106: Hoyanco II.

·      ABI107: Hoyanco III.

·      ABI108: Hoyanco IV.

·      ABI109: Hoyanco V.

Así se hará constar en las fichas correspondientes y demás documentación asociada.

 

Acabados los trabajos, satisfechos del resultado auque ninguna de las cavidades nos ofreció nada espectacular, nos dirigimos ya al coche y dejamos la zona rumbo a Guadalajara.

 

Pta. 

Como ya tengo a estos compañeros algo hartos de "ñapas" por la zona, he pensado que quizá en una próxima incursión veamos si podemos bajar a una de Comando que puede ser más entretenida... creo recordar que la boca "prometía" un poquito de sufrimiento (de 2013 es el dato, si no me equivoco), pero vamos, curtidos estamos ya... Cerca, en la pared de roca, localcé una inscripción reveladora...



La pinta, en esos primeros metros, parece "divertida", je je.... veremos.

Esta es la topo original de Comando, ¿a que va a ser más divertida que las de antes?


Agradecimientos

Una vez más, a los compañeros del grupo valenciano Comando por toda su ayuda, la documentación cedida, y su interés en aquellas simas que exploraron hace ya tres décadas, y que vamos nosotros poco a poco relocalizando.


F. Javier Rejos

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